Obsesionado con extirpar el mal ejemplo que representa la Revolución Bolivariana, el imperialismo por años ha ejecutado diversas estrategias de guerra contra el chavismo y en este ajedrez la desestabilización económica siempre ha sido una pieza clave en su arsenal bélico.
El economista Juan Carlos Valdez, en entrevista para Cuatro F, explicó que en esta estrategia para generar el caos económico, Estados Unidos ha jugado un papel estelar limitando el acceso a las divisas en una economía que desde 1944, con el tratado de Bretton Woods, ha estado subordinada al dólar.
Parte de su plan ha consistido en destruir al bolívar anclando su valor a las cotizaciones irracionales de una página web alojada en el exterior.
El economista recordó que durante los primeros 12 años de la Revolución, los ingresos Petroleros se mantuvieron estables, lo que permitió una cada vez más justa distribución de las riquezas. Pero hacia 2014 Estados Unidos tumbó el precio de los hidrocarburos, inundando el mercado con petróleo de lutitas en su afán por atacar a Rusia, Venezuela e Irán. Nicolás Maduro, que para ese entonces asumía la presidencia en un país bajo el duelo de la pérdida del Comandante Chávez, debió afrontar una brutal caída de la renta petrolera.
La receta fue perversa porque se contrajo el ingreso en dólares en un país con una fuerte dependencia de la divisa extranjera, en un contexto de control de cambio, lo que generó un mercado negro cada vez más alejado de la tasa de cambio oficial.
Pero la fórmula desestabilizadora solo estuvo completa cuando se creó la página DolarToday en donde lograron unificar y establecer como referencia el precio del dólar paralelo, lo que se ha usado para depreciar artificialmente el valor del bolívar, afectando a toda la economía.
Desde entonces cada vez se hizo más caro para el venezolano comprar en bolívares, porque se estaba ejecutando una estrategia para destruir la moneda nacional, lo que generó una inflación pertinaz con la que han logrado paralizar la producción nacional.
Falcón y la dolarización de la pobreza
El candidato opositor Henri Falcón propone dolarizar la economía, lo que para Juan Carlos Valdez significa que si tu eres pobre, seguirías siendo pobre pero con dólares, es decir, está ofreciendo formalmente la pobreza en dólares.
Falcón ha prometido a los funcionarios públicos un salario de 75 dólares, mientras que el promedio latinoamericano es de 200 dólares, con lo que Venezuela estaría por lo menos dos veces por debajo de la tasa regional.
El experto sostiene que con un salario de 75 dólares sería imposible comprar un inmueble modesto de 20 mil dólares, como hoy se cotiza en el mercado venezolano. Mientras que el cartón de huevos y otros bienes básicos seguirían siendo ajustados al mercado especulativo, ya que con la dolarización no se detendría la escalada de precios, porque en una economía dominada por monopolios y oligopolios, los especuladores establecen los precios a su antojo, y asesinar la soberanía monetaria como lo propone Falcón no es la solución.
Cuando se dolariza -explica Juan Carlos Valdez- la economía queda atada al nivel de las reservas internacionales, eso significa que no pueden circular más dólares que los que se tienen en tesorería. Hoy Venezuela cuenta con 9 mil millones de dólares en reservas y sin dolarizar existe una demanda anualizada de divisas para importaciones de unos 40 mil millones de dólares, lo que significa que en un hipotético gobierno de Falcón sería obligatorio un cuantioso endeudamiento en dólares para que la economía funcionara.
Cuando se dolariza se pierde de inmediato la facultad monetaria de crear monedas para el manejo de la economía interna, lo que impide estimular el crecimiento económico, ya que el país no tiene capacidad de generar su dinero al depender de una moneda extranjera y solo puede pedir prestado.
Dolarizar significaría ejecutar obedientemente la receta neoliberal del Fondo Monetario Internacional (FMI), la misma que causó el estallido social de febrero y marzo de 1989.
Esta receta establece la privatización de las empresas del Estado, en donde seguramente estaría incluida PDVSA. También obligaría a modificar la Constitución, ya que el artículo 318 estipula que la moneda en curso en la República Bolivariana de Venezuela es el bolívar.
Petro, la propuesta soberana
En cambio, Nicolás Maduro, el candidato del chavismo, visualiza un camino muy diferente para superar las actuales adversidades económicas. Su propuesta ha sido la creación del Petro, un criptoactivo de la República Bolivariana, respaldado por petróleo y otros minerales valiosos.
“Eso hace que el Petro sea atractivo por sí mismo, ya que su valor es estable”, analiza Juan Carlos Valdez.
Las criptomonedas están desplazando al dólar como divisa de referencia en el mercado internacional, ya que generan transacciones sujeto a sujeto, sin un intermediario, es decir, sin que intervenga el sistema financiero, el cual es dominado directa o indirectamente en un 80% por Estados Unidos, por lo que el Petro le permite a Venezuela protegerse del bloqueo financiero impuesto por la administración Trump.
“Si logramos posicionar el Petro y el Estado lo pueda usar para importar bienes y servicios, además de pagar sus obligaciones en el mercado internacional ¿para qué queremos dólares? Con el Petro van a morir las páginas que especulan con el precio del dólar para asesinar al bolívar, porque nosotros no tenemos control de los dólares ya que no los producimos, pero sí controlamos el Petro, lo que permitirá cubrir la demanda nacional de divisas”.
El economista Juan Carlos Valdez propone anclar el bolívar al Petro para detener la depreciación de nuestra moneda, lo que permitirá estabilizar la economía y detener la hiperinflación.
Explica que no se podría crear la página PetroToday, porque no es fiduciario, ya que detrás del Petro hay un respaldo real, que lo hace estable y seguro, por lo que sería imposible manipular su valor para afectar al bolívar, ya que se ancla al precio del barril de petróleo y no es tan fácil distorsionar esta variable sin afectar al mercado internacional, menos aún si se ancla al valor del oro y de los otros minerales preciosos que posee Venezuela.
Tampoco podrían manipular el precio de los bienes a través de la escasez, porque con el Petro no habría déficit de divisas, por lo que mientras se restablece la producción interna, no habrá freno para las importaciones.
Venezuela emitió 100 millones de Petros en su primera edición, respaldados por el yacimiento del Bloque Ayacucho 1 de la Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez, con 5 mil millones de barriles de petróleo, sustentados por instrumentos financieros que representan 267 mil millones de dólares.
“Avalado por bienes reales que garantizan la inversión en Petro, el criptoactivo se convirtió en una moneda real. El Petro significa verdadera soberanía financiera, por lo que yo me pregunto para qué dejar de lado al Petro, para abrazarte a una moneda extranjera en decadencia como lo propone Falcón”.
No obstante, el economista advierte que el Petro debe servir para el desarrollo de una economía diversificada en lo productivo y democratizada en los agentes económicos que participan.
Venezuela se lanzó, aunque forzada por el acoso financiero internacional, a la revolucionaria propuesta de las criptomonedas y el presidente Nicolás Maduro es protagonista en esta historia que se comienza a escribir.
“Yo pienso que el presidente Maduro y todos nosotros estamos haciendo historia en las relaciones de poder del mundo, por esa razón todo el planeta tiene su atención en lo que sucede en este pequeño país suramericano. Estamos revolucionando el mundo, queriéndolo o no, porque el Petro, al igual que la Constituyente, ha sido una propuesta magistral de nuestro Presidente ante al acoso de Trump y sus aliados”, concluyó Valdez.
Un arma política
Estados Unidos ha usado la guerra económica para doblegar a gobiernos que no son obedientes, porque es un instrumento para imponer gobernantes dóciles.
Se han desclasificado documentos que evidencian que luego de la victoria de Salvador Allende en septiembre de 1970, el presidente norteamericano, Richard Nixón, pidió a su secretario de Estado, Henry Kissinger, “hacer gritar a la economía” de Chile para impedir que el mandatario socialista se afianzara en el poder. Así ocurrió en Zimbabwe y en la República de Weimar después de la Primera Guerra Mundial entre 1919 y 1923, porque no es una estrategia nueva, explica Juan Carlos Valdez.
Venezuela, que durante años se comportó como una neocolonia, después de 1999 cuando se promulgó la Constitución actual, comenzó a transformarse en una amenaza para los intereses hegemónicos de Washington, ya que la nueva Carta Magna se convirtió en el estandarte de un nuevo paradigma en el ejercicio del poder, donde se reconoce la deuda histórica con el pueblo.
Chávez se propuso saldar la deuda social, demostrando que los recursos pueden y deben ser distribuidos de manera justa, lo que contradice la actual distribución de las riquezas en el planeta, donde según el último informe del Fondo Monetario Internacional, como lo ha declarado su propia directora ejecutiva Christine Lagarde, el 8,1% de la población mundial es propietaria del 84% de las riquezas.
“Eso significa que el resto del mundo, es decir, un 91,9% de la población mundial subsiste con el 16% de las riquezas. Y hay cifras más alarmantes, pero incluso el FMI, que representa los intereses del capitalismo mundial, reconoce la desigual distribución que existe en la actualidad”.
Nunca antes durante la historia republicana de Venezuela, nuestro pueblo había tenido mejor nivel de vida que el proporcionado por los 12 primeros años del gobierno de Chávez. En menos de 10 años la Revolución redujo la pobreza a la mitad y la pobreza extrema disminuyó a un tercio. La Unesco declaró al país territorio libre de analfabetismo y la FAO reconoció que Venezuela era uno de los países que más ha combatido el hambre en el planeta.
Aunque no se puede negar que una de las razones principales para atacar a Venezuela es la necesidad de otros países de apoderarse de nuestros recursos naturales, todos estos avances sociales logrados en Revolución ponían en peligro al capitalismo mundial, porque la distribución desigual de las riquezas se debe a que hay un sistema que lo permite: el capitalismo liberal.
“Si nosotros demostrábamos que era posible una distribución más justa, íbamos a incitar una Revolución planetaria. El imperialismo debía amansar a su patio trasero que estaba sublevado, en donde su poder había mermado a causa del mal ejemplo venezolano. Para el capitalismo mundial era urgente extinguir la fuente originaria de ese nuevo modelo de ejercicio del poder en donde se reconoce al pueblo como verdadero soberano».
Cuidado con minar Bitcoins
El economista advierte que las máquinas de minería que se están comprando en Venezuela son para minar Bitcoin, lo que representa dos enormes puñales: estas máquinas son las que más consumen electricidad, por lo que la fiebre de la minería podría incluso paralizar el sistema eléctrico nacional. Minar bitcoin es caro, porque usa el algoritmo más complejo, por lo que en muchas países no es atractivo hacerlo. Y segundo: las máquinas que se utilizan para minar Bitcoin no sirven para minar Petros, que como token de la criptomoneda Xem usa un algoritmo diferente.