Los revolucionarios del mundo, insisten en la presunción de que la muerte del Comandante Eterno Hugo Chávez, fue un asesinato preparado por los EE. UU. y sus secuaces; con el cual aspiraban derribar a la revolución bolivariana, y con ello truncar el desarrollo del progresismo en la América Latinocaribeña y el antiimperialismo en el mundo.
En ese sentido desde Rusia se denuncia a Claudia Díaz, ex enfermera del Presidente Comandante, como la persona que habría inducido el cáncer que mató al líder de la Revolución Bolivariana; la cual está protegida por EE. UU. y sus cuerpos de inteligencia, un hecho que potencia la versión de la mano de Washington detrás de la muerte del presidente venezolano.
Por ello, las revelaciones presentadas por Ígor Kiríllov, jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas rusas, respaldan la denuncia de las autoridades de Venezuela de que EE. UU. estaba trabajando en formas de eliminar a Chávez desde 2002, una tarea que le fue encomendada a Claudia Díaz, su enfermera, quien no por casualidad, fue evacuada del territorio nacional, a la potencia norteamericana para «evitar que los detalles de su cooperación con las agencias de inteligencia estadounidenses se hicieran públicos».
Es de hacer notar, que «todo aquel que se declare enemigo de la autodeterminación e independencia de cualquier país y defienda los postulados de Washington y su ideario hegemónico y dogmático, tiene “un paraíso de protección” en EE. UU.
No se puede obviar, que la política exterior de los EE. UU. es contraria a la multipolaridad, se presenta agresiva, cual «patotero», «delincuente del mundo», tal y como los demuestran sus ataques contra Rusia, China y otras naciones que apuestan por un orden internacional en el marco del respeto a la multiculturalidad e independencia; entre ellas Venezuela.
Así, las evidencias apuntan, cada vez más, a que uno de los presidentes más carismáticos de América Latina y del mundo, es Hugo Chávez, y por ello fue envenenado por Washington. Unas evidencias silenciadas por la prensa dominante, como si no se tratase de algo grave.
Otra explicación sería que el afán de Washington por eliminar a las figuras no deseadas por ellos, no es noticia para nadie, ni tampoco es secreto, algo que demuestran las recientes declaraciones de John Bolton, ex asesor de Seguridad Nacional de EE. UU.
Ahora bien, no podemos olvidar a los halcones de Washington, como el precitado ex embajador ante Naciones Unidas, quien se jactó en una entrevista de ayudar a planear golpes de Estado en otros países, cosa que su juicio se justifica en nombre de la “Democracia y Libertad”.
Consultado sobre a qué intentos se refería, Bolton respondió que no iba a entrar en detalles, pero acto seguido mencionó la crisis política de Venezuela en 2019, mientras él era asesor y cuando el Gobierno estadounidense reconoció al opositor Juan Guaidó como presidente interino.
Ígor Kiríllov, jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas rusas, acaba de manifestar que las denuncias de la parte venezolana sobre la mano de Washington detrás del cáncer agresivo que le quitó la vida al comandante tendrían mucho fundamento, a juzgar por los descubrimientos hechos por Rusia, durante la operación militar especial, acerca de la actividad biológica estadounidense en Ucrania.
El propio Chávez acusa a EE. UU. de su enfermedad. En 2011, la entonces portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, calificó estas acusaciones como «horribles» y «reprobables». En 2022, esta misma señora tuvo que reconocer la existencia de laboratorios biológicos militares de EEUU en Ucrania.
Pero la política agresiva de los EE. UU. contra Venezuela no ha cesado, y así como planearon y ejecutaron el asesinato del líder de la Revolución Bolivariana, han intentado el asesinato del Presidente Nicolás Maduro, y el robó al país caribeño de su oro, sus bienes y hasta su avión.
Destaca en este relato que, investigar las causas de la Muerte del Comandante Presidente Hugo Rafael Chávez Frías dignifica al pueblo bolivariano que se niega dejar sin resolver la sospecha de su asesinato.
Por último, es menester reconocer que un equipo coordinado por la Diputada María León, desde 2013, viene insistiendo en la conformación de una Comisión Especial que, en base a las evidencias, asuma la investigación de las causas de la Muerte del Comandante Eterno, pues el tema indica razones de patria.