«Es necesario que Biden y la Unión Europea se separen del señor Juan Guaidó«
Alfred de Zayas
El informe de Alfred de Zayas, abogado especialista en derecho internacional y experto en derechos humanos de Naciones Unidas, fue el primero en resaltar la responsabilidad de las «sanciones» impuestas por Estados Unidos y sus vasallos en el sufrimiento causado al pueblo venezolano. Le hemos pedido un comentario sobre la visita a Venezuela de Alena Douhan, para el Alto Comisionado de las Naciones Unidas.
¿Cómo valora el informe de la relatora de la ONU sobre Venezuela?
La Profesora Alena Douhan ha realizado una labor profesional, respetando la regla de audiatur et altera pars, y de escuchar a todas las partes. El informe preliminar publicado por la Oficina del Alto Comisionado da esperanza de que las recomendaciones de la Profesora Douhan reciban una implementación mejor que las mías en mi informe de 2018. Desde luego, el informe completo con sus anexos no estará disponible hasta Septiembre de 2021. Yo mantengo un estrecho contacto con Douhan, quien tuvo la gentileza de consultarme repetidamente durante el período preparativo de la misión. Me alegro que haya podido entrevistarse con tantas personas, visitar los hospitales, etc. Douhan ha puesto el dedo en la llaga y condenado la barbaridad del robo de las riquezas de Venezuela y del congelamiento de billones de dólares pertenecientes al gobierno de Venezuela por bancos en los EEUU, el Reino Unido, Portugal, etc. Douhan también menciona el hecho que desde febrero de 2020 hay una queja oficial del gobierno de Venezuela ante la Corte Penal Internacional, en la Haya, la cual documenta como las sanciones matan, como existe un nexo directo entre las sanciones y las muertes de venezolanas y venezolanos: niños, adultos, y ancianos. Sin duda, las sanciones constituyen un crimen de lesa humanidad como está definido en el articulo 7 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Douhan también menciona el nexo entre las sanciones, el desempleo, la miseria, la zozobra y las presiones migratorias. Si se levantan las sanciones y Venezuela puede comprar y vender como cualquier otro país, se acaba la emigración de Venezuela y habrá acaso inmigración de otros países latinoamericanos hacia Venezuela, que es un país muy rico, y que pudiese gozar de un muy alto nivel de bienestar económico y social.
¿Qué consecuencias podría tener el informe?
Las conclusiones de la Profesora Douhan son evidentes: la crisis económica es resultado de la guerra económica, de las sanciones y del bloqueo financiero. Con el cambio de gobierno en Washington, es posible que la nueva administración de Biden levante algunas de las sanciones, especialmente ahora durante la pandemia; pero es necesario que cambie la narrativa en el New York Times, Washington Post, etc.. El pueblo estadounidense está adoctrinado contra Venezuela, lo mismo pasa en Canadá, donde la prensa disemina «fake news» sobre Venezuela, igualmente en Inglaterra, donde la BBC se ha convertido en un órgano de desinformación política. No puede haber progreso mientras que EEUU, Canadá, y muchos países de Europa mantengan sanciones contra el pueblo Venezolano. Algún día tendrán que pagar reparación al pueblo Venezolano por el enorme daño material y moral que han causado.
¿Qué medidas legales puede tomar Venezuela?
Venezuela ya tiene un caso pendiente contra las sanciones en la Corte Penal Internacional en la Haya. Venezuela sigue tratando de conseguir la restitución de sus bienes congelados en los EEUU, Inglaterra, Portugal. Sería útil que la Asamblea General adopte una resolución semejante a las 28 resoluciones que exigen que se levante el bloqueo contra Cuba. La Asamblea General debería invocar el artículo 96 de la Carta de las Naciones Unidas, y pedirle a la Corte Internacional de Justicia que produzca una opinión consultiva (Advisory Opinion) sobre la ilegalidad de las sanciones y la responsabilidad civil y penal de aquellos estados que mantienen las sanciones.
¿Es cierto que ha habido presión sobre la relatora?
No lo dudo ni por un momento, porque yo sufrí muchas presiones – amenazas, insultos, asedio moral, mobbing – antes, durante y después de mi misión y el hostigamiento no se limitaba a operativos de la oposición venezolana, el Facebook, Twitter etc., sino también miembros de organizaciones no gubernamentales me criticaron abiertamente en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y despreciaron las recomendaciones de mi informe. No le he preguntado todavía a Douhan qué tipo de presiones ha sufrido. Le estoy dando tiempo a que descanse después del maratón venezolano. Sugiero que ustedes la entrevisten vía skype o zoom. Yo tuve el honor de «romper el hielo» y abrir el camino para la apertura de una oficina del Alto Comisionado en Caracas, e igualmente preparar el camino para las visitas de otros relatores. Desde ese punto de vista, acaso la Profesora Douhan tuvo una misión más fácil que la mía. Acaso la Alta Comisionada Michelle Bachelet tiene más simpatía por el mandato de la relatora sobre las medidas coercitivas unilaterales. En mi época el Alto Comisionado Zeid Raad el Hussein no tenía ninguna simpatía por el mandato del relator sobre el orden internacional, y aunque repetidamente le pedí que me viera antes y después de mi misión a Venezuela, nunca me recibió. Efectivamente, como fui el primer relator que visitó Venezuela, pensé que la oficina me daría un apoyo sustantivo, lo que no fue el caso. Tuve que hacerlo yo, sin una ayuda importante. Claro que, la oficina si me dio ayuda logística, pagó mi vuelo y mi hotel, pero desde el día que Venezuela accedió a mi solicitud de visitar el país en misión especial, la Oficina me dio la espalda. No hubo entusiasmo alguno por mi visita y hasta trataron de convencerme de no ir. ¡Una situación surrealista!
¿Qué podemos esperar de Biden y de la Unión Europea?
Es necesario que Biden y que la Unión Europea se separen del señor Juan Guaidó. El carnaval y la mascarada deben olvidarse, puesto que nunca tuvo apoyo del pueblo Venezolano y carecía de toda legalidad y legitimidad. Era una farsa demasiado burda querer invocar el artículo 233 de la Constitución de Venezuela, que de ninguna manera podía aplicarse en el caso del Sr. Guaidó. Pero nadie quiere perder la cara. Los EE.UU., Canadá, el Reino Unido y varios países Europeos han dicho tantas mentiras y tantas necedades sobre Venezuela; que es difícil dar marcha atrás. Hace falta la mediación del Papa Francisco, del Secretario General, Antonio Gutérres, de la alta Comisionada, Michelle Bachelet. Nadie quiere hacerle un favor al Señor Maduro. Pero en nombre de la solidaridad internacional, tenemos todos una obligación con el pueblo Venezolano y hay que mirar hacia el futuro: primero que se levanten las sanciones, segundo que se de ayuda humanitaria a los Venezolanos; que se les permita importar insumos, medicinas, y alimentos. Las Naciones Unidas pueden ayudar enormemente; la OMS, la FAO, el ACNUR. Pero nos hace falta coraje y honestidad intelectual y emocional.