“¿Vamos a permitir que Estados Unidos sea el policía económico del mundo? La respuesta es, No”. La declaración no pertenece a ningún dirigente revolucionario del mundo, sino al ministro de Economía de Francia, Bruno Le Maire. Pronunciadas este viernes 11 de mayo a la cadena de televisión C News TV, el funcionario galo denunciaba la retirada unilateral de los Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán y proponía a la Unión Europea medidas para enfrentar las sanciones que enfrentarían las corporaciones europeas que tengan negocios con Irán por parte de los Estados Unidos.
Este lunes 21 de mayo, luego de la jornada heroica del pueblo venezolano en defensa de su independencia, la administración Trump –convertido de nuevo en juez y verdugo- anunció una serie de medidas ilegales contra Venezuela con las que espera dejar sin efectivo al gobierno revolucionario y producir un estado de conmoción interno que pueda justificar una invasión militar con el objeto de tomar el control de las mayores reservas de crudo del mundo, ubicadas en la Faja Petrolífera del Orinoco, Hugo Chávez Frías y que resultan indispensables para la administración norteamericana para su confrontación con China y Rusia, dos potencias mundiales que, por cierto, han dado su apoyo al reciente evento electoral en Venezuela, al punto que el presidente ruso, Vladimir Putin felicitó al presidente reelecto Nicolás Maduro mediante un telegrama en el que deseó la materialización de un “diálogo nacional” según el «interés del pueblo venezolano en su conjunto».
«El presidente ruso le deseó a Nicolás Maduro buena salud y éxito en la resolución de los desafíos sociales y económicos que enfrenta el país», indicó el Kremlin en un comunicado emitido el mismo día en que Trump anunciaba las nuevas medidas unilaterales e ilegales contra los venezolanos, con las cuales busca impedir la obtención de recursos en el exterior y así bloquear la entrada de alimentos y medicinas. Ya Trump había anunciado hace unos meses impedimentos para transar deuda nueva de Venezuela y de PDVSA, pero ahora prohíbe también negociar la deuda existente e, incluso cobrar facturas, lo cual constituiría un ilícito porque impediría a la petrolera estatal cobrar por los envíos de petróleo a los refinadores norteamericanos.
Ataque al derecho internacional
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, denunció el mismo lunes 21 que Estados Unidos quiere seguir forzando medidas ilegales y en desapego del derecho internacional para torcer el brazo del pueblo venezolano. «Es una locura, una barbaridad y una absoluta contradicción con el derecho internacional», explicó Maduro en su intervención ante medios nacionales e internacionales.
«El pueblo venezolano mostró ayer que no solo su brazo está firme, sino que está en una gran musculatura para fortalecer su democracia, su independencia, su soberanía y que no hay ningún tipo de medida restrictiva, de medida coercitiva, unilateral, ningún tipo de presión— ni siquiera de otras potencias, de ese comandante en Jefe que amenaza con uso de la fuerza teniendo el ejercicio más poderoso —no hay manera de intimidar al pueblo bolivariano, al pueblo venezolano», aseveró al referirse a los comicios en donde resultó reelecto el presidente Nicolás Maduro, realizados en medio del agravamiento de la llamada guerra económica en donde agentes internos incrementan los precios de los productos casi a diario sin que medie ninguna explicación económica más allá del interés de destruir la capacidad adquisitiva de los venezolanos.
«Vamos a seguir con nuestros amigos del mundo, con esta gran patria que es la humanidad. Vamos a seguir abriendo los caminos para la libertad en cada una de las regiones de esta inmensa patria que es la humanidad», expresó Arreaza.
Extraña preocupación
«He firmado una Orden Ejecutiva para evitar que el régimen de Maduro venda o garantice ciertos activos financieros venezolanos, y para prohibir que el régimen gane dinero de la venta de ciertas entidades del Gobierno venezolano», argumentó el inquilino de la Casa Blanca luego de firma sus órdenes ilegales y remató que «este dinero le pertenece al pueblo venezolano», curiosa preocupación para un mandatario que acaba de apoyar personalmente un posible acuerdo entre el gobierno de Mauricio Macri en Argentina y el Fondo Monetario Internacional , mediante el cual el organismo multilateral prestará por lo menos 30 mil millones de dólares, a pesar de que un 75% del pueblo argentino lo rechaza. El pueblo argentino, desde la llegada de Macri al poder, ha experimentado aumentos de hasta 1.000% en los servicios públicos, los cuales seguramente se incrementarán cuando el FMI tome el control de la economía argentina, sin embargo, Trump no muestra preocupación al respecto.
Por otro lado, el diario norteamericano The New York Times dejó claro, mediante un editorial publicado el mismo lunes 21 de mayo, que a los Estados Unidos no le interesa saber si los comicios en Venezuela fueron justos. «El problema en Venezuela no es si Nicolás Maduro ganó otro mandato de manera justa o no. Ni el Grupo de Lima de países latinoamericanos más Canadá, ni los Estados Unidos, ni la Unión Europea reconocieron la elección como legítima. La pregunta es cómo deshacerse de Maduro antes de que termine la destrucción de su país», señala el diario, sin entrar a explicar que gran parte de las dificultades económicas actuales de Venezuela, provienen precisamente de las medidas ilegales que el gobierno de los Estados Unidos ha tomado.