Algunas comparaciones necesarias
Feria del Libro versus genocidio
Mientras el poder imperial y sus aliados continúan perpetrando impunemente el genocidio de Palestina, en nuestra tierra, pese a ser un país también asediado y bloqueado, se realizó el primer capítulo de la edición número 21 de la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven).
El contraste es claro, habla por sí solo. Las fuerzas del capitalismo salvaje, del imperialismo en decadencia, se afanan en destruir y matar, mientras los pueblos rebeldes del mundo intentan enfrentar los ataques y, más allá de la mera supervivencia, crecer ideológica e intelectualmente, pensar, debatir, dialogar.
El primero es un ejercicio constante de muerte; el nuestro es un canto perenne a la vida, a la integridad del ser humano, al derecho a existir, a ser y a estar orgullosos de nuestras raíces.
Los cabecillas de las guerras y los genocidios intentan seguir imponiendo su perversa manera de estar en el mundo, excluyente y supremacista. Las grandes mayorías de la humanidad se rebelan contra esa pretensión. En Venezuela, aparte de estar preparados para cualquier escenario bélico, nos ocupamos en leer, compartir saberes y experiencias, hablar cara a cara, recordar otros tiempos y mirar juntos hacia un horizonte de paz. Fieles al lema de la Filven 2025, acá leemos para humanizarnos, mientras nuestros feroces adversarios, tristemente, se empeñan en hacerse monstruos.
Deporte, cultura y recreación frente a persecución y secuestro
Otro punto de comparación: mientras en Estados Unidos se persigue a los inmigrantes, se les expulsa, se les mete en cárceles pensadas por mentes diabólicas, se secuestra a niñas y niños, Venezuela se esfuerza en avanzar en la masificación de las actividades que nos hacen más humanos: el deporte, la cultura y la recreación.
El país vive grandes momentos deportivos: gana el Campeonato Mundial de Softball y llega a la final en la Serie del Caribe Kids. El legendario equipo Gaiteros del Zulia se coronó campeón de la Superliga Profesional de Baloncesto; los peloteros venezolanos siguen brillando en Grandes Ligas y ya comienzan a soplar los aires del Campeonato de Beisbol Profesional, que arrancará en octubre.
El país también vibra con actividades artísticas de todo tipo. Hay música por doquier; conciertos privados con entradas costosas y otros muy asequibles o gratuitos. Todos llenos de espectadores.
Al finalizar el año escolar, surgen los planes vacacionales. Miles de jóvenes participan como recreadores de decenas de miles de niñas, niños y adolescentes. Muchas instituciones públicas y empresas privadas se esfuerzan por ofrecer esta opción a sus trabajadores.
Sin duda, un país en esa onda positiva hacia su infancia y juventud lo está haciendo mucho mejor que aquel que siembra odio contra el prójimo, asesina niños y niñas o los separa de sus padres y madres. Quienes no capten esta diferencia, deberían pedir ayuda de un profesional de la salud mental o de un consejero espiritual.
Eficiencia y solidaridad contra ineptitud e indiferencia
Los desastres socionaturales ocurren en cualquier parte del mundo. No hay fronteras para ellos. Y en las últimas semanas han afectado tanto a Venezuela y otros países nuestroamericanos, como a Estados Unidos.
Allí surge otro escenario para comparar. En el caso de las inundaciones y aludes ocurridos, principalmente, en las regiones andina y llanera, la respuesta de las autoridades fue eficiente. Se desplegó de inmediato una bien planificada y mejor dirigida operación de rescate de damnificados, activación de refugios, asistencia médica y restablecimiento de la vialidad. Del lado de la colectividad nacional hubo solidaridad y disposición a prestar ayuda. Sólo hizo falta poner orden para frenar las ansias de figuración de algunos políticos y personalidades del mundo de las redes sociales para evitar complicaciones.
En cambio, las inundaciones que azotaron al estado de Texas, EEUU, pusieron al descubierto la ineptitud e indiferencia de los gobernantes de ese país ante las calamidades colectivas. La mano invisible del mercado se vuelve más invisible todavía cuando gran cantidad de personas necesitan ayuda. De no haber sido por los cuerpos de rescate y los voluntarios mexicanos, la pérdida de vidas y los daños habrían sido mucho mayores.
En EEUU tienen las mejores tecnologías para hacer daño a otros países mediante la guerra y las agresiones unilaterales, pero lucen impotentes cuando su propia gente está en apuros. ¡Qué triste!
Elecciones por acá, amenazas y guerra arancelaria por allá
Para cerrar esta breve comparación de Venezuela con el decadente imperio, basta mirar en la perspectiva de los próximos días, cuando se realizarán las elecciones municipales, el segundo proceso electoral nacional en lo que va de 2025, y el tercero si se cuentan los últimos doce meses.
Pese a esta evidencia de una democracia vibrante, EEUU mantiene su cantaleta sobre la existencia de una dictadura en Venezuela. Paralelamente, intentan aplicar sus propias leyes al resto del planeta, mediante el uso de la fuerza militar o a través de la imposición de aranceles.
El impresentable presidente Donald Trump “dispara” amenazas hacia todos lados, incluso algunas para sus más obsecuentes aliados de Europa y Asia. En su más reciente arranque, se lanzó contra Brasil por ser parte del grupo BRICS, aunque alegando otros motivos, relacionados con el estatus judicial del expresidente Jair Bolsonaro.
Así están las cosas: nosotros preparándonos para votar en paz y el imperio decadente dando garrotazos a cualquiera que le pase cerca. Tome usted nota.