Hoy día la comunidad internacional debe asumir sus responsabilidades legales y la deuda histórica con los derechos del pueblo palestino a su existencia, que ha mantenido su lucha por más de 77 años de la injusta Nakba ( Catástrofe) impuesta sobre generaciones
Por: Fadi Alzaben / Embajador de Palestina en Venezuela
El 28 de Mayo conmemoramos el sexagésimo primer aniversario de la creación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), una organización paraguas que aglutina a las diferentes corrientes del proyecto nacional palestino, que ha mantenido su lucha por más de 60 años, y cuyas banderas se mantienen vigentes hasta hoy día.
Iniciadas sus acciones bajo la dirección de nuestro Líder Yasser Arafat, y proseguidas en la actualidad por el Presidente Mahmoud Abbas, la organización no es sólo un marco político que encarna la identidad nacional palestina; sino que fue y sigue siendo la incubadora de todos los componentes de nuestro pueblo y sus luchas en la patria y en la diáspora, a pesar de los actuales intentos para su debilitamiento, marginación y distorsión a los que se enfrenta.
Este aniversario reviste particular importancia ya que se produce a la luz de la continuación de la agresión injusta de la ocupación israelí contra el pueblo palestino, desde el pasado 07 de Octubre de 2023, que ha mantenido asediado y atacado por más de 600 días a nuestro pueblo en Gaza, así como en Cisjordania, y Jerusalén con un lamentable número de mártires en la Franja de Gaza que ya supera más de 54.000, en su mayoría mujeres y niños, y más de 124.000 heridos y otros miles de desaparecidos con la perspectiva de que tales cifras aumenten si no se detiene el genocidio en curso.
A ello se suma la hambruna a la que han sido sometidos los palestinos que aún quedan vivos en Gaza; en medio de una destrucción de más del 93 % de la infraestructura incluidos colegios, hospitales y residencias palestinas. Asimismo, nuestro pueblo en Cisjordania ha sido sometido a nuevos desplazamientos y expulsión de sus tierras, lo cual constituye una continuación de las agresiones en Gaza.
Desde 1964 la OLP ha expresado la aspiración del pueblo palestino a la independencia y la autodeterminación y ha sido hito fundamental en la historia nacional palestina, y una estación de lucha constante en la que renovamos el pacto por nuestro gran pueblo y evocamos un legado de lucha gestado por los primeros pioneros que establecieron la entidad inclusiva y legítima para nuestro pueblo en todos los lugares de su existencia, y donde la fundación de la organización en 1964 no fue sólo una declaración política, sino que fue un momento de transformación estratégica que consagró la Causa Palestina como una causa de liberación nacional frente a la ocupación, y otorgó a nuestro pueblo, a la Autoridad Palestina que es el garante Político Supremo y el único representante legítimo de nuestro pueblo palestino.
Frente a la actual situación que enfrenta nuestro pueblo palestino es necesario fortalecer la unidad nacional, fortalecer a la OLP y su programa de liberación nacional, y trabajar para activar su presencia y su papel en los distintos foros internacionales, como estandarte de la lucha nacional palestina, y referente organizacional político insustituible, que expresa las aspiraciones de nuestro pueblo y sus derechos inalienables.
Hoy más que nunca es necesario señalar que los fundamentos nacionales no son negociables, el principal de los cuales es el derecho a la Autodeterminación y el establecimiento de un Estado palestino independiente y plenamente soberano en las fronteras del 4 de junio de 1967, con Jerusalén Oriental como su capital, así como el Derecho al Retorno de millones de palestinos en la diáspora, los cuales siguen manteniendo su vigencia.
Hoy día la comunidad internacional debe asumir sus responsabilidades legales y la deuda histórica con los derechos del pueblo palestino a su existencia, que ha mantenido su lucha por más de 77 años de la injusta Nakba (Catástrofe) impuesta sobre generaciones.
En este aniversario de la fundación de la OLP, enfatizamos en la necesidad de detener la guerra genocida y hacer frente a los planes de las autoridades de ocupación. Asimismo, es imperiosa la necesidad de detener los crímenes de asesinato, destrucción y hambruna contra el pueblo palestino, los cuales deben estar acompañados de acciones serias y firmes por parte de la comunidad internacional para obligar a la potencia ocupante a cumplir con sus obligaciones, de conformidad con el derecho internacional y en cumplimiento de resoluciones de la ONU. De igual forma es necesario llevarla a la justicia y a rendir cuentas por sus acciones en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este.