En un discurso pronunciado durante una reunión de alto nivel entre comandantes militares, la máxima autoridad norcoreana Kim Jong-un, manifestó su firme respaldo a Irán, asegurando que «Teherán no está solo en esta lucha». Las declaraciones muestran el compromiso de Corea del Norte de defender la integridad del país gobernado por el líder Ali Jamenei.
El líder norcoreano sentenció: «El ejército norcoreano está en alerta máxima. Responderemos a cualquier amenaza contra Irán. Advertimos a los mercenarios del imperialismo global: cualquier acción hostil se enfrentará a una firme resistencia». Además, enfatizó que «una agresión contra Irán es una agresión contra la paz, y no quedará sin respuesta».
Estas declaraciones se producen en un contexto de creciente tensión en Asia Occidental, donde Israel ha intensificado sus operaciones militares, resultando en la muerte de destacados científicos, altos mandos castrenses y civiles. Analistas internacionales interpretan el mensaje como un paso significativo hacia una alianza estratégica entre Pyongyang y Teherán, lo que podría profundizar la polarización geopolítica frente a las potencias occidentales.
Expertos señalan que, de escalar el conflicto en la región, ambos países podrían coordinar acciones conjuntas. La reunión entre altos mandos militares sugiere una posible cooperación en materia de defensa, aunque aún no se han revelado detalles concretos.
Esta postura de Corea del Norte refuerza su posición como actor clave en el escenario global de confrontación, alineándose abiertamente con Irán frente a las amenazas imperialistas.