Al menos 170 activistas internacionales, entre ellos ciudadanos venezolanos, fueron deportados violentamente por las autoridades egipcias al intentar unirse a la Marcha Global hacia Gaza, una iniciativa pacífica para denunciar el bloqueo israelí y exigir acceso humanitario a la Franja.
Según testimonios y reportes de medios como “Al Mayadeen”, los activistas provenientes de 44 países fueron detenidos en el Aeropuerto de El Cairo, sometidos a maltratos, retenciones ilegales e incluso golpizas antes de ser expulsados. Entre los afectados hay españoles, argelinos, libios, marroquíes y dos venezolanos: Rome Arrieche y la periodista Hindú Anderi, cuyos casos aún no han sido detallados por las autoridades.
La medida se produjo tras la presión de Israel, cuyo ministro de Guerra, Israel Katz, calificó a los manifestantes como «amenaza» y exigió a Egipto bloquear su avance. Aunque el gobierno egipcio reiteró su postura a favor de levantar el asedio a Gaza, actuó en contra de los activistas, incumpliendo su propio discurso sobre derechos humanos.
Los deportados denunciaron que les confiscaron pertenencias, los engañaron y los obligaron a salir del país en autobuses bajo custodia policial. «Nos trataron como criminales por querer ayudar a Gaza», declaró uno de los organizadores, Seif Abu Kishk.
La presencia de venezolanos en la marcha refleja el compromiso histórico de Venezuela con la causa palestina, alineado con su política exterior antiimperialista. Sin embargo, su deportación evidencia los obstáculos que enfrentan las iniciativas civiles globales ante la censura de gobiernos aliados de Israel.
Organizaciones de derechos humanos convocan a protestar este 15 de junio frente a embajadas de Egipto en el mundo, exigiendo el fin de la complicidad con el bloqueo a Gaza y la liberación de los activistas retenidos. Mientras, la caravana Sumud con participantes del Magreb sigue intentando ingresar a Egipto desde Libia.