Todo demuestra -según el autor- que la fuerza de los viejos imperios coloniales en el terreno de la disputa de modelos culturales y narrativas, ha mutado al mundo digital y sigue siendo mucho más poderoso incluso que sus propias capacidades militares y económicas”
En la sala del Museo Boliviano, en Caracas, se encuentran numerosos rostros conocidos de la información y la cultura venezolana, ministros y viceministros, como Ernesto Villegas y Raúl Cazal, exponentes del mundo editorial, del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y del poder popular. “Aquí estamos en familia”, comenzó Gustavo Villapol en tono coloquial, la presentación de su libro La dictadura global del algoritmo, editado por Vadell hermanos y Colección Cuatro F con prólogo de Miguel Ángel Pérez Pirela.
Antes que él, la editora Valentina Vadell había explicado las razones de dar voz a un volumen riguroso pero fácil de leer, ya que Villapol, director del semanario Cuatro F, es también diputado por un partido, el PSUV, capaz de conjugar conciencia y práctica, en una dialéctica organizativa permanente. La dictadura global del algoritmo es un ensayo de extrema actualidad que aborda, en clave histórico-política y con el marco teórico necesario, los nuevos instrumentos de dominación desplegados por el gran capital internacional para contrastar, desviar y aniquilar al sujeto destinado a enterrarlo, el proletariado.
Un proyecto hegemonizante –escribe el filósofo Pérez Pirela– “que cada vez más, muestra sus ínfulas políticas, geopolíticas, sociales y hasta psicológicas”. La guerra digital, epicentro de la guerra multifacética que se nos impone, cuyo bastión es la guerra comunicacional, plantea pues nuevos y audaces desafíos a nivel tecnológico, pero también antropológico y humano. Pirela los explica al público, despertando interés y curiosidad por un libro que pretende sugerir algunas salidas a un embudo –el algoritmo– diseñado por un puñado de empresas, en su mayoría controladas por Estados Unidos y sus estructuras de poder global.
Retomando algunos datos de su ensayo anterior, Los amos del significado, Villapol recuerda que, de los 15 principales proveedores de servicios de alojamiento en internet, 11 son estadounidenses y los otros 4 están en países del bloque de la Otan; de las 15 principales empresas que ofrecen servicios de alojamiento en la nube, 12 son de empresas en países de la Otan y 3 son Chinas; y de las 15 principales empresas de redes sociales, según el informe estadístico de 2024, 11 son empresas aliadas del bloque de la Otan, tres chinas y una rusa.
El poder del algoritmo, que selecciona y censura contenidos no deseados para el sistema dominante, emergió con ferocidad durante el genocidio contra el pueblo palestino, el genocidio más “televisado” de la historia, y también el más ocultado por la fuerza tecnológica e ideológica del régimen sionista. “Israel” es el tercer centro de innovación del mundo en términos de número de startups financiadas, después de San Francisco y Nueva York y por delante de Londres, Boston y Los Ángeles. En el decenio 2013-2022 ocupa el sexto lugar, superado sólo por los centros estadounidenses y chinos. Israel también ocupa el quinto lugar en número de rondas de financiación superiores a 50 millones de dólares.
En el capítulo titulado “El caso Venezuela, un campo minado digital”, Villapol muestra las razones y las consecuencias del ataque multifacético a Venezuela, en el objetivo de la Guerra Híbrida Global, llevada también a través de la escalada de una histeria digital para borrar su modelo socialista y las esperanzas despertadas en el pueblo.
“Todo demuestra -según el autor- que la fuerza de los viejos imperios coloniales en el terreno de la disputa de modelos culturales y narrativas, ha mutado al mundo digital y sigue siendo mucho más poderoso incluso que sus propias capacidades militares y económicas”.
Se trata -como dice el subtítulo del libro- de “una batalla por la humanidad”, lo que implica, ante todo, el conocimiento del enemigo y de las teorías que llevan a construir una reflexión crítica sobre el mundo digital y los algoritmos. Para introducir al lector en los secretos de las tecnologías que gobiernan el ciberespacio, Villapol indica treinta autores: Marshall McLuhan y su famosa frase “el medio es el mensaje”, unos de los pioneros en este campo; Evgeny Morozov, con su contundente critica del tecno-optimismo que rodea a las innovaciones digitales; Cathy O’Neil, que en su libro Armas de destrucción matemática, esplora cómo los algoritmos y los modelos de Big Data pueden perpetuar la desigualdad y amenazar la democracia; Taina Bucher, que en el libro Si… Entonces: poder y política algorítmica, ofrece elementos importantes de análisis sobre la relación entre la omnipresencia de las redes sociales y la participación política.
A partir de aquí, una pregunta crucial recorre el libro: ¿Podemos, en Venezuela y América Latina, desarrollar plataformas digitales autónomas que respondan a las diferentes necesidades y valores de las sociedades que pretenden orientar el desarrollo a favor de los sectores populares y no de los intereses de las élites?
En informática, un algoritmo es un procedimiento computacional utilizado para resolver un problema más o menos complejo: desde ordenar una lista de nombres hasta guiar las delicadas operaciones de una misión espacial.
El campo de los oprimidos que luchan por su liberación, sin embargo, implica un cálculo mucho más complejo y articulado: el análisis de las fuerzas en juego, la asunción de los costos a asumir para combatir con conciencia, creatividad y acción colectiva la batalla asimétrica contra un modelo capitalista en crisis estructural, que no tiene nada más que ofrecer a la humanidad.