Por: Carolys Pérez.- Aquí estamos, sobre el mar, sobre el tiempo haciéndolo nuestro estamos batallando 115 años después, entendiendo nuestro tiempo histórico y construyendo la historia presente para los días que vendrán. Esta es una semana en la que el llamado a combatir, a repensar las ideas que tenemos sobre la construcción de y hacia las mujeres se repite como un eco en las conversaciones, lo veíamos y escuchábamos en el reciente “Encuentro Mundial por la vigencia del pensamiento bolivariano del Comandante Hugo Chávez”; donde mujeres intelectuales, campesinas, militares, científicas, comuneras, diputadas, entre otras; debatíamos en salones y pasillos conscientes de que estamos en un momento de muchísimas transformaciones, que traerán sin duda un alto impacto en la mirada que nos encuentra y se encontrarán las mujeres siguientes ante nuestra propia historia. Pues hemos entendido que hablar de igualdad de género, de sororidad, de paridad no es cosa solo de discursos.
Te puedeinteresar
Somos las hijas de Lilith, de nuestras madres originarias, de Clara, de las trabajadoras de la fábrica, de las sufragistas, de la montaña, las hijas del 4 de Febrero, de Milagro Sala, las hijas de Bertha Cáceres, las hijas de Mariel, las hijas de Argelia, de María, de Judith; somos las que organizamos la comunidad, las que aceleramos el paso y llamamos a la calma. Somos la Revolución Socialista, Bolivariana y Feminista. Las mujeres nos hemos propuesto un reto: construir en unidad un camino de justicia y participación colectiva, que nos nombre en tiempo presente, que nos involucre y que sea un escudo en la defensa de esta Patria/Matria que tiene inicio en nuestra intimidad.
Somos y ya no tenemos miedo.
Hoy seguimos luchando, seguimos marchando, trabajando, escribiendo, construyendo, sintiendo, resguardando, resistiendo, abriendo y seguiremos por los siglos de los siglos hasta lograr el mundo de igualdad, justicia y paz que nos planteamos. Entre más nos separen más estaremos unidas y esa es la forma de romper el muro.
Lo vamos a lograr, porque desde ya estamos venciendo.
¡Venceremos!
¡Palabra de mujer!
