¿Por qué salieron a votar 6 millones de personas en un ambiente de adversidad por la instigación mediática, económica y cultural orquestada desde Estados Unidos y que va dirigida a atacar la espiritualidad de nuestro pueblo?
El 9 de diciembre de 2018 fue un día complejo. Por una parte se celebraba en Venezuela las elecciones número 25 desde aquella del 6 de diciembre de 1998 en que el comandante Hugo Chávez le ganó al oligarca valenciano Salas Röhmer. Por otra parte, en Francia, el gobierno represivo de Emmanuel Macron dejaba un saldo de 1.700 detenidos y 264 heridos en un «sábado negro» conocido como la crisis de los «chalecos amarillos». Días antes, el 29 de septiembre, el mandatario francés en vez de hablar sobre su país vociferaba su preocupación por la crisis económica en Venezuela. En horas de la tarde de ese 9D Macron firmó un comunicado en el que culpa a Maduro de financiar las protestas en París. En la esquina de Pajaritos, Tibisay Lucena, en su rol protagónico nocturno en fechas electorales, informó al país el triunfo del Partido Socialista Unido de Venezuela de casi todos los concejales de los 335 municipios del país.
El 10 de diciembre, Kimberly Breier, secretaria de Estado adjunta de Estados Unidos, instó al gobierno de Maduro a «restablecer» la democracia en Venezuela ya que su gobierno consideró «profundamente defectuosas» las elecciones de concejos municipales que se celebraron el domingo en medio de una masiva abstención, como informó el lunes la embajada gringa en Caracas. Macron esta vez no habló de Venezuela, aunque esas eran las órdenes de su jefe Trump, ya que no tuvo otra opción que declarar el estado de emergencia económica en Francia a través de un mensaje televisado. Trump lo llamó a los pocos minutos y le preguntó. – ¿No vas a hablar de Venezuela? – oui, oui, excusez-moi, patrón, fue su timorata respuesta.
En las elecciones municipales del 8 de diciembre de 2013 votaron 11 millones 122 mil 281 personas, es decir, el 58,13% del padrón electoral, pero en ellas se elegían, además de los 2523 concejales, a 337 alcaldes. En esa oportunidad el Gran Polo Patriótico obtuvo 256 alcaldías y la Mesa de la Unidad Democrática 81. En las elecciones regionales y locales de Venezuela de 2008 del domingo 23 de noviembre de 2008 votaron 11 millones 52 mil 674 personas (65,45%), pero en ellas se elegías, además de los concejales, a los gobernadores y alcaldes. El Partido Socialista de Venezuela obtuvo 17 gobernaciones y 272 alcaldías, mientras que la oposición se conformó con 5 gobernaciones y 54 alcaldías.
En estas elecciones, el PSUV obtuvo 9 de 11 concejales en Baruta. En ese municipio mirandino el chavismo obtuvo 18.207 votos, mientras que 16.320 fueron para la alianza del Movimiento Ecológico, PAP y La Fuerza del Cambio y 11.065 sufragaron por la alianza de Copei, MAS y Avanzada Progresista. La oposición logró 6 de 7 concejales en la Cámara Municipal de Chacao. Jorge Chayeb del PSUV obtuvo la otra plaza. En ese municipio, el Partido Patria Para Todos obtuvo un apoyo popular digno de analizar. En algunos sectores, como por ejemplo en el Colectivo Alexis Vive, se dieron movilizaciones de votantes por líderes locales que robustecen la democracia.
La pregunta de rigor es la siguiente: ¿Por qué salieron a votar 6 millones de personas en un ambiente de adversidad por la instigación mediática, económica y cultural orquestada desde Estados Unidos y que va dirigida a atacar la espiritualidad de nuestro pueblo? Sabemos que el tío Sam hace todo lo imposible por posicionar la matriz de que Venezuela entra en una etapa de crisis humanitaria por falta de alimentos, agua y medicamentos. Para tal fin, explicaba el almirante Kurt W. Tidd el 25 de febrero de 2016, que “doctrinariamente hay que responsabilizar al Estado venezolano y su política contralora como causal del estancamiento económico, la inflación y la escasez”. ¿Cómo Estados Unidos pretende intensificar el derrocamiento definitivo del chavismo y la expulsión de Maduro de Miraflores? Tidd lo explicaba ese día: “Nuestra tarea es socavar el apoyo popular, alentar la insatisfacción popular aumentando el proceso de desestabilización y el desabastecimiento; incrementar la inestabilidad interna a niveles críticos, intensificando la descapitalización del país, la fuga de capital extranjero y el deterioro de la moneda nacional, mediante la aplicación de nuevas medidas inflacionarias que incrementen ese deterioro; obstruir todas las importaciones y al mismo tiempo desmotivar a los posibles inversores foráneos”.
Mientras más atacan al pueblo, éste, en su condición de montaraz, rebelde, crítico, pero profundamente claro, celebrará las navidades, año nuevo y el 10 de enero colmará las calles para celebrar la toma de posesión del presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, le duela a quien le duela, ¡Entendieron, Trump y Macron! ¿O quieren que les cuente lo que le hizo el pueblo convertido en Ejército Libertador el 9 de diciembre de 1824 en Ayacucho al rey Fernando VII? ¡Vengan, Trump y Macron, se los voy a susurrar en sus oídos, bajito para que más nadie oiga: el León de Castilla fue humillado desde el Orinoco hasta el Potosí! ¿Entendieron? ¿Ven lo que les pasa a quien se mete con nosotros?