Por: Richard Canan
Entre amenazas, la derecha fascista persiste en mantenerse en la senda del golpismo, el bloqueo financiero y la invasión militar contando con el beneplácito del imperio que los aúpa y protege. Su agenda suicida no tiene vuelta atrás, están resteados los de la extrema derecha, que ya hipotecaron y subastaron todos los activos de la patria en sus oscuras negociaciones con los verdugos imperiales.
Quemaron todos los puentes. Están manejándose al borde de la legalidad, violando olímpicamente la Constitución Bolivariana, al imponer a un triste e insípido personaje (otro sifrino sin sal) como presidente usurpador, sin que nadie en Venezuela haya votado por él y sin que se cumplieran ninguno de los supuestos previstos en la Constitución.
Solo hay una vulgar usurpación por parte de gente enajenada y frenética, guiada exclusivamente por el odio y la sed de venganza. No les importa arrasar con el espíritu democrático del pueblo venezolano, que siempre ha ejercido sus derechos políticos mediante el sufragio directo. Para ellos la legitimidad de su “gobierno” se basa en la tumultocracia (gritos frenéticos de sus huestes), ser tendencia (trending topic) en las Redes Sociales o por contar con el “reconocimiento” falaz del Imperio Norteamericano y sus cachorritos falderos del Cartel de Lima.
Todo este envalentonamiento de la extrema derecha criolla se ampara en este desenfreno imperial, de apoyar el golpe de Estado y forzar una salida de fuerza al mismo estilo aplicado contra Irak, Libia o Siria. En casi todos esos países, el Imperio Norteamericano construyó mentiras y falsas acusaciones para justificar sus ataques, invasiones y saqueos de los recursos naturales.
Esta vez el método es diferente. Estados Unidos ya no necesita inventar tantas excusas porque tiene a sus cipayos criollos actuando públicamente para dar cobertura y justificar todos los desmanes del Imperio Norteamericano. El usurpador Guaidó actúa libremente como agente imperial, como vocero y partner de los sanguinarios Halcones gringos. No se extrañen que próximamente lo condecoren con la medalla del “norteamericano ejemplar”, por sus extraordinarios servicios prestados al imperio. Poco a poco se irán revelando sus reuniones, convites y “agendas” de trabajo realizadas personalmente con la alta nomenclatura norteamericana para diseñar y ejecutar el golpe de Estado. Se sabrá cuántos millones de dólares han entrado a sus insaciables y avariciosos bolsillos.
Por eso los gringos y sus lacayos en el continente ya no se ocultan como antes. Su nuevo intento de golpe es abierto, descarado, violentando todas las normas y tratados internaciones. Basta ver al enajenado Trump (cuyo propio gobierno ha estado al borde del colapso por el cierre presupuestario) atreviéndose a emitir un desvergonzado comunicado desde la Casa Blanca: “Hoy, estoy reconociendo oficialmente al Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, como Presidente Interino de Venezuela”. Para luego su agente de Guerra, el secretario de Estado Pompeo, señalar que Estados Unidos “mantendrá relaciones diplomáticas con Venezuela y las conducirá a través del gobierno de Juan Guaidó, quien se juramentó este miércoles como Presidente Encargado de Venezuela”. Todo un montaje violatorio de nuestra soberanía, independencia, Constitución y demás leyes de la República. Desde la época de la Capitanía General de Venezuela un imperio extranjero no nombraba a una autoridad en nuestro territorio, tamaño acto de desfachatez ha realizado Guaidó, el norteamericano ejemplar, pisoteando las tumbas de nuestros próceres que nos dieron la libertad y la preciada independencia. Guaidó es un cipayo del imperio.
Ante tanto acoso, países amigos y distintos actores mundiales han llamado a la cordura y a detener la confrontación impuesta por Estados Unidos. El propio Antonio Guterres, secretario general de la ONU señaló que “Lo que esperamos es que el diálogo sea posible y evitar una escalada que nos llevaría a un tipo de conflicto que podría ser un desastre para el pueblo de Venezuela y para la región”; y dijo además que “Los gobiernos soberanos tienen la posibilidad de decidir lo que quieran”. Nada de intervención extranjera.
Nuestra contraofensiva está en marcha. Mantener la paz interna mediante la movilización popular. Y, desde el punto de vista internacional, utilizar la diplomacia de paz como nos orientó el comandante Chávez. Por eso nuestra magistral defensa en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde nuestro país logró el apoyo de 19 países que respetan nuestra soberanía y apuestan por el diálogo y la paz; frente a 16 países, liderizados por Estados Unidos, que siguen empeñados en la intervención militar y la injerencia extranjera. Pues fueron derrotados. Esta instancia internacional no podrá ser utilizada como plataforma legal que justifique y avale los ataques del Imperio Norteamericano en contra de nuestro país. Venezuela denunció, a través del canciller Arreaza que “El intento de Estados Unidos por llevar a cabo un golpe de Estado en Venezuela es evidente y que este debería ser condenado por el organismo”. Es decir, algún día Estados Unidos deberá pagar por todos los crímenes que ha cometido con sus invasiones por todo el planeta. No más impunidad.
Volviendo a Venezuela, destaca que en todos los actos del usurpador Guaidó esté rodeado exclusivamente del sifrinaje proveniente de las filas de Voluntad Popular. En esta cacería de brujas para asaltar el poder político, pareciera que han dejado por fuera, como a la guayabera, a los líderes de AD, UNT, Avanzada Progresista y al caprilismo que aún milita en Primero Justicia.
Sigue el golpe de Estado en desarrollo, a punta de tumultos y amenazas crecientes del Imperio Norteamericano. La derecha está en modo goteo, sin poder superar sus graves carencias de fuerza popular, de masa. Por eso siguen inventando disparates inaplicables para engatusar a sus despistados seguidores. Su cacareada “Ley de Amnistía” no busca para nada perdonar a los “arrepentidos” Chavistas. No, su verdadero objetivo es permitir la liberación inmediata de criminales condenados por terrorismo, como Leopoldo López (líder y mentor de Guaidó), para que pueda presentarse de candidato en unas hipotéticas elecciones presidenciales. No saben nada. Esta es tremenda perla. Su verdadera jugada.
Las fuerzas revolucionarias se mantienen activas y desplegadas. Siempre en contraofensiva enfrentando y repeliendo cada nueva amenaza. Vamos a defender nuestra independencia y soberanía nacional.