Lo que viene es un verguero, el clarin de la confrontación resuena con furia, nosotros los patriotas dispuestos a defender lo nuestro debemos saber que nos estamos enfrentado cara pelada y pecho al aire a las mafias de casas de cambio (Dólar Today y derivados), a los patrones del narcotráfico colombiano y su instrumento el narco Estado y Gobierno Colombiano y a sus guardias custodios el ejército gringo.
Es indudable que también estamos confrontado a las mafias cívico militares del lado venezolano que mimetizados rojos rojitos se han incrustado como sanguijuelas en el sistema vital del Estado y se han enriquecido al amparo de nuestra negligencia haciendo el triste papel de quintas columnas.
La nada sutil guerra económica da un giro de tuercas y ya se abre al magnicidio, asesinatos selectivos y uso de fuerzas con paramilitares, mercenarios y militares. Las fuerzas del mal se despliegan, saben de nuestro plan y harán lo necesario para detener su exitosa ejecución.
Ninguna mafia en el mundo, y la oligarquía colombiana no es la excepción, se dejará quitar el negocio sin dar batalla, sin intentar todo para sobrevivir. El negocio del contrabando de gasolina, alimentos y la producción de cocaína suma muchos miles de millones de dólares americanos, le estamos quitando más de 18 mil millones de dólares eliminando el contrabando de gasolina, ninguna pelusa.
Ni hablar del rédito político que les da la escasez de alimentos, la hiperinflación, la falta de efectivo y el deterioro acelerado de la calidad de vida del venezolano
En su oportunidad la sola aprobación y anuncio del paquete de Leyes Habilitantes, entre ellas la de tierras e hidrocarburos por parte del Presidente Chávez desató la furia de la oligarquía venezolana que para defenderse promovió el paro patronal, paro petrolero y finalmente el golpe de Estado.
El plan de recuperación económica puesto en marcha por el Presidente Nicolás Maduro tiene la misma carga explosiva de las leyes habilitantes y por ende será de nuevo un detonante de la contraofensiva apatrida.
Ruego a los dioses que nuestra dirección político militar esté consustanciada con el momento histórico, que estén comprometidos con el plan de recuperación económica y que tengan la perspectiva y dimensión de lo que significaría otro pote de humo, la improvisación y otra promesa incumplida que nos conduzca al fracaso y con ello a la posibilidad cierta e inminente de perder la Quinta República.
Nunca antes en estos últimos años la demanda e instrucción de unidad, lucha, batalla y victoria formulada por el Comandante Chávez ha tenido tanta vigencia y pertinencia como hoy, solo unidos es posible ir al combate y una vez más salir victoriosos, no es cualquier unidad, es unidos entorno al plan de la patria, la Constitución de la República Bolivariana y el liderazgo del Presidente Nicolás Maduro.
Nicolás cuenta conmigo pa’ las que vengan, y pendiente y vista con quienes no sumen a favor del logro de los objetivos propuestos, te recomiendo que declares «estado general de sospecha» como dijo alguna vez el camarada Otaiza.
Samuel Sánchez