El año 2022 comienza con numerosos logros en proceso de consolidación
Vacunas y prevención
Uno de los grandes logros de 2021 fue mantener bajo control la pandemia de covid-19, pese a los esfuerzos de los países con gobiernos enemigos (y sus aliados locales) para impedirnos el acceso a las vacunas.
Fue una conquista compartida por el Gobierno nacional, las organizaciones del Poder Popular y la ciudadanía en general, que mantuvo en vigencia las medidas preventivas y acudió a las jornadas de vacunación.
En 2022, ese avance tiene que fraguar completamente, también con la participación de todos los sectores, bajo la conducción prudente de las autoridades sanitarias.
Con la vacunación de refuerzo y con la conciencia colectiva, será un año de menos estrés para un sistema sanitario que tiene por delante el reto de atender también con diligencia y eficiencia todos los otros problemas de salud que aquejan al pueblo, muchos de los cuales se han rezagado por la pandemia.
La vía electoral y sus desafíos
El año comenzó, muy inusualmente, con un proceso electoral, el de la gobernación de Barinas. Ese primer acontecimiento político del 2022 ha dado mucho material para la reflexión y el trazado de estrategias.
El hecho de que haya triunfado ampliamente la candidatura opositora es un contundente golpe para quienes han sostenido, contra toda evidencia, que el sistema electoral venezolano es fraudulento.
El resultado sumergió a los promotores del abstencionismo en sus añejas contradicciones. Dejaron claro, una vez más, que solo creen en el voto cuando ganan, algo que desdice de su carácter democrático.
El Gobierno, el Partido Socialista Unido de Venezuela y el candidato, Jorge Arreaza, dieron una encomiable demostración de respeto al dictamen popular y a la institución del sufragio, desmintiendo —una vez más— las matrices de opinión del imperio y sus lacayos.
En el todavía recién nacido 2022, a la Revolución le toca el desafío de analizar lo ocurrido en el microcosmos barinés y asumir los correctivos que sean necesarios. A las oposiciones les toca abandonar, de una buena vez, las estrategias antidemocráticas y concentrarse en acordar una propuesta de país para formularla al electorado en los procesos que están por venir.
Ahora, contra la «otra inflación»
Reportan los expertos que Venezuela ha superado la hiperinflación que la ha azotado durante varios años, lo cual es un logro descomunal, dados los desmanes que ese fenómeno económico-político le ha causado a la población, especialmente a los sectores más vulnerables.
Esa excelente noticia no es, sin embargo, motivo para ponerse a celebrar y volver a tiempos de dispendio y bochinche, como diría Francisco de Miranda. Por el contrario, es apenas un estímulo para seguir desarrollando estrategias antiinflacionarias más efectivas y precisas.
Derrotada la hiperinflación, queda en escena la inflación a secas, que sigue haciendo mucho daño y acentuando desigualdades socioeconómicas inaceptables bajo la lógica del socialismo.
Los renovados esfuerzos tendrán que centrarse ahora en recuperar el salario real de los trabajadores y las trabajadoras, tanto en actividad como en situación de retiro. Los servidores públicos, y muy especialmente los de los ámbitos de la salud y la educación, requieren de respuestas urgentes.
Petróleo y gasolina
El año arranca con anuncios auspiciosos sobre el incremento de la producción y exportación de petróleo y la mejora en el suministro de gasolina para el mercado interno.
Esto podría significar un cambio sustancial respecto a los años anteriores, tanto en lo que respecta a los ingresos fiscales del país, como en lo que se refiere al surtido de combustible en las estaciones de servicio en el territorio nacional.
Se debe tener en consideración que la caída de la producción petrolera y la crisis de la gasolina y el gasoil fueron precipitadas con premeditación y alevosía por el imperio estadounidense y sus secuaces locales. Así que estos repuntes en ambos indicadores son, ni más ni menos, una victoria popular.
Toca, en 2022, consolidarla y evitar que nuevas artimañas de los enemigos de la sociedad puedan revertir estos avances hacia la normalización de la vida nacional. En el caso de la gasolina se impone también mejorar los controles; para evitar que factores internos continúen haciendo de su escasez y precio subsidiado un jugoso negocio particular.