1.- Guerra de Guerrillas Vs. Guerra de Posiciones. En Apure, tropas irregulares desarrollan una modalidad táctica marcada por un despliegue en pequeños grupos armados, gran movilidad, utilización permanente del factor sorpresa; y el continuo intento de mantener la iniciativa en los combates. La iniciativa táctica se funda en su flexibilidad operativa, conocimiento del terreno y utilización de la inteligencia humana; a partir del control ejercido sobre la población fronteriza. Defender posiciones no basta para derrotar a quienes apelan a la guerra de guerrillas. El mayor equipamiento, superioridad numérica y mayor capacidad aérea por sí solo no garantiza la victoria.
2.- Guerra de Desgaste Vs. Guerra de Aniquilamiento. En la etapa actual, los grupos irregulares desarrollan una guerra de desgaste contra la FANB. En el plano táctico implica una guerra de guerrillas orientada a un desgaste estratégico que conduzca a la implosión político-militar del gobierno bolivariano. En efecto, el plan del Pentágono contempla convertir la zona fronteriza en cabeza de playa para posteriormente lanzar operaciones sobre objetivos estratégicos, de alto valor, ubicados en el centro de Venezuela. Sin embargo, en esta etapa, el enemigo no intenta controlar el territorio ni conquistar posiciones, razón por la cual evitará trabar combates armados frontales; a menos que su victoria sea altamente probable. Por ello, es improbable que afrontando el desafío con una guerra de aniquilamiento, se logre eliminar la amenaza.
3.- Guerra Irregular Vs. Guerra Regular. La guerra desarrollada por los Estados está regulada por el derecho internacional público. A fin de evitar el costo político de una intervención militar directa que violente las normas jurídicas internacionales, la Doctrina Militar estadounidense acuñó la tercerización de la guerra como una de sus ideas centrales. Paramilitares, empresas de seguridad, mercenarios u organizaciones como ISIS son el brazo ejecutor de los planes militares de la Casa Blanca. En Apure no enfrentamos a un ejército convencional, contra la FANB desarrollan una guerra irregular, no establecen un frente definido, la violencia criminal sustituye el uso reglado de la fuerza militar, se difumina la diferencia entre población civil y combatientes. Esa modalidad de guerra está concebida para derrotar una estrategia de guerra regular.
4.- Operaciones de Decisión Rápida y Operaciones en Líneas Interiores. Los grupos armados que operan en Apure procuran rápidas victorias en combates fugaces que impidan a la FANB desplegar todo su poderío militar. Dichos grupos operan en las líneas interiores de la FANB, no defienden territorio, se dispersan en pequeños comandos de gran movilidad para atacar posiciones defensivas, la retaguardia o las tropas venezolanas en sus desplazamientos. Descifrar el modo de operar de estos grupos es necesario para evitar bajas propias y enfrentar desafíos militares futuros.
5.- Insurgencia Vs. Guerra Contrainsurgente. Las insurgencias en Irak y Afganistán, luego de las últimas invasiones lideradas por EE. UU., son casos que evidencian que la superioridad técnico-militar no garantiza la victoria. El caso de Colombia, país en guerra desde hace décadas, revela que las organizaciones políticas revolucionarias no han sido aniquiladas aún aplicando una guerra contrainsurgente. Esto obedece a que las causas económicas, sociales y políticas que originan el conflicto permanecen inalterables. En consecuencia, como toda guerra es continuación de la política, siguiendo la máxima de Clausewitz, se impone crear una estrategia político-militar integral. La situación en la de Apure y en todas las fronteras venezolanas requiere una política de Estado más acabada; capaz de lograr la transformación socio-económica de esas áreas y particularmente, atender las demandas de la población.
6.- Guerra de Resistencia en Venezuela. La estrategia militar perfilada en el Concepto Estratégico Militar se funda en una hipótesis de conflicto acertada y traza una clara estrategia al respecto. El Pentágono apela a una amplia gama de doctrinas políticas y militares para derrotar a la Revolución Bolivariana. Esto se expresa, de conformidad con la fluctuante correlación de fuerzas, nacional e internacional, en importantes variaciones tácticas en el plano político-militar. Esto demanda una extraordinaria versatilidad del pensamiento militar venezolano y, principalmente, de su planeación táctico-operacional. Los documentos oficiales de la Doctrina Militar de EE. UU. y Colombia trazan planes que son retos para la Seguridad y Defensa integral de la Nación.
7.- El tránsito a la Guerra Convencional. La Doctrina Damasco, las recientes maniobras militares colombianas realizadas por la Fuerza de Tarea de Armas Combinadas del Ejército Nacional en la Guajira, los constantes ejercicios militares conjuntos entre el Comando Sur de EE. UU. y Colombia y especialmente, el venidero ejercicio multinacional de seguridad del Caribe (Tradewinds 2021) dirigido por el Comando Sur, denotan la preparación de las fuerzas militares de Estados Unidos y Colombia para una guerra regular contra Venezuela. En la planeación militar del Pentágono contra Venezuela no se descarta una agresión militar acometida por las FF. AA. colombianas o incluso, aunque menos probable, una intervención militar directa de EE. UU. Los sucesos de Apure serán aprovechados para crear condiciones en función de sus planes.
8.- Doctrina Militar Estadounidense Vs. Guerra de Resistencia. La superioridad aérea, la informatización de los asuntos militares y la tecnología de punta aplicada tanto a sus sistemas de comando y control de sus fuerzas como al procesamiento en tiempo real de la información de inteligencia, no le garantiza la victoria al imperialismo estadounidense frente a Venezuela. Toda guerra desborda los límites del ámbito militar y es expresión de las condiciones socio-históricas que le dan nacimiento. Para los bolivarianos lo fundamental en la confrontación planteada, con independencia del escenario táctico-operacional, será la población y su compromiso con el Socialismo Bolivariano. La Guerra de Resistencia es en esencia una apuesta anti-sistémica.
9.- Guerra de Resistencia, Política y Filosofía de la Guerra. La Guerra de Resistencia se fundamenta en una filosofía política que impugna al capitalismo, razón por la cual es parte de la lucha por una nueva manera de vivir, cuestión que es en esencia una subversiva batalla cultural. En consecuencia, la Guerra de Resistencia amerita esculpir consensos antisistémicos, aceptar la diversidad y fraguar acuerdos políticos; reconociendo múltiples identidades para forjar una identidad superior en torno a una utopía necesaria concebida como una alternativa al capitalismo neoliberal. En Venezuela, la Guerra de Resistencia se inspira en el internacionalismo bolivariano, se proyecta a Nuestra América y cultiva la unidad desde una praxis anti-imperialista compartida que se orienta a crear un futuro mejor.
@friveroosuna