El pueblo guajiro colombiano de la alta Guajira del Departamento de Santander es atacado por el gobierno de Iván Duque, aseguró la integrante del Movimiento Indígenas Unidos de Colombia (MIUCOL) Isama Cotes.
Su denuncia se debe a constantes actos de violencia durante 15 años contra los aborígenes, quienes son amenazados y perseguidos, y en algunos casos desparecidos por los cuerpos de seguridad colombianos de la zona, que no cuidan sino repelen a los indios comentó Cotes.
Cuando manifiestan por sus derechos a la tierra, la policía desplegada por el presidente Duque, utiliza toda su fuerza para ocasionar maltratos a las familias de las diferentes etnias dijo.
Pero, no solo son maltratados y dejados a un lado, también los oficiales encontrados en las bases militares del Departamento participan en actos de violación y discriminación contra los autóctonos colombianos.
Las víctimas tienen miedo de denunciar a los medios de comunicación e instituciones colombianas porque los mismos oficiales norteamericanos las amenazan y a sus familias, por eso no existe un registro de casos.
Además del acoso violento, están presentes las multinacionales norteamericanas; que desean desalojar a los aborígenes de sus tierras para explotar minerales como el carbón comentó.
Adueñarse de la tierra
“Nos quieren sacar a la fuerza, desean adueñarse del terreno donde vivimos desde hace muchos años para sacar petróleo y carbón, por ejemplo” señaló Cotes, durante su participación en el Congreso Bicentenario de Los Pueblo del Mundo.
Indicó la existencia de la Sentencia 0302, que establece respetar a los aborígenes colombianos en sus tierras, norma no cumplida por el gobierno de Duque, quien es negligente ante las actitudes de los militares estadounidenses y policías colombianos.
Igualmente, hay pistas de aterrizaje de tierra utilizadas por presuntos narcotraficantes; los militares estadounidenses no los atacan sino los protegen para enviar los narcóticos ilegales.
Ante la situación compleja, decidió venir por vía terrestre al encuentro internacional porque representa una oportunidad para informar de la realidad que está ocurriendo en el Este de Colombia.
Dice no tener miedo porque en Venezuela sucede lo contrario, se apuesta por el respeto al pueblo aborigen, y los toman en cuenta en la gestión gubernamental, hecho positivo porque ayuda a solucionar los problemas.
Agradeció a los organizadores del Congreso porque los trataron con respeto y admiración durante el evento; iniciado el 21 de junio en el Hotel Meliá Caracas.
Sus denuncias fueron recibidas en la mesa sectorial de los Pueblos Indígenas para ser agregadas en el texto final del Congreso internacional. Cotes hizo un llamado a los pueblos a la unión de todos, a pesar de las diferencias culturales.
Admiró como sus hermanos aborígenes venezolanos, son visibilizados en la gestión del gobierno encabezada por el presidente Nicolás Maduro. Espera Cotes en futuro cercano poner en práctica los beneficios sociales y políticos en Venezuela.
Isama Cotes se fue a su país de origen agradecida y admirada por la atención que le dieron durante su participación en el Congreso Bolivariano, y espera venir en otra oportunidad.