Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Paraguay, Perú; estos son los gobiernos que componen el juramento colonial supervisado directamente por Canadá, quien a su vez le rinde cuentas a los jefes verdaderos, los EEUU.
En cada uno de esos gobiernos, hoy la juventud vive un verdadero infierno; a estos Presidentes les gusta muchísimo arrastrarse en la ignominia o donde sea, ya sea en Madrid o cualquier otro lugar Europeo; desde que llegan a la silla presidencial, lo único que anhelan es el momento de la oportunidad para mostrar sus rodillas; no les da miedo para nada atreverse a mentir, asesinar y cualquier otra cosa mal oliente. Cualquier cosa es poco para lograr ser parte de los cortesanos; y no pasa nada si solo son bufones.
En Colombia, al menos 19 muertos y 800 heridos anunciaba la prensa colombiana el 3 de mayo, la mayoría jóvenes, es decir lo que equivale a un salón de clases, es decir 19 familias de luto en solo 1 día.
En Chile, por su lado, el parte fue de 22 asesinados y más de 2.200 heridos, muchos directamente en los ojos, lo que descarta la “casualidad”, ambas cifras son conservadoras ya que las verdaderas son impublicables.
Brasil no puede quedarse atrás con Bolsonaro a la cabeza, en su libro negro. Y pues ni siquiera hablar de Honduras o Guatemala ya que sería tan Dantesco, que hasta el propio Dante Alighieri se espantaría.
Y Perú, no ha hecho más que cambiar a cada rato de “honorables” presidentes en tan solo un año y con pandemia. Esto es apenas un repaso, ya que solo hemos hablado de las manifestaciones más recientes y conocidas.
Ya está visto que las felicitaciones y los elogios recibidos desde todos los rincones de la Comunidad Europea por estos gobiernitos fue por la promesa estafadora de Uribe, Duque, Piñera y Bolsonaro, de acabar con la Revolución de Chávez; se vistieron de gala para esto y lo único que resultó es el desastre que hoy tienen en sus propios países, hicieron una guerra contra los jóvenes, y estos, con heridas, muertos; pero con mucha convicción, van ganando la pelea.
No servirá ni el lujo, la prepotencia, ni la ostentación con la que groseramente anda la oligarquía en Nuestra América; porque en Venezuela tendrán que sentarse con Maduro; ¡así mismo!, se tendrán que sentar con el chofer, con el obrero, con el superbigote; porque, aunque evidentemente Guaidó no es nadie en Venezuela, sí lo es afuera; ya que por designio del norte él es el líder de este grupo mafioso.
Guaidó es el jefe de la oposición que comanda la oligarquía, es el ungido por la casa Blanca para ser el representante de La Casa de Nariño para las negociaciones; y ni porque López, Ledezma, María Corina, Ramos Allup y Patricia Poleo salieron corriendo a darle su solidaridad al títere Duque, y pedirle “por favorcito” al pueblo Colombiano que dejen la “violencia” y repitan “¡estamos contigo querido Duque!” ¡nada! el ungido, el designado por “los rastrojos”, el que queda de la oligarquía en la mesa de dialogo es Guaidó, porque en éste se resume el Cartel del Lima en su Guerra Contra los Jóvenes; y es que Guaidó es bien ladrón, embustero, flojo, farsante, apátrida e interesado, cobarde y arrastrado; características que lo hacen contar con todos los atributos para representar como se debe a ésta en nuestra América.
Este escrito es en honor a los jóvenes Chilenos que lograron su constituyente histórica y a los que aún combaten sin tregua por mas de 3 semanas en Colombia; y que no están dispuestos a “ser el mobiliario para que el Tío Sam pueda sentarse”.
Por: Claudia Orsini