«En política, lo único verdadero, es lo que no se ve».
José Martí
1. Las consecuencias geopolíticas de la confrontación OTAN-Rusia impactan a Nuestra América. Las implicaciones del conflicto militar en Europa serán mayúsculas para el continente. Esto acrecentará la pugna de China, Rusia y Estados Unidos por la influencia política y los mercados de América. Latinoamérica y el Caribe será un territorio clave en la disputa global, un espacio geo-estratégico fundamental.
2. Venezuela, Cuba y Nicaragua se constituyen en Estados importantes para la actual confrontación geopolítica entre las grandes potencias del orbe. Adicionalmente, la historia demuestra que la región de América Latina y el Caribe es considerada por las élites del mundo como un reservorio de materias primas. La política exterior del imperialismo y particularmente, del estadounidense, confirma tal aseveración. La confrontación armada en Europa, las consecuencias derivadas de la imposición de las medidas coercitivas unilaterales contra la Federación de Rusia, los precios internacionales de los hidrocarburos, la dependencia energética europea y el problema mundial de las cadenas de suministros, colocan a Estados Unidos y la Unión Europea en una verdadera emergencia energética con graves consecuencias económicas. Nuestra América es un espacio fundamental para la preservación de la hegemonía estadounidense.
3. La «Guía Estratégica Provisional de Seguridad Nacional» aprobada por Biden define a Venezuela como un Estado relevante para Doctrina Militar norteamericana. El potencial energético de Venezuela, entre otras cosas, coloca al país en el orden de prioridades que tiene EE. UU. en la región. En consecuencia, luego del conflicto entre la OTAN y Rusia, Venezuela será el centro de gravedad de la planeación militar de Washington. La agenda oficial pública de la reunión Biden-Duque contiene como temas a tratar, entre otros, la «promoción de la democracia y la seguridad». Bajo este eufemismo diplomático se oculta el abordaje del diseño militar del Pentágono para la región, los esfuerzos regionales contra la alianza Rusia-China; y especialmente la nueva hoja de ruta para acabar con la Revolución Bolivariana. En ese diseño geo-estratégico, la OTAN será fundamental.
4. Cabe resaltar, que Colombia se adhirió a la OTAN en 2018. Las FF. AA. colombianas ya adoptaron la Doctrina OTAN, estandarizaron sus procedimientos y persiguen la inter-operabilidad mediante un «portafolio de capacidades y entrenamiento» impartido por la Organización. El posible escenario valorado por el Pentágono consiste en utilizar a Colombia para atacar a Venezuela, cuestión que permitiría aprovechar su condición de socio global de la OTAN, para invocar el artículo 5 del Tratado de Washington. El Principio de Seguridad Colectiva contenido en este artículo, obliga a los Estados miembros de la OTAN a desarrollar operaciones militares ante cualquier ataque a un Estado de la Organización. En consecuencia, una eventual confrontación armada inter-estatal entre Colombia y Venezuela, pretendería encubrir una agresión de EE. UU. y la OTAN contra Venezuela. Esto significaría un cambio de táctica militar que podría consistir, en vez de apelar exclusivamente a la tercerización de la guerra mediante paramilitares y mercenarios como viene ocurriendo en Apure; generar un casus belli con el Estado colombiano que permita a la OTAN desarrollar operaciones militares contra Venezuela. En este escenario, Colombia ejecutaría la agresión, los estados fronterizos gobernados por la oposición serían los primeros territorios en sumarse al plan y la OTAN serviría para frenar el apoyo militar de las potencias aliadas de Venezuela.
5. ¿Preparativos para la Guerra? A tono con los lineamientos de la OTAN, la Doctrina Damasco asumida oficialmente desde 2016, pretende preparar a Colombia para una guerra regular. Esto supone una hipótesis de conflicto armado que coloca a Venezuela como su principal enemigo. En efecto, ya Colombia organiza sus FF. AA. de forma versátil, las prepara para múltiples misiones, organiza Fuerzas de Tarea de conformidad con la peculiaridad de los retos militares, estructura sus Comandos Conjuntos y las equipa con nuevas unidades de blindados así como persigue obtener aviones de combate de última generación para lograr la supremacía aérea; entre otras cosas. Ejercicios militares conjuntos, estrecha cooperación militar con el Pentágono, las bases militares estadounidenses alrededor de Venezuela y el despliegue de su Brigada de Asistencia de Seguridad en territorio neogranadino; son parte de los indicios sobre el escenario que se viene perfilando. Biden ya extendió la Orden Ejecutiva 13962 de marzo de 2015 donde califican a Venezuela como una amenaza a su seguridad nacional. Esto significa que contra Venezuela todas las opciones están sobre la mesa.