Estoy muy emocionado de ver cómo la Patria nos convoca. Esta representación tan hermosa de las distintas disciplinas artísticas y de la militancia revolucionaria en el campo de las artes y de la cultura. Quisiera que este acto hubiera sido dispuesto de otra manera, para que las cámaras mostrasen más a quienes están sentados, que a quienes circunstancialmente nos toca estar aquí de pie.
Soy un privilegiado al mirarlos a los ojos desde este lugar. Quiero que me acompañen aquí mis jóvenes viceministros: ¡véngase pa’ca, Rodbexa, Jesús “Chuy”Pérez y el otro que no es tan joven pero algo le queda de juventud: Oscar Sotillo!
Quisiera llamarlos a todas y a todos, pero quiero que me acompañe aquí el ministro del Poder Popular para la Cultura que más tiempo ha estado en estas responsabilidades, nuestro hermano Farruco Sesto. ¡Véngase, Farruco! En los tiempos de Revolución Bolivariana. Y siéntanse entonces generacionalmente representados los cultores y creadores de Venezuela, aquí en este espacio.
Hemos visto a Luis Alberto Crespo bailar. Eso hace el amor a la Patria; baila, canta y declama.
Escuchamos a Ibi Kino. Yo le decía a Farruco: “oye, ¡cómo ha cambiado el arte de la declamación desde Balbino Blanco Sánchez a esta parte!”. Yo quiero decirles, amigas, amigos, que nos llena de mucha alegría, Lilia, Iván, Roberto, Lloviznando Cantos, Sandra, Antonieta Colón, Yorlando Conde, Reinaldo, Leo, tantos y tantas aquí. Poetas, Enrique; Paul Gillman, profesor Benito, Carlos, Corazón Salsero, Javier. Mi hermano que pone a vibrar a las mujeres, Banny Kosta, desde la salsa; Corazón Llanero. Pedro Calzadilla, ¿está por allí? ¡véngase, Pedro! Y no sigo contando porque me quedo corto.
Pero me llena de mucha alegría saber que bastó la afrenta para que se activara el mundo de las artes y la cultura. Para que apenas un mensajito, con apenas unas horas de diferencia, motivara esta movilización. Para que no sintiéramos un segundo de duda al llamado de la Patria. Para que dijéramos “presente” en solidaridad con el pueblo de Venezuela. Para que no quedara ningún tipo de duda de que ese atentado vil, cobarde y frustrado contra el hermano presidente Nicolás Maduro Moros haya sido rápida, inmediatamente interpretado como un atentado contra el pueblo de Venezuela, contra la paz en Venezuela y contra el derecho soberano del pueblo a construir una recuperación económica con justicia social.
Miren: ese atentado es la confirmación de que las medidas que el Presidente Nicolás Maduro Moros apenas ha anunciado están en la dirección correcta. Ese atentado viene a confirmar que Venezuela tiene grandes posibilidades de superar las condiciones adversas en las que se encuentra hoy.
Hay una máxima que dice: si tu enemigo está actuando equivocadamente, ¡no lo distraigas! ¡No lo interrumpas! Si estas acciones que está tomando el Gobierno Bolivariano estuviesen destinadas al fracaso, nuestro enemigo, el Imperialismo norteamericano y la oligarquía bogotana, se hubieran quedado quietecitos para que el fracaso tocara nuestra puerta. Pero su accionar vil, cobarde contra el Presidente Nicolás Maduro, lo que hace es confirmarnos que Venezuela va pa’lante y va a triunfar!
¡Gracias al pueblo de Venezuela por su resistencia heroica de todo este tiempo!
¡Gracias a la mujer venezolana, cabeza y columna vertebral de la mayoría de los hogares! Ha sido la mujer venezolana la heroína de estos tiempos. Ha resistido con dignidad. Ha llevado a sus niños a la escuela. Ha hecho acopio de creatividad para que su niño y su niña puedan salir con bien a construir el futuro que merecen. Nos importan mucho a los padres, a los hombres, pero nunca nos importarán tanto como a la mujer venezolana, y ha sido ella bullicioso y silente protagonista de estos tiempos.
Hace falta, hermanos de las artes, que le hagamos una hermosa canción, un hermoso poema, una hermosa pintura, una hermosa artesanía a esa gloriosa mujer venezolana. ¡Viva la mujer de Venezuela! ¡Gracias, madres! ¡Gracias, hermanas! ¡Gracias, tías! ¡Gracias, abuelas! ¡Gracias, comadres! ¡Gracias madrinas, por todo lo que has hecho en este tiempo! Tu sacrificio y resistencia tendrá premio.
Quiero agradecer al cultor, al artista, a la cultora, al creador de la Patria, por haber dicho presente hoy, por no haber abandonado todos estos meses, durante todos estos años y no haber cedido a la tentación de creer que tu arte es apenas una mercancía, y que tu nombre tiene tarifa. Aquí han estado de pie y resistiendo el más cruel de los chantajes nuestros artistas, cultores y creadores. Una industria cultural, unas corporaciones poderosísimas han estado ofreciendo durante todo este tiempo el espejismo de la victoria y del triunfo individual, con el requisito de arriar banderas y traicionar principios.
Y aquí hay hombres y mujeres que se han mantenido incólumes ante la tentación, y han permanecido firmes y fieles a sus principios, a sus valores, a sus juramentos. Han permanecido fieles a Chávez, a la Revolución Bolivariana, a los más nobles ideales. ¡Honor y reconocimiento a ustedes! Que, además, han hecho suyos los sueños de este pueblo, y que han entendido que su éxito individual es secundario frente al éxito y la victoria de la Patria toda. Han dejado a un lado egos, vanidades, narcisismos, para ponerse en función de la victoria nacional.
Quiero agradecer también a nuestros hermanos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, de la Milicia Nacional Bolivariana, del Ejército Bolivariano, de la Armada Bolivariana, de la Aviación Militar Bolivariana, de la Guardia Nacional Bolivariana y de la Guardia de Honor Presidencial, que rápidamente salieron al paso a la agresión.
Y quiero hacer un reconocimiento y darle las gracias también a un compañero. Ustedes saben que los hombres y las mujeres se prueban en circunstancias difíciles. Es muy fácil que, en la zona de confort, seamos el más valiente de los valientes, la más valiente de las valientes cuando no hay peligro por delante. Es muy fácil que nos la demos de hombrecitos y de mujercitas cuando el peligro no acecha. Es muy fácil que pretendamos juzgar a los demás con un medidor de compromiso revolucionario, un revolucionómetro, cuando estamos frente a la pantalla de un televisor, o frente a la comodidad de una oficina, o de una tarima. ¡Difícil es cuando tienes el peligro enfrente, mantener el aplomo y sentir la tranquilidad que da el compromiso cumplido con la Patria y la fidelidad a unos ideales! ¡Eso sí es difícil, cuando tienes enfrente el peligro y ese peligro no te perturba, sino que te hace todavía más convencido del camino correcto, del compromiso correcto, de eso que llaman ‘el lado correcto de la Historia’!
¡Y eso es, compatriotas, lo que ha demostrado en esos segundos que demandan de ovarios y cojones nuestro hermano, Nicolás Maduro Moros! ¡Gracias, Presidente, por mantenerse de pie, firme, incólume, impertubable, sereno frente al peligro, frente a la amenaza, frente a la cobardía del magnicidio frustrado! ¡Gracias por señalarnos la ruta, el camino! ¡gracias por esa lección de valentía y de entereza! ¡Gracias, compañero! ¡Gracias, hermano! ¡Gracias, Presidente!
¡No es jaladera de bolas, que bolas sobran aquí! ¡No es adulancia! ¡Es el registro de un ejemplo que agradecemos! Compañero presidente: en ese instante, en ese segundo de peligro, usted no vaciló. Pretendió seguir dando su discurso, y seguramente pensaba que su retiro de la escena en ese momento de peligro podría tener alguna lectura equivocada por parte de nuestro pueblo. Podría tener consecuencias. ¡Buen hijo de Chávez! Fue Chávez quien enseñó esa conducta; ¡primero el pueblo!
Y el Presidente Nicolás Maduro, en ese instante de peligro, su primera reacción fue pretender mantenerse en comunicación con nuestro pueblo. Se lo agradecemos, Presidente. Y nos da luces respecto a la conducta de cada uno de nosotros, donde nos corresponda estar. ¡No es tiempo de miedos ! ¡No es tiempo de amilanarse! ¡No es tiempo sino de pelar el pecho al aire, al sol, levantar la frente, mirar firme y que el enemigo, cuando se plante, entienda que no se está enfrentando a un rebaño, a unas ovejas, a un ganado, a una manada! ¡No! ¡Se están enfrentando, señor Trump, se está enfrentando, señor Santos, a los hijos de Bolívar, de Miranda, de Sucre, de Apakuana, de Guaicaipuro! ¡De Hugo Chávez Frías, el invicto, el nunca derrotado! ¡Este pueblo no se rinde! ¡Este pueblo dice presente!
¡Señor Trump, señor Santos: métanse sus drones por donde les quepan! ¡No nos meten miedo! ¡Señor Trump, señor Santos, aquí hay pueblo para’o y pa’ rato! ¡Y si hay un hombre cobarde, por ese hombre cobarde saldrán cien mujeres valientes! ¡Y si alguien traiciona, por ese traidor saldrán mil leales con la Patria!
¡Y por cada dron que vuele, volarán mil papagayos por la vida! ¡Por cada dron de la muerte, volarán mil papagayos por la Humanidad! ¡Por cada mercenario habrá un millón de niños que tienen el derecho a vivir en una Patria independiente y soberana! Y por cada aullido, por cada lloriqueo de los cobardes y traidores, habrá un millón de cantos por la lealtad, un millón de lienzos y pinceles por la vida, un millón de artesanos que labrarán el futuro con sus propias manos. ¡Sonará el rock con Paul Gillman, las maracas! ¡Sonarán los cantos de nuestros jóvenes raperos junto al baile de nuestros joroperos y joroperas! Se enfrenta, señor Santos, a la más diversa y rica mina cultural de América Latina. ¡No es cualquier cosa la República Bolivariana de Venezuela! ¡Estamos llenos de Patrimonio Cultural por todas partes! Nuestras voces, nuestras letras, nuestras cuerdas, nuestros vientos: ¡a esos no los callarán jamás! Y si en el camino quedásemos, vendrán millones de jóvenes y niños a tomar nuestra bandera, a tomar nuestros cuatros, a tomar nuestros pinceles y a continuar construyendo esta hermosa obra de arte colectiva, que es la Revolución Bolivariana, la revolución de Chávez.
¡Viva la Patria Bolivariana! ¡Viva Nicolás Maduro! ¡Viva el Comandante Chávez! ¡Viva las artes por la paz!
Dicho esto, compatriotas, los vamos a invitar, las vamos a invitar a que suscriban de puño y letra, con su firma, el manifiesto en repudio al atentado criminal contra el Presidente Nicolás Maduro, y de compromiso por la paz y la recuperación económica con justicia social, de los artistas, cultores y creadores de la Patria, que estará disponible acá, en este mismo espacio.
/LBR