Tinta cruda
Mientras se desarrollaba en Los Ángeles, California, Estados Unidos, una insulsa reunión, publicitada como Cumbre de Las Américas; cita a la que no asistieron una veintena de presidentes —de un universo de 35 que suma este lado del mundo— algunos representantes de la derecha de este continente, sirvieron con sus locuras, para llenar el vacío de contenidos no generados por la convocatoria gringa; y alimentar así páginas de periódicos, portales de Internet y redes sociales.
En Colombia, en pleno mes del orgullo LGBTQ+, un ciudadano introdujo ante los tribunales un recurso legal mediante el cual recusa a un diputado; alegando que por su orientación homoxesual no debería participar en la elaboración de un proyecto de ley que tiene como fin la prohibición de las denominadas (cosa medieval) terapias de “conversión sexual” que se practican en el país de al lado.
Si la protesta del acusador llegase a prosperar, entonces el parlamento neogranadino tendrá que legislar sobre temas relacionados con la mujer, pero sin mujeres; de afrocolombianos, sin afrocolombianos; de indígenas, sin indígenas; de derechos humanos, sin humanos y así respectivamente.
En Argentina, Patricia Bullrich, aspirante a ser candidata a la presidencia en las próximas elecciones de 2023, lideresa del partido Propuesta Republicana, mejor conocido como PRO, ha prometido hacer “cosas fuertes” si llega a la Casa Rosada. Además, ha agregado que reunirá un gabinete compuesto por personas a “quienes no les tiemble la mano”.
¿Por qué lanza esas advertencias esta especie de María Corina sureña? Porque la antigua ministra de seguridad de Mauricio Macri y antes, de Fernando de la Rua, tiene previsto eliminar 3 mil leyes con la finalidad de acabar con la burocracia (es decir, reducir el papel del Estado), limitar el funcionamiento del Banco Central y, más grave aun, eliminar masivamente todo tipo de planes sociales.
Todos estos planes fueron presentados en compañía de Macri en un escenario de lujo: el Yatch Club de Olivos. Nada de cabecitas negras y todo un mensaje para la derecha y el empresariado argentino.
Y, finalmente, como si fuera un Juan Guaidó cualquiera, Gabriel Quadri, diputado del Partido de Acción Nacional —derecha rancia mexicana— acusó de “blandengue” al presidente Joe Biden “por hacerle daño a Estados Unidos, al Partido Demócrata y a sí mismo”, al no tener “más mano dura contra de los países que no acudieron a la Cumbre de las Américas”.
Alfredo Carquez Saavedra
alfredo.carquez@gmail.com
Caracas