Por Geraldina colotti
En el Segundo Foro Internacional sobre la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), el gigantesco plan de vivienda pública que ya ha entregado más de 2.600.000 casas amuebladas, los huéspedes intercambian información. Al amanecer, la derecha trató de poner en práctica lo que se anunciaba durante días: un intento de golpe de estado que tiene como objetivo provocar una invasión armada de su país. El desafío de la burguesía por el 1 de mayo, fiesta de las trabajadores y trabajadoras, que se preparan para marchar en defensa del presidente Maduro, un ex sindicalista que también los representa simbólicamente.
Leopoldo López, el líder del partido Voluntad Popular que estaba bajo arresto domiciliario, fue fotografiado junto con su colega del partido, el autoproclamado Juan Guaidó. Lo que en Italia sería calificado como una cualquier violación de las normas de seguridad de un detenido, fue «disparado» en las redes sociales como una incursión armada por parte de las tropas golpistas para «liberar» a López de su hogar. Y el bloqueo de la carretera Francisco Fajardo, cerca de una gasolinera en Altamira, fue descrito como una ocupación armada de la base militar de La Carlota, donde los desertores militares estarían protegiendo a López.
Todas las autoridades legítimas de la República Bolivariana de Venezuela se pronunciaron de inmediato: desde el Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, el Tribunal Supremo de Justicia, el Ministerio Público y el Consejo Nacional Electoral, hasta el Ministro de Defensa, Vladimir Padrino López. En nombre del gobierno, el ministro de Comunicaciones, Jorge Rodríguez, fue el primero que comentó la noticia, mientras que la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, invitó al pueblo a quedarse en las calles organizado y a ir al palacio de Miraflores, a donde los golpistas amenazaron con ir.
Durante días, ha habido máxima alerta, pero también la firme determinación de mantener la calma y «preservar la paz». Probablemente debido a este nuevo episodio golpista, el presidente Maduro pospuso su discurso ayer en el II Foro de GMVV.
Guaidó anunció que la «marcha por el fin de la usurpación» comenzaría desde 15 puntos diferentes en la capital. Mientras tanto, todas las televisoras nacionales e internacionales han replicado la línea Trump, y están trabajando para amplificar el mensaje del golpe, tratando de socavar la moral de los chavistas, ya puestos a prueba por la persistente guerra económica y el constante sabotaje a la red eléctrica.
Tan pronto como el anuncio del nuevo aumento de salarios y pensiones decidido por Maduro para el 1 de mayo se publicó en el la Gaceta Oficial, se distribuyó el aluvión de la derecha: para afirmar que las coberturas sociales son las principales causas de la inflación, a pesar de los estudios (como los de la economista Pasqualina Curcio) que, sobre la base del marxismo, indican un análisis diferente. Anticipándose al aumento del Primero de Mayo, los precios especulativos se han disparado nuevamente durante días.
«En el país hay una calma absoluta, incluso en Caracas, dijo Cabello, seremos inflexibles y radicales en la defensa de la revolución bolivariana y en contra de quienes no respetan la democracia. Engañaron a un grupo de sargentos y algunos oficiales les dijeron que los estaban llevando a una movilización, en lugar de eso crearon una situación irregular, no en Carlota, sino en el distribuidor de Altamira. Dicen que quieren marchar hacia Miraflores, donde ya estamos reunidos, junto con el legítimo presidente Nicolás Maduro, y donde el pueblo los esperará «.
En la rueda de prensa del PSUV el lunes, el vicepresidente del partido respondió a las declaraciones de Elliott Abrams por la administración estadounidense sobre «nuevas elecciones legítimas» en las que el chavismo puede participar o no. «¿Quién le otorga la autoridad para entrometerse en los asuntos internos de Venezuela?» Dijo Cabello, y anunció que hoy la Asamblea Nacional Constituyente discutirá si establecer el 27 de abril, fecha en que Venezuela dejó la Organización de los Estados Americanos. «Jornada nacional de júbilo».
El Procurador General de la República, Tareck William Saab, por su parte, condenó «la acción desesperada y ridícula de un autoproclamado bufón que actúa en nombre de las multinacionales y del complejo militar-industrial que buscan poner sus manos sobre los recursos de nuestro país». Una reedición «en minúsculo del golpe de Estado contra Chávez en 2002, por parte de un pequeño grupo de payasos traidores que hablan de paz y democracia mientras quemaban a personas vivas». Un intento que hoy se enfrenta a la unión cívico-militar, fiel a la Constitución y al pueblo organizado que ya ha eligido a su presidente el 17 de mayo”.
El Ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, condenó «el movimiento golpista de presuntos líderes políticos que han utilizado tropas y policías con armas de guerra en una vía pública» y ha asegurado la total lealtad a la Constitución por parte de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas. Mientras tanto, a medida que llegan las declaraciones de solidaridad de los gobiernos amigos de Venezuela y de las organizaciones internacionales de solidaridad, desde un barrio a otro en Caracas, el pueblo lanza un solo llamado: «Todos a Miraflores, para defender la revolución».