José Antonio Egido
La historia reciente presenta innumerables ejemplos del axioma que presentamos. Vamos a dar varios. Las tropas reaccionarias rumanas destruyeron la Revolución húngara de los Consejos en 1919. Cuando las fuerzas criminales navarro-franquistas tomaron el Puente Internacional de Irún entre España y Francia en agosto de 1936 nuestra República democrática empezó a perder la guerra al convertirse éste en punto de entrada de los suministros nazi-fascistas a la rebelión fascista. Cuando los sionistas israelíes superaron las fronteras de Palestina, Siria y Egipto en 1967 cayó la revolución nasserista árabe. Cuando a partir de 1980 la CIA apoyada por China y otros países creó en la “Operación Ciclón” campos de entrenamiento de terroristas en las fronteras de Paquistán y China y los infiltró en Afganistán empezó el camino a la derrota de la Revolución afgana de Daud; dirigida por el Partido Democrático del Pueblo. Cuando la línea traidora gorbachoviana, dirigida por Gregor Gysi en el Partido Socialista Unido de Alemania, abrió unilateralmente el Muro antifascista de Berlín en 1989 a la arremetida del imperialismo alemán y de la OTAN empezó la destrucción de la RDA, Pacto de Varsovia, campo socialista y Unión Soviética.
Cuando los separatistas traidores eslovenos del falso “marxista” Slavo Zizej asesinaron a traición a los reclutas del Ejercito Popular Yugoslavo en 1991 que defendía la frontera entre el socialismo autogestionario (Yugoslavia) y el imperialismo europeo (Austria y Comunidad Económica Europea) empezó la guerra y destrucción de la República Socialista Federativa de Yugoslavia (RSFY). Cuando los terroristas albaneses entrenados por la CIA y el BND alemán se infiltraron para cometer crímenes en el Kosovo serbio y yugoslavo desde la Albania convertida en colonia de la OTAN en 1999; empezó el derrumbe de lo que quedaba de RSFY tras años de retrocesos bajo las agresiones imperialistas.
Mantener la defensa de la frontera terrestre, aérea y marítima, la integridad territorial, la seguridad de la población civil, infraestructura vital, centros económicos, nudos de comunicación y puntos de mando y la soberanía nacional; es tan fundamental que el imperialismo intenta reiteradamente fragilizar y vulnerar las fronteras de la República Bolivariana de Venezuela. La Revolución ha derrotado hasta la fecha todas las provocaciones fronterizas lanzadas por la oligarquía colombiana: infiltración de mercenarios en la finca Daktari en 2004, intento de magnicidio en 2018, pase clandestino de frontera entre Los Rastrojos y Guaidó en 2019, intento de penetración “humanitaria” por los puentes internacionales en 2019, “Operación Gedeón” en 2020. La Operación “Escudo Bolivariano” ordenada a la FANB por el Presidente Nicolás Maduro también va convertir la frontera en bastión inexpugnable contra las provocaciones y agresiones. Va a llegar el día en que “El Orinoco y el Magdalena se abrazarán entre canciones de selva. Y tus niños y mis niños le sonreirán a la paz”. Con respeto por los oficiales caídos y heridos a manos de criminales y por quienes comandan la defensa de la frontera de Freddy Bernal a Remigio Ceballos.