El Presidente, Nicolás Maduro Moros, nuevamente ha demostrado al mundo que nada es más letal contra las infaustas maniobras y ataques de la ultraderecha conservadora e imperialista, que la verdad pura y simple que se expresa a partir de los diálogos y acuerdos con los opuestos; lo que ratifica que la praxis diplomática por la paz, que le es propia al señor Presidente por su experiencia como canciller del Comandante Chávez, es el camino más expedito para la consecución de los objetivos históricos que Venezuela se plantea desde la diversidad de las ideas y la construcción de los nuevos referentes democráticos: La propuesta Chavista de una Democracia Participativa y Protagónica.
En ese marco de acciones concretas, continuadas en el tiempo y perfeccionadas como respuesta a las batallas que el imperio y sus adictos seguidores plantean; no hay fake news que resista, ni post verdades que sobrevivan, pues mientras los enconados enemigos de la patria se quedan atascados en sus férreos dogmas imperialistas, la Revolución Bolivariana se abre paso superándose a sí misma en calidad; ante un mundo que se muestra diverso y plural, interactivo y multipolar.
De allí que los diálogos de México sean más que la reunión entre los opositores y el Gobierno Bolivariano; pues la agenda acordada revela en sí misma los ejes sustanciales de una metódica emergente, que se ancla al desarrollo de la autodeterminación de los pueblos; resignificando el valor de la dialéctica frente a las pretensiones hegemónicas en su contra.
En lo que le compete al país en particular, está claro que es temprano para señalar éxitos sustanciales sobre el diálogo; sin embargo, el solo establecimiento del mismo pone los caballos frente la carreta, y abre las posibilidades al reconocimiento pleno del alto nivel democrático que caracteriza al Gobierno Revolucionario; e indudablemente tributa a los esfuerzos por la restitución de las condiciones de normalidad que el país demanda, de cara la superación de la crisis económica inducida que atraviesa.
A simple vista, podemos asegurar que la agenda de México se responde a sí misma y se evidencia en la realidad concreta; pues cada uno de sus objetivos se puede comprobar. Ojalá las oposiciones entiendan que:
- Los Derechos políticos para todos están consagrados en el texto Constitucional vigente.
- Las garantías electorales para todos son evidentes en las actuaciones del nuevo CNE; surgido de la AN actual
- El Levantamiento de sanciones es una exigencia de todo el pueblo que se inscribe en el convencimiento de los que aspiran a un mundo libre de hegemonías.
- El respeto al Estado Constitucional se verifica en el clima de Paz institucional que vivimos; a pesar de las sanciones solicitadas por la derecha y ejecutadas por sus mandantes imperiales.
- La convivencia política y social está en la asunción, por parte de las oposiciones, de los espacios democráticos que les corresponden.
- La protección de la economía nacional se encuentra Impresa en los esfuerzos programáticos y gubernamentales; por la construcción de una economía productiva donde convivan el desarrollo endógeno, las Zonas Económicas Exclusivas, los emprendimientos privados, cooperativos, colectivos, socio productivos, cogestionarios ente otros; que se expresan en los diversos tipos de propiedad y asociación para producir.
- Las garantías de implementación y seguimiento de los acuerdos emergerán del ejercicio pleno del Estado de Derecho y Justicia que nos ampara a todos.
Sin embargo, como reza el dicho popular: “el que ha sido picado de culebra, cuando ve bejuco brinca”; y por más optimismo que se tenga sobre los resultados esperados, es menester mantenerse alerta e involucrados con cada resultado derivado de la negociación. De allí que, en la medida que el debate involucre a toda la sociedad, los resultados redundarán en las soluciones estructurales esperadas.
En ese sentido, “Nada está acordado, hasta que todo esté acordado” queda superado por: “Con la participación de todos, todo estará acordado”; pues de lo que se trata es de equilibrar las fuerzas y hacer democracia, con democracia; y en democracia participativa y protagónica asumida y practicada.
Por: Ángel Rafael Tortolero Leal