Nosotros estamos para atender cada una de las solicitudes en la medida de nuestras posibilidades, pero siempre ir con honestidad y siempre ir con la verdad. Comprometernos porque podemos cumplir con ese compromiso
Al final del programa Logros de la Patria, conducido por el diputado Carlos Sierra, conversamos con Jeycelith Josefina Jiménez Barco, presidenta de Fundapatrimonio, una institución adscrita a la Alcaldía de Caracas que está acompañando los grandes proyectos de reestructuración de los “tesoros” artísticos, urbanísticos y territoriales existentes en Venezuela, por indicación de las comunidades.
-¿En qué consiste su trabajo?
-Fundapatrimonio tiene la bonita tarea de cuidar y de proteger espacios que tienen muchos años de cultura en nuestro país. Actualmente, tenemos 54 plazas en nuestro municipio Bolivariano Libertador, 5 casas patrimoniales, todas recuperadas por nuestro gobierno bolivariano revolucionario. Un gobierno que escucha al pueblo, que no solamente ofrece, sino que está dedicado a atender la demanda. Por ejemplo, la Casa de Eleazar López Contreras fue un espacio de un presidente de Venezuela que la comunidad, en un programa con «Maduro Más», le dijo al presidente: «Señor presidente, este espacio está en estas condiciones». Y él dijo: «Señora alcaldesa, este espacio debemos recuperarlo». Inmediatamente nuestra alcaldesa Carmen Meléndez fue hasta el espacio, e hizo un trabajo maravilloso. Y hoy en día, la Casa de Eleazar López Contreras es un centro cultural, es un centro que está dedicado a la Cuarta transformación, a la suprema felicidad de nuestro pueblo. Es un centro que no solamente está para las exposiciones, sino que está para la formación en danza, para la formación en música, que forma parte también de «Caracas Ciudad Creativa de la Música». Entonces, son tantos espacios que han sido recuperados, los parques, las plazas, los monumentos. Es nuestra historia, nuestra historia que ha sido arrumada, como lo fue la Casa del Vínculo, que también fue recuperada en su momento por el presidente de la República. La casa donde vivió nuestro Simón Bolívar con su esposa, su casa de familia, y que después fue tomada y se hizo de ella una zapatería. Y nuestro presidente, Hugo Rafael Chávez Frías, nuestro padre eterno, nuestro corazón de izquierda y revolucionario, dijo: «Epa, ¿qué es esto? Esto no puede ser una zapatería, pues aquí vivió nuestro libertador y hay que darle el valor que esto tiene. Y la población debe reconocerlo como la Casa del Vínculo, la casa donde vivió nuestro libertador”.

“Señores, aquí ya basta del aire acondicionado y esa silla cómoda, hay que mover las piernitas, hay que mover el esqueleto, más territorio, menos escritorio”, Nicolás Maduro
Y así fue. Entonces, hemos tenido oportunidades maravillosas en la Revolución Bolivariana, porque hemos rescatado espacios que ya no reposaban en nuestra memoria.
-¿Y a nivel nacional?
-A nivel nacional también, por supuesto. En este momento nuestro ministro Ernesto Villegas también ha hecho un excelente trabajo en todo el territorio: se hace desde la alcaldía, pero no somos solos. Por supuesto, tenemos a una gran mujer, Carmen Meléndez. Es un ejemplo a seguir. Es una mujer que cumple, que escucha, que se compromete, como dice ella. Y si no, la espada del samurái nos rasga a todos nosotros… Que Dios nos cuide el cuellito. Pero el cuellito se refiere a que nosotros estamos para responderle a la población que nos demanda. Nosotros estamos para atender cada una de las solicitudes en la medida de nuestras posibilidades, pero siempre ir con honestidad y siempre ir con la verdad. Comprometernos porque podemos cumplir con ese compromiso. Como decía, no es un trabajo de uno solo. El que va con la filosofía de que este trabajo es solo mío, pues estamos pecando, estamos errando. Esto es un trabajo de todos. Todos estamos dispuestos a seguir en este proceso revolucionario, atender desde la cultura, lo que más nos gusta, atender desde la salud a todos nuestros amigos, hermanos venezolanos, caraqueños. Y el que hace vida en nuestro país que no es venezolano también. ¡Qué bonito! Aquí, este es un país para todos.
-¿Y cómo se inserta este trabajo en la comunidad, en los proyectos que fueron presentados en la consulta popular?
-Tú sabes que nuestro presidente dijo: «Señores, aquí ya basta del aire acondicionado y esa silla cómoda, hay que mover las piernitas, hay que mover el esqueleto, más territorio, menos escritorio«. Y eso ha sido una línea que nuestra almiranta jefa dijo: «Pues entendido, y así va a ser«. A nosotros nos tienen en la calle, tenemos 50 días en la calle, y ¡qué bonito! Sí, esto está bien. Porque no es solamente saludarnos, es también reconocernos, es escucharte, es saber en qué situación estás. Yo pensé que me conocía toda Caracas, yo nací aquí, me crié aquí en Caracas, y he ido a lugares que no conocía. Y la gente te recibe bonito. Y además no es solamente que tú vienes a decir, «mira, yo vengo a hacer». Ellos te dicen: «ajá, ustedes vienen a hacer, pero nosotros vamos a decir qué queremos hacer, porque también hemos hecho«. Nuestra comunidad ha hecho un trabajo maravilloso en la construcción no solo del “mapa de los sueños”, sino de espacios que han sido recuperados inclusive por el mismo pueblo, y que le han dado una formación educativa, principalmente. Tú te encuentras en las comunidades talleres de danza, talleres de música, talleres de pintura. Te hablo de mi parte, que es lo que yo conozco: teatro, y escuelas formativas, y hechas de la nada. Entonces tú dices que maravillosa que es nuestra gente. Caracas siempre está muy activa, se está reinventando, y hay un trabajo hermosísimo. Entonces nuestra parte también es reconocer ese trabajo y brindarle espacios, que es lo que hacemos desde Fundapatrimonio: recuperar los espacios, ponerlos en mejores condiciones, y que sea un espacio para el pueblo.
-Tú eres muy joven. ¿Cómo llegaste a esta revolución?
-Yo de verdad no soy tan joven. Tengo 46 años. Me gradué de socióloga en el año 2002 en la Universidad Central de Venezuela. Y sabes que yo, hay que aprender a pedir, ¿no? A Dios. Yo soy muy creyente en Dios. Creo en Dios por sobre todas las cosas. Y yo le decía a Dios: «yo quiero trabajar con el pueblo». Eso es cuando me gradué de bachillera, y yo quiero una carrera netamente social. Y pues Dios me dio la oportunidad de entrar a la Universidad Central de Venezuela en el área de sociología. ¿Qué carrera más social que en el área de sociología? Por supuesto, yo me enamoré de Durkheim, de Popper, me enamoré de muchos, de Marx sobre todo. O sea, yo vivía con mi Capital debajo de aquí, del brazo, y también estudiaba el libro de la Ética Protestante y El Espíritu del Capitalismo, de Weber, y otros padres de la sociología. Y bueno, yo me fui formando en esa área, y tuve la bendición de Dios de entrar al Ministerio de Cultura en un área que yo desconocía completamente, que era la plataforma del libro y la lectura. Y a mí me dijeron: «usted es socióloga, usted nos tiene que ayudar en una prueba piloto sobre el estudio del comportamiento del lector en Venezuela, lo va a hacer en Ciudad Bolívar». Y pues le eché pierna, sin saber mucho, y le eché pierna. Y me enamoré, me enamoré del trabajo. Y en la medida que era una institución… o sea, por eso digo una bendición de Dios, que no solo era el Ministerio de Cultura, sino era un Ministerio de Cultura en un proceso maravilloso, donde estábamos, por supuesto, en manos de nuestro comandante eterno, Hugo Rafael Chávez Frías. Y yo empecé a involucrarme, a estar en la calle, a ir conociendo este proceso. Yo recuerdo que en una oportunidad, en una concentración, vi a una mujer con una barriga enorme, súper embarazada, que decía: «Chávez te amo». Y yo decía, «pero como ella lleva en su barriga ‘Chávez te amo'»? Entonces, ya yo venía con una formación como socióloga, una formación de izquierda, una formación de un pensamiento más social, más cercano, más humano. Y me fui enamorando, así llegué, me fui enamorando, me fui conquistando. Pero después, bueno, yo me acuerdo que yo era una chama, y yo pasaba por la Asamblea Nacional. Nuestro presidente, Nicolás Maduro, era diputado de la Asamblea Nacional en ese tiempo. Yo era una chama, y yo era una de las que le gritaba, «¡diputado, diputado, diputado!». Y a veces me quedaba en la Asamblea esperando a que los diputados pasaran como para saludarnos, ¿no? Era como… era no, sigue siendo una admiración, porque yo admiro a nuestro presidente de la República, Nicolás Maduro. Yo siempre digo, «Dios mío, qué tarea tan difícil después de Chávez«, ¿no? Para mi, después de Chávez llegó otro gigante, un hombre maravilloso, que lo más bonito que tiene nuestro presidente de la República es que es un hombre digno de nuestro país. De verdad, digno de nuestro país.
¿Cómo se puede respaldar, desde tu Fundación, el plan de promoción de la lectura que el presidente presentó en la Filven?
Mira, desde la Alcaldía de Caracas se han estado realizando estudios sobre el comportamiento de la cultura en nuestra municipalidad. Y han sido estos estudios desarrollados en el marco de la Feria del Libro de Caracas. Son indicadores culturales muy importantes. Yo te los voy a hacer llegar por correo electrónico. Aunque ya no estoy en Fundarte, pero formé parte de esas investigaciones. Y nuestro presidente es un hombre que siempre está invitándonos, inclusive a través de sus redes sociales. Tú ves en Instagram y los domingos el presidente monta en sus historias un libro. Él te recomienda un libro, ¿no? Y tú lo ves que inaugura la Filven. El año pasado despidió la Feria del Libro de Caracas. Un hombre que ha apostado por la lectura y sobre todo la lectura impresa, por ese contacto permanente que permite. Inclusive en una oportunidad dijo que él estaba leyendo un periódico y las nietas se quedaron impresionadas. «Bueno, ¿qué es eso?», ¿no? Entonces, pues nosotros podemos acompañar con un plan de lectura, siempre promoviendo la lectura, pero la lectura desde la primera edad. Desde antes de nacer, inclusive. Porque los libros se pueden escuchar.Y nuestro presidente siempre está poniendo mucho énfasis en eso. Y una muestra que estamos cumpliendo es que nuestros libros no solamente promocionan al autor, a la lectura, sino a los proyectos, que están al alcance de todos los venezolanos. Nuestros libros son subsidiados por el Estado, prácticamente. El costo del papel es elevado. Y tú vas a una Feria del Libro, como Filven, como la Feria del Libro de Caracas, y quienes representamos las editoriales del Estado son libros que no solamente son buenos, sino que te enamoran, que tú necesitas colocarlos en tus manos y que son accesibles a toda la población. Entonces, allí va una política de promoción del libro y la lectura que ha sido muy exitosa. Y es solo en Revolución, porque en otros lugares un libro es un lujo. Es un lujo. Y aquí además tú tienes la oportunidad no solo de tener ese libro en tus manos, sino que también lo puedes descargar. Y que tenemos plataformas digitales importantes para descargar los libros que desde nuestra Revolución hemos venido haciendo. Y que la gente pide: bueno, ¿son solo políticos? No. Es una gama muy grande. O sea, tenemos poesía, tenemos crónica, tenemos narrativa, tenemos cuentos infantiles, tenemos gastronomía. O sea, son libros de todas las áreas y para todos los gustos. Y mira que el Estado, el gobierno apuesta por una Feria Internacional del Libro de Venezuela, que recorre todos los Estados, y por una Feria del Libro de Caracas. O sea, en Caracas, las ferias para mí van desde las librerías, las librerías permanentes, hasta dos grandes ferias del libro, que te ofrece el Estado. O sea, lo estamos haciendo bien.