“Las revoluciones socialistas han sido mucho más efectivas en llevar bases democráticas que las democracias burguesas”
Incansable y atento, el canciller venezolano, Iván Gil, nos recibe en el espacio disponible entre las reuniones que se suceden con las delegaciones internacionales, que han venido a acompañar las elecciones del 25 de mayo. Y por ello, el hilo conductor de esta entrevista será el de la democracia: la sustancial, que solo se puede dar con el socialismo, y la formal, la democracia burguesa, que muestra sus límites en todo el planeta.
– ¿Cómo evalúa la victoria del 25 de mayo?
Ha sido una victoria de la democracia revolucionaria venezolana. El presidente Nicolás Maduro Moros ha conducido al pueblo de Venezuela, a las fuerzas revolucionarias, a la fuerza bolivariana, a demostrar al mundo el gran consenso nacional. Un consenso por la paz, un consenso por la constitución, un consenso por el progreso, un consenso por esta construcción del socialismo, precisamente. Y ha quedado plasmado en los millones y millones de compatriotas que han salido a votar: por la elección de su preferencia, pero además, la gran mayoría, alrededor del 84%, por la opción revolucionaria. Es decir, es una gran señal al mundo. Y esas grandes señales, esperamos que la comunidad internacional sepa leerlas. A lo interno, nosotros ya tenemos una construcción de un escenario de paz, de prosperidad, de estabilidad política. Somos quizás el país en América Latina con mayor estabilidad política, hay un horizonte abierto. Las próximas elecciones nacionales, presidenciales o legislativas, son dentro de cinco años. Tenemos cinco años para trabajar. En ese periodo, el presidente Maduro ha anunciado importantes acciones: una reforma constitucional, consultas constantes al pueblo de Venezuela para definir sus presupuestos, sus proyectos, su política. Es decir, profundizando la democracia. Así que muy felices.

Lo sucedido en Venezuela el 25 de mayo es una gran señal al mundo. Y esas grandes señales, esperamos que la comunidad internacional sepa leerlas
¿Y cuál ha sido el aporte del canciller en todo este tiempo de preparación y de gestión hacia la victoria?
El canciller es una persona que simplemente sigue instrucciones del presidente Nicolás Maduro, pero la política exterior venezolana, sí ha sido una política importante desde la creación, desde la instrucción del comandante Chávez. Se ha tratado, primero de crear alianzas a nivel internacional: la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América, la CELAC, la UNASUR en su momento, nuestra participación en espacios como los BRICS, ahora que estamos de frente trabajando con todos, las alianzas que hemos creado con los pueblos de China, Rusia, Irán, Vietnam, que nos ponen en el escenario internacional en primer orden. Esa política internacional, esa diplomacia bolivariana de paz ha permitido de alguna manera consolidar relaciones económicas, relaciones productivas y nos han permitido sortear los efectos de las medidas coercitivas, de las sanciones, el bloqueo, gracias precisamente a la construcción de un relacionamiento robusto entre amigos, un relacionamiento estratégico que tenemos. En el año 2023, firmamos un acuerdo para elevar las relaciones con China a un nivel de todo tiempo y de toda prueba. Venezuela es el único país latinoaméricano con esa condición. Hemos firmado también, único país latinoaméricano, una relación estratégica de largo plazo, de largo aliento, con la Federación de Rusia. Tenemos firmado una relación estratégica con Irán. Es decir, hemos ido construyendo una arquitectura política de relación, de alianzas estratégicas con grandes pueblos emergentes, con potencias emergentes o con grandes potencias. Eso nos da estabilidad, nos da la posibilidad de proteger nuestra economía, aumentar las inversiones, darle bienestar al pueblo, que es lo que quiere la revolución.
– Hablando de los BRICS, ¿qué está pasando con Venezuela?
Con todos los países de los BRICS tenemos excelentes relaciones. Nosotros somos bolivarianos y, como lo dijo el presidente Maduro, estamos en los BRICS desde hace años, porque venimos impulsando su doctrina, sus principios. Así que, más allá de la forma, creo que está claro que Venezuela es un país BRICS, es un país que trabaja en función de estos principios. Tenemos mayores avances con todos los países BRICS que lo que puede existir en cualquier otro país de América Latina, y vamos a seguir trabajando esa vía, o sea, a nosotros nada nos detiene.
– En esta elección había más de 400 acompañantes internacionales, de países que siguen atacando a Venezuela. ¿Qué opina al respecto?
Estos países ya perdieron su capacidad de hacerle daño a Venezuela. Al pueblo de Venezuela ya nadie le hace daño. No porque ellos no sean peligrosos, no porque no tengan las herramientas para hacer daño, sino porque el pueblo está preparado para enfrentarlos. Y las medidas que hemos tomado han sido medidas de resguardo. Las medidas que ha tomado el presidente Nicolás Maduro en materia económica, en materia política, en materia de seguridad ciudadana, en materia de seguridad política, nos permiten estar tranquilos, pero alerta, por supuesto. Siempre estos países tienen mucha capacidad de hacer daño, pero poco a poco tendrán que rendirse a la voluntad del pueblo venezolano. El pueblo de Venezuela ya ha decidido su camino, ya ha decidido su destino, así que podemos decir, como decía el presidente Chávez parafraseando la Biblia: dejad que los muertos entierren a los muertos. A nosotros no nos importa que estos países sigan ese camino de agresión. Estamos preparados para enfrentar cualquier agresión de la que sea, y sobre todo con unidad nacional. Así que a nosotros nadie nos detiene.
– A propósito de agresiones. La estrategia del imperialismo es balcanizar a los países no deseados, desestabilizando las fronteras. Venezuela está en la mira con el tema del Esequibo, y siempre lo ha estado, como recordaron tanto el presidente como el capitán Diosdado, mediante los intentos de controlar la “media luna fértil”. ¿Cual es su opinión sobre esto?
A Venezuela siempre la han intentado dividir, desmembrar, y más en revolución. El caso de nuestro territorio, de la Guayana Esequiba, que se pretende arrebatar, es una muestra de eso. Lamentablemente, desde el año 2015, hemos visto que el gobierno de Guyana ha sucumbido a los designios de la ExxonMobil, ha sucumbido a los designios imperiales, y pretende convertirse en una base de operaciones militares para el Comando Sur de los Estados Unidos. Pero también, a él le decimos: eso no nos amilana, nosotros vamos a seguir ejerciendo con fuerza nuestro mandato. El mandato que dio el pueblo de Venezuela con el referéndum el 3 de diciembre del 2023, el gobierno lo va a continuar. Nosotros vamos a recuperar el Esequibo, porque es nuestro, fue una conquista de nuestros libertadores, más que una conquista, fue una liberación de un territorio que había sido sometido al coloniaje, y que es parte indivisible de nuestro país. Lo vamos a hacer por la vía legal, lo vamos a hacer por la vía diplomática, por la vía del derecho internacional: con fuerza, sin descansar ningún minuto. Y las aspiraciones guerreristas de Guyana van a sucumbir. Esa alianza que pretende hacer con el Comando Sur de los Estados Unidos, imponer bases militares, tratar de generar zozobra en la región, no va a tener ningún fin, no va a poder llegar a su fin. Se impondrá la paz, se impondrá la legalidad, se impondrá el derecho internacional, y lo que es de Venezuela será de Venezuela.
– ¿Y cuáles van a ser los próximos pasos, para volver al acuerdo de Ginebra ¿para que Venezuela pueda hacer valer sus razones históricas?
Mira, Venezuela, lo ha dicho claro, la única vía para negociar es el acuerdo de Ginebra, punto. O sea, ahí lo firmamos. No hay que volver al acuerdo de Ginebra, el acuerdo de Ginebra está vigente, y es obligante para las partes. Así que la censatez llama a que Guyana se sienta a negociar directamente. Es la única vía. Ningún tercero, ni Corte, ni arbitraje, ni nada, podrá mover lo que está firmado ya, que es el acuerdo de Ginebra. Y ahí se queda. Siempre tendremos que negociar entre las partes directamente.
– Venezuela ha lanzado al mundo la Internacional antifascista, con una perspectiva de unidad de los pueblos. ¿Cómo se está desarrollando ese tema y cuáles van a ser las próximas etapas?
La capital de Venezuela, Caracas, se convirtió en la capital mundial antifascista, vamos a seguir trabajando. El fascismo, yo creo que es la amenaza más grande que presenta la humanidad en este momento, cuando vemos crisis de democracia en Europa, crisis de democracia en Norteamérica, crisis de democracia en Latinoamérica, y nosotros vemos que Venezuela, como decía anteriormente, el país más estable, precisamente se convierte en el epicentro del movimiento antifascista. Los pasos siguientes son los de seguir trabajando, organizando, que los movimientos antifascistas se organicen en cada uno de los países, poder movilizarlos, poder mostrar nuestro modelo de democracia revolucionaria en Venezuela y en otros países del mundo: que precisamente nos hemos vacunado en contra del fascismo, a través de la organización, a través de la unidad nacional. Y bueno, esa organización tiene mucho trabajo, porque precisamente se trata de recorrer el mundo llevando este mensaje, llevando este nivel de organización, y creo que vamos a salir exitosos. El fascismo no tiene cabida en este planeta, luego de su derrota circunstancial en el año 1945. Y al fascismo que ahora trata de revivirse, le decimos: aquí está el pueblo organizado en todo el mundo y movilizado.
– Estamos en la Nueva etapa de transición al socialismo, rumbo al estado comunal y con la perspectiva de un proyecto de reforma constitucional, ¿cómo se inserta el trabajo en lo local, el trabajo de la comuna, con la perspectiva internacional?
La organización popular, aquí se da para mucho, ¿no? Porque el presidente ha lanzado una iniciativa de la reforma constitucional, un debate nacional que se va a abrir en las próximas semanas, ese es un debate que precisamente apunta en esa dirección, el poder popular en acción, el verdadero poder popular. En Venezuela no estamos haciendo una revolución simplemente por retórica, una revolución para transformar las bases de la democracia, nosotros debemos apuntar a crear el nuevo modelo democrático, la democracia popular, la democracia revolucionaria, no la democracia burguesa que ya vimos que fracasó; está fracasando en Europa, está fracasando en los Estados Unidos, está fracasando en América Latina. Ahora, ¿cuáles son las democracias que están vigentes? La democracia revolucionaria, la democracia venezolana, la democracia cubana, la democracia china, la democracia de los países que han logrado establecer una comunicación constante con su pueblo, que han logrado mantener un vínculo permanente y nosotros hemos encontrado una vía que es el poder comunal, la comuna en acción, ahora las comunas están desarrollando sus proyectos: 5.338 circuitos comunales comienzan, pero no se trata solamente de la ejecución presupuestaria, es el debate, es la generación de política, es la satisfacción de las necesidades del pueblo, es la administración más allá de los recursos, es la administración de las políticas públicas. Y esto va a ser un ejemplo, está en pleno desarrollo, está floreciendo por toda Venezuela y va a ser nuestro gran aporte. Creo que el mundo tendrá que debatir en los próximos meses, en los próximos años, el tema de lo que es la democracia, y tendrá que reconocer que las revoluciones socialistas han sido exitosas y han sido mucho más efectivas en llevar democracia, en crear bases democráticas que lo que lo hicieron las democracias burguesas. Ese es el debate que hay que plantearse en los próximos años.