“Veinte años atrás, apenas, no había Patria; aquí no había pueblo, porque pueblo no es sólo una sumatoria de personas; como decía Jean-Jacques Rousseau, para que exista un pueblo tiene que haber una multitud o un conjunto de seres humanos que beban de la misma fuente histórica con consciencia y, además, que tengan un proyecto común; hace veinte años eso no era un pueblo sino un reguero e’ gente, un país anarquizado, sin liderazgo, sin fuerza armada; militares enfrentados contra civiles matándose unos a otros; la burguesía llevándose el dinero y el imperio haciendo lo que le daba la gana. Cuántas cosas han pasado en 20 años, no es poca cosa lo que hemos logrado; pero lo que tenemos que hacer es mucho más grande aún”
Comandante Hugo Chávez Frías
Unidad Lucha Batalla y Victoria
La partida física del máximo líder de la Revolución Bolivariana hizo avivar en el seno del pueblo venezolano increíbles sentimientos que solo después de su siembra nos dimos cuenta, verdaderamente, de la trascendencia de su legado ideológico, práctico, moral, ético; entre otras cosas. Para quienes tuvimos el placer de compartir con Él, de abrazarlo, de escucharlo en su despacho, o simplemente de vivir estos últimos veinte y cinco años de volcán revolucionario en la calle y con el pueblo, nos damos cuenta de la certidumbre de lo que afirmó el Comandante Fidel Castro en sus palabras de hasta luego: “Ni siquiera él mismo sospechaba cuán grande era”.
Su legado nos deja un inmenso peso de responsabilidad, trabajo y lucha; a todas y todos los que lo acompañamos y los que desde su partida física se incorporaron en las filas revolucionarias, pues así lo afirmó él: “Lo que tenemos que hacer es mucho más grande aún” …
Las órdenes de quien dirigía y aún dirige este proceso fueron claras: acompañar a Nicolás Maduro a la primera magistratura y mantenernos en unidad, lucha y victoria, hasta vencer. Pero aunque se dice fácil, el camino ha sido sumamente complejo, escabroso, y lleno de las contradicciones naturales de una revolución; que ya las tenía y las seguirá teniendo. Para esto, debemos hacer un análisis breve de algunas de ellas, que ni son todas, ni las vamos a resolver en este texto; pero nos va a ayudar a verlas con un poco más de claridad para avanzar.
Vamos a tomar prestado un discurso del Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, quien en 2011 dijo que las contradicciones que él había observado en el ejercicio del poder revolucionario abarcaban cuatro ejes: “Monopolio-democratización, núcleo duro-expansión, interés general-interés particular; y un desarrollo que satisfaga las necesidades básicas materiales sobre la preservación de la naturaleza”.
En mi osadía me atrevería a agregarle una contradicción más, en base a la experiencia y militancia que hemos adquirido en estos años de fuerzas revolucionarias en el Poder Político: Praxis del Socialismo Real o del siglo XX – Praxis del Socialismo del Siglo XXI.
Las contribuciones del Comandante Chávez, especialmente en esta contradicción, son de aún de inmedibles proporciones; el Comandante hablaba en una de sus intervenciones que veía el Socialismo Bolivariano en cinco frentes, y comenzaba citando a Karl von Clausewitz en su célebre frase: “La guerra es la continuación de la política por otros medios”, y la invertía diciendo: “si A es igual a B, entonces B es igual a A, la política es la continuación de la guerra por otros medios”; su clara concepción y formación militar le ayudaba a ver esto así.
Los cinco frentes son el ético-moral, el social, el político, el económico y agregaba un quinto, de gran importancia para la contradicción que pienso someramente desarrollar: el “Geográfico” decía, palabras más palabras menos, la geografía esta viva, el territorio vive, la patria es el hombre y la mujer, no podemos construir ningún sistema socioeconómico si no estamos ubicados en el espacio-tiempo; y este es uno de sus mayores aportes teóricos y prácticos, pues lo ayudó a observar lo que muchos de nosotros y nosotras no supimos, a veces por inexperiencia, otras por desespero; Ubicarnos en el Espacio-Tiempo, vaya que importancia para hacer política y revolución.
Las revoluciones, tienen momentos de flujo y contraflujo; en otras palabras, a veces todas las fuerzas que hacen vida en torno a la revolución tienen el mismo objetivo: mantener en el poder a las fuerzas progresistas, por ejemplo abril de 2002, la reelección presidencial de 2004 y 2012, las guarimbas terroristas del 2014 y 2017, el Golpe del 30 de Abril, el Gobierno Interino, el intento de magnicidio, el intento de invasión del 23 de febrero, los sabotajes eléctricos, la invasión mercenaria de Gedeon, entre muchos otros; esto casi siempre tiene como motivador la fuerza que imprima la contra-revolución para arrebatarnos lo logrado, estos son momentos de flujo; y los momentos de contraflujo son aquellos en los que se hace más visible la contradicción que Linera llama: “interés general-interés particular”, las fuerzas revolucionarias no sienten cerca la presión de salir del poder y comienzan a ver hacia dentro, a fijarse en sus particularidades, como por ejemplo: no firmar un contrato colectivo en una institución del Estado, o los sueldos de algún sector social, los sectores que acompañan estas solicitudes incluso pueden llegar a tener la razón, desde el punto de vista particular, pero se dejan de fijar en lo general en lo estratégico, para observar lo particular, lo táctico, como ejemplos claves de nuestro proceso histórico tenemos a las elecciones de la reforma constitucional y la pérdida en 2015 de la Asamblea Nacional con sus terribles consecuencias.
La siembra de nuestro Comandante fue uno de los golpes más duros, no solo de la Revolución Bolivariana, sino mundial, nos empujó por su propio peso a otra situación de flujo revolucionario; durante ocho años los enemigos de Venezuela desataron la más terrible artillería en una guerra multi modal que afectó toda la sociedad y nos llevó al límite, nadie pensó que sobreviviríamos, pero Chávez no había arado en el mar, tenía un pueblo que lo había escuchado, que lo había hecho parte de su realidad, una Fuerza Armada Bolivariana que no estaba en su conjunto dispuesta a traicionarlo y una dirección política militar que mantendría la unidad por él, entorno a un hombre que como los buenos boxeadores esperó los últimos round para noquear: Nicolás Maduro.
En estos 10 años de lucha con Nicolás Maduro a la cabeza hemos comprendido la importancia de la paz como herramienta de lucha y base para todo lo demás, en el marco de una Latinoamérica y un Caribe que se han reunido en espacios como el ALBA-TCP, CELAC. Chávez lo entendió en momentos como los de Plaza Altamira, paro petrolero, provocaciones de aviones y embarcaciones imperiales en nuestro espacio; pero el momento cumbre fue cuando la invasión a Ecuador por el gobierno lacayo de Álvaro Uribe Vélez, cuando todo el Mundo pensaba que el comandante daría un discurso incendiario, más bien fue el canalizador de la paz en nuestro continente. Esto, no solo lo entendió nuestro líder, sino también el Imperialismo; las estrategias de EE. UU. en nuestro continente no son, ni de cerca, en los últimos años, parecidas a las que utiliza para Rusia, Oriente Medio o África; intervenciones militares directas o indirectas a través de la privatización de la guerra o un tercer país. Sin paz no podemos construir el Socialismo que nos legó Chávez y eso hoy solo lo garantiza en Venezuela Nicolás Maduro y la dirección político militar.
Hoy comprendemos con mayor claridad la importancia de las comunicaciones y de la batalla de los dos modelos culturales en pugna; con las tecnologías de nuestro momento. Esto lo entendió el comandante desde el primer día de Gobierno; y desde el primer Aló Presidente radial, hasta el último twitter que envió en vida, estuvo orientado hacia este esfuerzo, pero la velocidad de las transformaciones en los últimos diez años amerita un gran esfuerzo de adaptación y aprendizaje para que las fuerzas revolucionarias conquisten la cultura digital tanto como lo hicieron en su momento con la comunicación popular y alternativa.
Ser coherentes con el futuro y la esperanza que representa Chávez, es consolidar el gran esfuerzo que desde el primer día de hizo por colectivizar el poder; desde los consejos de planificación pública, hasta la comuna. “Comuna o nada” gritó en uno de sus últimos discursos, nueva geografía, nueva redistribución del espacio humano, vivo, y en constante movimiento, sin ello sería incomprensible la resistencia de los últimos diez años, hoy hay un o una militante bolivariana en cada calle en cada comunidad del país con un equipo de trabajo. El PSUV y la alianza del Polo Patriótico representan, junto a comunas y movimientos sociales la base de la esperanza del socialismo con características chavistas.
Hoy también comprendemos la importancia que, en el seno de nuestro pueblo, tienen Cristo y Bolívar como referencia de amor, desprendimiento, y lucha; levantado sus banderas de manera sincera y militante y esa unidad espiritual de un pueblo entorno a dos referentes éticos concretos, fue puesta en la conciencia del pueblo en la voz y legado de Hugo Chávez.
También comprendemos que las Misiones Sociales, son el método chavista más eficiente para sortear la burocracia del estado y reconstruir el tejido de bienestar social que había logrado la Revolución y que fue robado por los apellidos del poder, con su bloqueo criminal y las medidas unilaterales del gobierno de EE.UU, por ello hoy nacen nuevas grandes misiones adaptadas al contexto y en respuesta a las consecuencias de esta batalla.
La clave de la unidad cívico, militar y policial ha sido determinante para mantener la paz y repeler cualquier intento de los apellidos de retornar a la violencia, hoy la gran mayoría de las y los venezolanos repudia el uso de la fuerza y cree fervientemente y sus propias capacidades para salir adelante.
Hoy el sueño de Chávez de un país con soberanía alimentaria se ve consolidado con Nicolás Maduro y el pueblo organizado, al estar produciendo por primera vez en nuestra historia el 97% del alimento que consumimos e ir consolidando un proyecto productivo que asoma la real posibilidad de no solo depender del petróleo, sino de una economía diversificada y a pesar del bloqueo criminal, conectada con la realidad del comercio global.
Finalmente, es indispensable para entender la conducta de Hugo Chávez en sus 14 años de Gobierno y el porque Nicolás Maduro aún se mantiene como el principal líder y referente del proceso; sus prácticas radicalmente democráticas, su simple e infinita capacidad comunicativa, su valentía en momentos difíciles; el comenzar el proceso de organización de un nuevo sistema socio-económico donde el pueblo organizado sea quien decida; su capacidad de unificar la Fuerza Armada Nacional Bolivariana con un proceso revolucionario y socialista, entre otras; que con el tiempo se han transformado en los pilares de un proyecto que tiene 25 años en el poder y que brinda esperanza a los pueblos del mundo en el medio de la oscurana.