La letra, la palabra, el libro, la poesía, la crónica, el humor, el periodismo, la irreverencia, la lealtad, la dulzura, la docencia y la revolución; tienen lágrimas en sus ojos por la partida del Profe Earle. Te fuiste tras tu flor más querida: Asalia.
Qué honor haber aprendido de tí, en la universidad, en la televisión, en tus escritos únicos, en tus libros extraordinarios, entrevistándote y en la militancia por la vida y la verdad. Vuelas entre los grandes, con el ritmo de Serenata Guayanesa, con los papagayos tricolores; anda con los Comandantes a comerte un sancocho como el de Gualberto. La historia constituyente de la Patria de Bolívar te tiene entre sus protagonistas. Descansa inquieto, porque ni en cielo te quedarás tranquilo, montarás tu «Kiosko Veraz» allá al lado de San Pedro y Chávez, Fidel, Darío, Argimiro, Fabricio; irán a escucharte e informarse. Gracias Profe.