Musk ha admitido su participación en el golpe de estado en Bolivia. “Derrocaremos a quien queramos”, escribió en su cuenta de Twitter ó X, con la arrogancia propia de un desajustado mental, quizá por el consumo de drogas
Venezuela, desde la llegada de Hugo Chávez al Palacio de Miraflores, se convirtió en blanco predilecto de los factores de poder global. Desde su irrupción en el gran mundo de la geopolítica, con voz propia y soberana, concitó mucha atención, pero también odios y rencores.
Contra Hugo Chàvez se montaron narrativas malévolas, se inventaron todo tipo de historias negativas dentro de Venezuela y en el mundo entero.
¿Por qué? Bueno, a nivel nacional, y lo reconoció el mismo Lorenzo Mendoza, uno de los empresarios con mayor resonancia en el país, la clase empresarial nunca ganó tanto dinero como en tiempos de Hugo Chávez. Y lo ganó porque gracias a las políticas económicas y sociales implementadas por el oriundo de Sabaneta, las grandes mayorías de venezolanos, tradicionalmente excluidas, mejoraron su nivel de vida y mejoraron su poder adquisitivo, incrementándose el consumo de bienes y servicios.
¿Por qué odiar a quien les produce mayores ganancias? No tiene una explicación económica, de lógica de mercado, que tanto dicen defender. Tiene más una lógica clasista, racista, supremacista.
Esas élites empresariales, que también eran élites sociales, fueron formadas a imagen y semejanza de las élites norteamericanas. Todos sabemos, lo estamos viendo, como actúan los supremacistas en los Estados Unidos.
Hasta ahora no se explican como un zambo, provinciano además, les pudiera quitar el poder político. Y no es que los otros mandatarios en la llamada cuarta república fueran parte de las élites, pero eran fichas de ellos, eran obedientes a sus dictados.
Chávez no. Chávez les salió rebelde, con agenda propia, que era la agenda bolivariana. Chávez apostó por los menos favorecidos. Chávez redistribuyó la renta petrolera. Chávez les quitó privilegios, los puso a pagar impuestos. Chávez democratizó las instituciones, sacó a millones de venezolanos del analfabetismo. Chávez revalorizó las expresiones populares.
Chávez le subió la autoestima a las clases populares, las hizo pensar y debatir, algo que los supremacistas detestan.
Ya los señorones no podían ofender impunemente a los despojados. La los café con leche sabían argumentar, ya sabían que no eran genéticamente inferiores como se les quiso hacer creer por mucho tiempo.
Claro, para poder sacar adelante su proyecto debió legislar en consecuencia, por eso la nueva Carta Magna, las leyes habilitantes, desatando los odios más encarnizados.
Los apellidos, como ahora los llama el presidente Maduro, perdían privilegios mal habidos, y eso no lo perdonaron.
A nivel global, en pleno auge de la unipolaridad norteamericana, a Hugo Chávez se le ocurrió visitar países estigmatizados por Washington. Visitó el Medio Oriente, China, Rusia, estrechó relaciones con Cuba.
Pero hubo un evento que, en mi opinión, hizo que los poderes fácticos lo vieran con especial interés, se produjo entre el 26 y 28 de setiembre en Caracas, el año 2000, fue la Cumbre de países de la OPEP.
Hubo Chávez logro reunir al grupo 25 años después de su última cumbre. Fue una labor que requirió mucha habilidad y ductilidad diplomática.
Logró juntar, por ejemplo, países que habían estado en guerra como Irán e Irak (guerra promovida por Washington para derrocar la entonces te Revolución Islámica).
Como consecuencia de aquella reunión los precios del petróleo se incrementaron, y, otro gran actor de la geopolítica mundial actual, Rusia, ganó músculo económico.
Pero, más allá de esas consideraciones, que al final también beneficiaron a las transnacionales petroleras, preocupó a las élites globales, el discursos, los discursos de Chávez durante aquel evento de setiembre del 2000.
Había un discurso desafiante al establishment. Un discurso que pedía justicia para el Sur global. Es tan asì que en uno de los principales documentos que elaboraban sus “tanques pensantes”, los Documentos de Santa Fe, incluyeron al Zambo de Sabaneta como una posible amenaza.
Entonces, si a ese contexto internacional le sumamos los privilegios que había desactivado dentro de Venezuela, encontramos lógico que confluyeran ambas vertientes para producir el Golpe de Estado del 11 de abril del 2002.
Ese golpe de Estado fue el primer golpe mediático en toda la historia mundial. Se creó una historia, una narrativa, los medios nacionales e internacionales, que en ese momento no tenían el alcance actual, hicieron su parte.
Con lo que no contaban era con la participación del pueblo, con la reacción del pueblo venezolano, que junto a las fuerzas armadas restituyó en pocas horas al presidente Chávez. No contaron con el pueblo, porque, como señalamos al inicio, lo desprecian, y como al que se le desprecia se le ignora, no se le oye. Hicieron un mal cálculo.
Hoy, 22 años después, intentan otro golpe, esta vez de carácter cibernético.
Ahora, esto debemos de verlo dentro de su contexto global. Dentro del enfrentamiento entre el hegemòn y los países que pujan por un nuevo orden mundial. El intento de golpe cibernético es una manifestación, una faceta de las tantas que tiene la agresión contra Venezuela.
A propósito, hace dos meses en Estados Unidos se hizo pública la nueva doctrina del Cuerpo de Marines de Estados Unidos donde se mencionan diversas prácticas encaminadas a confundir al adversario manipulando la información.
Dicha doctrina tiene una insignia: “Engaño”.
María Zajarova, portavoz del Kremlin, comentando esta nueva doctrina, señaló que la Administración de EEUU recurre ampliamente a las prácticas de las unidades de misiones especiales que se usa para engañar al enemigo a fin de mentir al auditorio interno y externo.
«Ahora, en plena campaña electoral presidencial extremadamente sucia en EEUU, han alcanzado su apogeo los fraudes y noticias falsas relativas, ante todo, a Rusia, y las tergiversaciones del estado real de cosas. Asimismo, usar los métodos de la propaganda se convierte en una enfermedad crónica», afirma.
Esto es tan cierto que medios norteamericanos, la revista Washington Examiner, por ejemplo, acaba de publicar un artículo titulado “La Casa Blanca es gobernada por mentiras”.
Preguntada sobre ¿cuándo Washington dejará de engañar a la opinión pública internacional y la parte obediente de la comunidad internacional cesará de pretender creer en este engaño? Zajarova dijo que podía responderse con una sola palabra: nunca.
“De hecho, esto ya no le interesa a nadie. Lo importante es cuán rápidamente la comunidad mundial pueda descodificar esta mentira. Es crucial que tarde en hacerlo no años, sino por lo menos varias semanas”, expresó.
Recordemos cuando el primer presidente de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, José Bustani, señaló que “todos sabían que en Iraq no había armas químicas”.
Los principales medios estadounidenses estaban claros en que el verdadero objetivo de la intervención militar en Libia no fue defender a la población civil, sino derrocar a Muamar el Gadafi.
“Todos conocen el método de Washington que supone cultivar malintencionadamente la oposición espontánea e inventar mitos sobre su popularidad con tal de cambiar el poder. Un ejemplo de ello es el apoyo al impostor Guaidó en Venezuela. En este caso, los estrategas estadounidenses se equivocaron en sus estimaciones en cuanto a la resolución de los venezolanos de reivindicar la independencia de su país”, señaló Zajarova.
Estados Unidos ve a los otros países, inclusive a los que supuestamente son sus aliados, como vasallos a los que debe imponer sus deseos e intereses. Para eso se vale de toda una gama de doctrinas y manuales de guerra que aplica, siempre, utilizando traidores a sus patrias.
No olvidemos que Estados Unidos, sus diversas administraciones, hoy se ve más claro que antes, es el gendarme de la corporatocracia global, la que domina gran parte del mundo, pero que hoy se siente amenazada por el nuevo orden mundial emergente.
Es un Estado al servicio de las grandes corporaciones. Washington es el principal perro guardián, los que componen la Unión Europea son su comparsa.
En ese juego macabro, en la aplicación de sus doctrinas, usan personajes y personajillos, cuya característica principal es la falta de escrúpulos. Gente que es capaz de cualquier cosa por algo dinero o por notoriedad.
Aquí debemos recordar también al tristemente célebre Allen W Dulles, ex jefe de la CIA, cuando en su libro «El arte de la inteligencia» hablaba de operar para dañar la moral de los países adversos, de sembrar antivalores, fomentar el consumo de drogas y alcohol entre los jóvenes, fomentar la violencia.
Eso lo han trabajado durante décadas, en todo el mundo, pero sobre todo en países incómodos, Venezuela entre ellos.
¿Qué usan para ello? Evidentemente las grandes corporaciones mediáticas y las plataformas digitales, las llamadas redes sociales.
Pero, no sólo eso, a personajes notorios, populares, con influencia entre la gente, sobre todo entre los de menos edad, los ponen a pontificar, a apoyar el consumo de drogas.
¿No creen? Ahí le damos un ejemplo.
Hace unos meses se publicó una entrevista donde el empresario Elon Musk reconocía que consumía ketamina y que eso lo ayudaba en sus inversiones.
Ante Don Lemon, ex presentador de CNN, dijo que “hay momentos en los que tengo una especie de… estado químico negativo en mi cerebro, como depresión, supongo, o depresión que no está relacionada con ninguna noticia negativa, y la ketamina es útil para salir del estado de ánimo negativo”.
Al respecto, los Institutos Nacionales de Salud de los EEUU, afirman que «muchos pacientes experimentan “síntomas psicodélicos y desorientadores de corta duración con la ketamina, y existe el riesgo de que se abuse de ella. Además, el requisito de administración intravenosa de la ketamina puede hacerla costosa e inconveniente. También existen preocupaciones sobre la seguridad de la ketamina y los efectos de su uso a largo plazo.
Enrique De Rosa Alabaster, médico psiquiatra, neurólogo, sexólogo y médico legista, alarmado ante la propaganda en favor de este consumo, dijo que “a pesar de que Musk es el hombre ‘más inteligente’, ‘más rico’ y una especie de ícono que todo lo que hace está bien, él está promocionando una cuestión que en el fondo sigue siendo el uso recreativo de drogas sin control médico”.
En Estados Unidos, que tiene una parte importante de población conservadora, al menos en el discurso, se viene dando un debate sobre los contenidos en muchas de sus películas y series de televisión, donde se hace ver como «simpáticos» a personajes que consumen drogas como marihuana o cocaína, que se exceden en el consumo de bebidas alcohólicas.
Esos personajes logran influenciar a los jóvenes y pueden estimular el consumo de drogas. De hecho, lo hacen. No en vano Estados Unidos es el país con más alto consumo de drogas en el mundo.
Mucho de lo que se difunde en las redes, donde Musk juega un rol importante va en esa dirección. Nuevamente, recordemos el libro de Alex W Dulles.
Evidentemente, en Venezuela un sector significativo de jóvenes cayó en las garras del vicio y han sido utilizados en este intento de golpe de Estado.
No son casuales, ni aisladas, las declaraciones de Musk sobre las drogas, ni lo que difunde en sus red, en sus plataformas, y la asonada de violencia que sufrió durante pocas horas Venezuela. Todo eso tiene que ver con el uso de jóvenes captados con promesas falsas y drogas. No es sólo en Venezuela, eso lo aplican a nivel global para tener jóvenes acrìticos, fáciles de manipular.
Trabajan también con la violencia, en su normalización, exaltación y deleite. Necesitan que estos muchachos, y otros no tan muchachos, cometan atrocidades como quemar seres vivos o asesinarlos sin piedad, y no se perturben. Repetimos, que lo normalicen y disfruten.
Para eso necesitan personajillos como Musk.
Con este sujeto se da también otro elemento, él, propietario también de la empresa de autos eléctricos Tesla, admitió que participó en el golpe de estado en Bolivia. “Derrocaremos a quien queramos”, escribió en su cuenta de Twitter o X, con una arrogancia propia de un desajustado mental. Quizá por el consumo de drogas.
Fue allí cuando Evo Morales respondió que desde el inicio del golpe de Estado existían decenas de indicios del financiamiento y la entrega de armas a grupos de paramilitares para quebrar el orden constitucional para que EEUU pusiera las manos a uno de los bienes mas preciados de este siglo: “Otra prueba más de que el golpe fue por el litio boliviano; y dos masacres como saldo. ¡Defenderemos siempre nuestros recursos!”, remarcó.
Notemos los elementos similares entre lo ocurrido en Bolivia y lo que hoy se intenta en Venezuela: Financiamiento de grupos paramilitares y entrega de armas a estas bandas.
El motivo: los recursos naturales que ellos quieren poner al servicio de las corporatocracia global.
Ahora, ¿es tan poderoso Musk? No creo. Es decir, tiene una gran fortuna, influencia en su red, pero no se gobierna solo; ademàs, viene con problemas.
Una de sus principales empresas, Tesla, presenta severas dificultades. Según la BBC, desde su creación, en 2003, la historia de Tesla siempre ha tenido altos y bajos.
Tesla anunció a mediados de abril que despedirá a más del 10% de sus empleados a nivel mundial, estamos hablando de unos 15.000 empleados, generando inquietud en los mercados.
A fines de abril se dio a conocer su desempeño durante el primer trimestre de este año.La firma registró una espectacular caída en sus beneficios de 55% respecto al primer trimestre del año pasado.
En los informes que entrega trimestralmente Tesla a sus accionistas, la compañía se refiere a las entregas de autos después de haber recibido las órdenes de compra.
Las entregas de vehículos bajaron en el primer trimestre del año un 8,5% interanual, lo que implica su primera caída desde 2020
El precio de las acciones de la compañía llegó a caer un 40% en lo que va de este año. Y desde noviembre de 2021, cuando la acción valía más de US$400, ha bajado hasta rondar los US$162.
Eso publicó el portal británico en abril del 2024, pero en ese ínterin la situación de la empresa siguió deteriorándose. Se dicen que corre severo riesgo de colapsar.
Coincide ese deterioro con su repentino interés por Venezuela.
Pero, además, ya hace una década se sabe el control que tiene Washington de las redes sociales, de como trabajan a su favor. De comocoaciona a sus dueños. La Ley Patriota los ampara. El señor Musk no hace lo que le da la gana. No se manda solo, como se dice coloquialmente en Venezuela. Está bajo presión o chantaje de las autoridades norteamericanas.
En octubre del 2022 se informó que Elon Musk era investigado por el FBI respecto a la compra de Twitter. El 16 de julio del 2023, el multimillonario compartió una imagen en su perfil del pajarito azul, señalando que el FBI lo bloqueó en su misma plataforma digital, sin saber los motivos por el cual tomaron esa decisión.
Son señales que le envía el verdadero poder a quienes creen que pueden salirse del redil. Personajes como Musk u otros que aparecen en revista como Forbes, presentándose como los hombres más ricos del mundo, son parte de la farándula. Los verdaderos multimillonarios, que tienen a la vez gran parte del control financiero, social y militar del mundo, hoy amenazados por el nuevo orden mundial emergente, tienen sus raíces en los últimos años de la llamada edad media, algunos los llamaron los «Amos de Venecia».
Musk en un arlequín, un payaso del gran circo mundial. Tiene recursos, claro. Pero el gran poder en la sombra lo controla. Por cierto, esas innovaciones tecnológicas de las que hace gala el señor Musk y otros dueños de esas plataformas, son desarrolladas por el Pentágono y se les dan a ellos para que cumplan su tarea. Así empezó la internet.