El Gobierno de Guyana dirigido por la ExxonMobil, hoy nos está amenazando, nos amenaza que va a hablar con sus amigos del Comando Sur. ¿Como para qué?, ¿qué tiene que ver el Comando Sur en esto?, ¿quién está detrás de todo esto?, ¿está el Gobierno de Guyana? no está. No estamos descubriendo el agua tibia, detrás de todo esto está el imperialismo norteamericano con sus empresas y sus corporaciones que han destruido al mundo
Como era de esperarse el resultado del Referéndum Consultivo del pasado 3 de diciembre, caería como un pesado bloque sobre las cabezas del contubernio perverso que ha pretendido que la República Bolivariana de Venezuela renuncie mansamente a los derechos de nuestra Nación sobre el territorio de la Guayana Esequiba.
Narrativas, ataques, cuestionamientos irracionales, pasos de cangrejo, grandes campañas planificadas por las telas de poder de Washington. Todo tratando de ocultar una evidente manifestación de poder protagónico, libre y democrático de los venezolanos y venezolanas, quienes salieron de manera pacífica, unida y fluyeron por los centros de votación expresando con ello nuestra determinación sobre un asunto nacional que trasciende los límites de las naturales diferencias políticas internas.
No fue mucho el tiempo, una vez derrotada la pretensión guyanesa ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de frenar este Referéndum, para que atacaran con operadores internos e internacionales al mismo.
Desde la misma tarde del proceso enfilaron contra la participación con números que hacen recordar las pruebas que nunca aparecieron del Referéndum Ratificatorio del Comandante Hugo Chávez en la Presidencia de la República, aquel 15 de agosto de 2004.
Lanzando esta narrativa pasaron a cuestionar desde una irracionalidad absurda a los más de 10 millones y medio de personas que ejercieron su derecho al voto, obviando groseramente que fueron dispuestos para este proceso varios elementos de ingeniería electoral como la ampliación de más de 1500 nuevos centros electorales y redistribución de las más de 29 mil mesas electorales.
A ello se suma un proceso que contó con una instalación cuasi perfecta desde el arranque del proceso y más de 13 horas de ejercicio de votación en una herradura electoral lo suficientemente amigable como para acelerar el proceso de voto que los casos más extremos apenas pasó del minuto.
Para rubricar todo este proceso, cada centro electoral llevó a cabo el proceso de auditoría de mesas dispuesta en el cronograma electoral y parte del ejercicio ya normal del proceso de votación en la República Bolivariana de Venezuela. El acta final de la totalización fue debidamente suscrita por todos y cada uno de los partidos políticos que manifestaron su voluntad de formar parte del Referéndum Consultivo.
Todo esto evidentemente blinda el proceso del pasado domingo y otorga suficiente credibilidad a un proceso electoral cuyos resultados fueron presentados en pleno por los cinco rectores del Poder Electoral, brindando suficiente confianza sobre los mismos.
Para atacar a Venezuela, desde afuera y desde adentro, los operadores en favor la élite política guyanesa, cooptada y manejada a su antojo por la ExxonMobil y el Comando Sur de EEUU, apelaron al viejo expediente irresponsable de cuestionar el evento electoral y sus resultados.
Los únicos perjudicados de semejante acción antinacional, que dado el tema de trascendencia e interés nacional que implica la defensa del territorio Esequibo, pudiera tener consecuencias administrativas y jurídicas para estos operadores, son los ingenuos y las ingenuas que aún a estas alturas se creen sus cuentos y promociones de nuevas aventuras contra el país.
El otro tema vino del ataque desde una especie de carácter no vinculante de este proceso, como si fuera una especie de rumba electoral a la cual no debemos hacer caso alguno, irrespetando el mensaje claro de los venezolanos y venezolanas.
Resulta jurídicamente imprudente e impertinente, y políticamente una torpeza vulnerar la expresión de la voluntad manifestada por millones de venezolanos y venezolanas, que por su cantidad y la cualidad del tema del Esequibo se erigió en ni más ni menos que un mandato del poder constituyente ejercido soberanamente por el pueblo a los poderes constituidos de la V República venezolana.
Agarrarse de tecnicismos jurídicos para hacernos los locos ante un pueblo que en más de 95% de votos expresó un Sí rotundo a las cinco preguntas efectuadas el pasado 3 de diciembre, será poco menos que un acto de traición a su voluntad, de incapacidad política y finalmente de cobardía.
Por lo tanto, la única forma de salir al paso a esta narrativa que pretende sacarnos del carácter estratégico de los movimientos de Venezuela para hacer valer la soberanía sobre el Esequibo, lo dio rápidamente el propio Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.
En un acto de Estado con la presencia de toda la representación de la institucionalidad democrática de nuestro país, así como de los sectores más sensibles de la sociedad venezolana quienes desde un principio respaldaron al Referéndum Consultivo, el Jefe de Estado accionó hasta 9 puntos para el tránsito efectivo de esta nueva etapa, definitiva, para recuperar en todo nuestro nacional ya con la Guayana Esequiba siendo parte del mismo.
Estás acciones son:
- Creación alta Comisión por la Defensa de la Guayana Esequiba, ampliada e integrada por el Consejo de Defensa de la Nación, el Consejo Federal de Gobierno, el Consejo de Seguridad Nacional y todos los sectores políticos, religiosos y académicos, en especial las universidades del país.
- Activación inmediata del debate y aprobación de la Ley Orgánica para la Defensa de La Guayana Esequiba.
- Creación de la Zona de Defensa Integral de la Guayana Esequiba, con tres Áreas de Desarrollo Integral, ADI, y 28 sectores de Desarrollo Integral de la Guayana Esequiba, dependiente militar y administrativamente de la región de Defensa Integral Guayana, nueva Zona de defensa Integral Guayana Esequiba, con sede en Tumeremo.
- Designación del Mayor General Alexis Rodríguez Cabellor, cómo autoridad Única de la Guayana Esequiba en el pueblo de Tumeremo.
- Creación de Petróleos de Venezuela PDVSA Esequibo y la Corporación Venezolana de Guayana CVG Esequibo.
- Presentación del nuevo Mapa Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, incorporando a la Guayana Esequiba.
- Llevar a cabo un plan de Atención Social de la Población de la Guayana Esequiba, creando para ello una nueva oficina del SAIME en Tumeremo, para la atención directa de la población de la Guayana Esequiba.
- Impulso de una ley especial para que las empresas que están trabajando bajo licencias ilegales de Guyana, se pongan a derecho, retirándose de estas operaciones en mar por delimitar en el marco de la actual controversia territorial.
- Recuperación del tema ambiental del área de la Guayana Esequiba, mediante instrumentos legales y decretos ejecutivos correspondientes, para crear nuevas áreas y parques nacionales.
Al interpretar con claridad la voluntad de los venezolanos y venezolanas, expresada en millones, el Jefe de Estado decidió poner en pie las dos grandes cuestiones dentro de la estrategia venezolana de defensa del Esequibo.
Bien pudiésemos llamar a esta estrategia la Doctrina Maduro que arranca desde asumir la convocatoria e impulso de la consulta al pueblo venezolano, desde los artículos 5 y 326 de la Constitución Nacional, para luego instrumentar dichas decisiones, por un lado en la elevación de tareas nacionales para hacer cumplir lo decidido el 3 de diciembre, y por el otro, la ofensiva internacional para hacer valer una posición unida y movilizada que se expresó con claridad en la hoja de ruta de este tema denso, complejo e histórico que parece estar llegando a momentos clave de definición.
Bajo la premisa que afirma: «en la demora está el peligro», la Asamblea Nacional realizó la primera discusión del Proyecto de la Ley Orgánica para la Defensa de la Guayana Esequiba, cuya objeto es establecer los medios y mecanismos orientados a la defensa del territorio de la Guayana Esequiba, actualmente usurpado por la República Cooperativa de Guyana, como resultado del írrito Laudo Arbitral de 1899, con el propósito de asegurar la soberanía e integridad territorial de la República Bolivariana de Venezuela.
Por su parte, la exposición de motivos de dicho instrumento legal esboza elementos de contexto que justifican su impulso concreto como herramienta del Estado en el objetivo superior.
«Las circunstancias geopolíticas que rodean el diferendo planteado entre la República Bolivariana de Venezuela y la República Cooperativa de Guyana, incluso el proceso ante la Corte Internacional de Justicia, son de una gran complejidad, por la multidimensionalidad de los elementos que las caracterizan y los diversos intereses económicos que inciden e incidirán en ellas.
En este contexto, el 3 de diciembre de 2023 Venezuela celebró un referéndum consultivo, convocado por el Consejo Nacional Electoral por iniciativa de la Asamblea Nacional, con el objeto de conocer la posición de la población venezolana en torno a cinco asuntos relacionados con la integridad territorial y la defensa de la Guayana Esequiba, a saber: (i) el Laudo Arbitral de 1899, (ii) el Acuerdo de Ginebra de 1966, (iii) la posición histórica en relación con la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia, (iv) los derechos de Venezuela sobre aguas pendientes por delimitar y (v) la creación del Estado Guayana Esequiba.
La participación del pueblo en el referéndum consultivo fue masiva y contundente, generándose, en consecuencia, un mandato político para los órganos del Poder Público de adoptar acciones concretas dirigidas a la defensa del territorio de la Guayana Esequiba y la reivindicación del Acuerdo de Ginebra como el único instrumento jurídico válido para alcanzar una solución práctica y mutuamente aceptable de la controversia territorial.»
Durante la presentación de esta Ley Orgánica, el Diputado Diosdado Cabello expresó los elementos centrales de la acción marco de la estrategia venezolana que impulsa el Estado con la colaboración entre los Poderes Ejecutivo y Legislativo.
«El Gobierno de Guyana dirigido por la ExxonMobil, hoy nos está amenazando, nos amenaza que va a hablar con sus amigos del Comando Sur. ¿Como para qué?, ¿qué tiene que ver el Comando Sur en esto?, ¿quién está detrás de todo esto?, ¿está el Gobierno de Guyana? no está. No estamos descubriendo el agua tibia, detrás de todo esto está el imperialismo norteamericano con sus empresas y sus corporaciones que han destruido al mundo. En un bloque de los otorgados, cuya producción estuvo alrededor de 25.000 millones de dólares, la Exxonmobil se llevó 22.000 mil millones y le dejó al pueblo de Guyana solo 3.000 millones.
Ya sabemos de quién es este negocio, este negocio es del imperialismo, y cuando el títere que gobierna Guyana nos amenaza que va a convocar al Comando Sur, creo que desconoce la historia de Venezuela, creo que desconoce a nuestro pueblo. Nosotros no le estamos declarando la guerra a nadie, pero lo hemos dicho una y mil veces y estamos actuando de acuerdo a la ley y a nuestra Constitución para garantizar que de nuestro territorio, nadie nos va a arrebatar ni un centímetro ni medio centímetro siquiera. Y se activan todos, nosotros somos un pueblo pequeño, muy pequeño, pero no le tenemos miedo a nadie, se lo hemos demostrado, no somos arrogantes, somos un pueblo digno, somos un pueblo muy digno y hemos actuado de acuerdo a la Constitución y a la Ley; hemos ido pasando cada obstáculo que nos han puesto, no son pocos los obstáculos…»
En forma clara podemos afirmar que dado el enorme resultado del 3 de diciembre la estrategia venezolana ha sido reafirmada y avanza para dar cumplimiento a lo dispuesto por nuestro pueblo.
Es ineludible que Georgetown y sus aliados dejen la arrogancia y la torpeza, y se muevan retornando al derecho internacional y al diálogo que no tiene otro entorno que el Acuerdo de Ginebra de 1966.
No hay opciones reales ni viables a esto.