Alí Padrón, ministro de Turismo
Alí Padrón, ministro del Poder Popular del Turismo, nos recibe en su despacho mientras se encuentra en marcha la Feria Internacional de Turismo, que este año se realizó en el Estado La Guaira. Comenzamos la entrevista preguntándole cuál es la situación del turismo venezolano ante la pandemia de Covid-19 aún en curso. En pocos días el presidente Nicolás Maduro anunciaría los primeros siete casos de la variante ómicron.
“Venezuela, ?comienza Padrón? se encuentra entre los diez primeros países del mundo, de 193, más ricos en biodiversidad. Es un país amazónico, andino, caribeño, a cuyas costas nunca llegan los huracanes. Nuestro territorio alberga 1.418 especies de aves, 48 de las cuales son endémicas, es decir, que existen únicamente en nuestros territorios”.
Tan pronto como el ministro pronuncia la palabra «ave», escuchamos un pertinaz piar detrás de la puerta, intercalado con pequeños empujones. Miramos el salón, la bandera nacional, un retrato del presidente Maduro, otro del Comandante Chávez, un hermoso cuadro de un prócer de la independencia. En su mesa hay juguetes, nos explica que están destinados a los niños de los barrios. El piar continúa insistentemente, el ministro sonríe y nos dice “Es mi ninfa, me llama porque quiere entrar”. Abre la puerta un hermoso pájaro colorido entra y vuela sobre el hombro de Alí Padrón, feliz de recibir caricias y besitos.
Es una ninfa hembra, de unos diez centímetros de largo, verde brillante por encima y verde opaco por debajo, la garganta y el pecho son grises. Su cola es redondeada, mayormente verde, pero la mitad inferior es azul con negro y las esquinas blancas. Se llama Spasky y nos acompaña durante toda la entrevista, saltando de hombro a hombro y jugueteando con nosotras.
Alí Padrón, un economista marxista que se considera «orgullosamente comunista», analiza la etapa por la que atraviesa la Venezuela bolivariana ante el mortífero bloqueo económico-financiero con el que el imperialismo norteamericano y sus aliados buscan lograr el codiciado «cambio de régimen».
El turismo es, de hecho, uno de los 17 «motores productivos» que trazan el plan económico para el período 2022-2024, como parte de las acciones del gobierno bolivariano para desarrollar mecanismos que impulsen el mercado, la producción y los precios justos, en la permanente batalla contra la especulación y los ataques a la moneda. El turismo nacional e internacional ?especifica Padrón? es el noveno motor, pero no menos importante, siendo un tema que abarca prácticamente a todos los sectores de la sociedad venezolana: desde la gastronomía, cultura, arte e historia.
¿Qué modelo de turismo es bueno para la Venezuela de hoy?
– Un turismo de proximidad, de experiencia, ecológico, porque a pesar de la pandemia, aún en curso, Venezuela es un país con múltiples destinos turísticos y un potencial infinito aún por desarrollar. Un tercio del país está cubierto por parques nacionales, tenemos 44, y es un territorio bendecido por monumentos naturales únicos, como el Parque Nacional Canaima, área natural protegida ubicada en el Estado Bolívar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994. Tres de los parques nacionales más grandes del mundo se encuentran en Venezuela. Además de Canaima, está el inmenso Parima Tapirapecó, ubicado en el sureste del estado Amazonas, y el recientemente creado El Caura, una reserva ubicada en la zona vital de la selva tropical. Elementos que forman una base sólida para seguir desarrollando el turismo. Debemos, sin embargo, lidiar con una historia de rentismo petrolero que ha favorecido el turismo emisor, que invita a viajar al extranjero en lugar de beneficiar el turismo local. Ahora tenemos que cambiar nuestra visión, acorde a una economía productiva, exportadora, capaz de desarrollar el turismo receptor. Debido a la pandemia, esta actividad ha registrado una caída de casi el 80% en todo el mundo. Un descenso que también sucedió en nuestro país, pese a que Venezuela ha contabilizado la menor tasa de contagios y muertes con respecto a toda América Latina, gracias a las medidas de contención adoptadas tempranamente por el presidente Nicolás Maduro a comienzos de la pandemia, y a la campaña masiva de vacunación puesta en marcha, lo que sin duda constituye una ventaja para la recuperación del turismo. Para golpear nuestra economía, sin embargo, está la persistencia del bloqueo económico-financiero impuesto por Estados Unidos y sus aliados. No obstante, mientras muchos países todavía se encuentran en medio de las dificultades por el Covid 19 y sus variantes, desde hace tres meses hemos retomado la recepción de turistas.
¿Qué busca un turista en Venezuela?
– Principalmente es un turista que ama la naturaleza, las playas, la montaña, el bosque, la cultura, las relaciones con la gente, las vivencias del pueblo, los espacios abiertos, no busca centros comerciales, ni hipermercados. Los rusos no solo visitaron el Estado de Nueva Esparta, Canaima y áreas protegidas, donde se vacuna a la población y se respetan estrictamente las medidas de bioseguridad, también estuvieron en barrios populares de Caracas, en los que la comunidad, que estamos formando, es activa en el desarrollo del turismo y consciente de que es una herramienta de crecimiento, porque es el petróleo que nunca se acaba.
¿De qué países proviene la mayor afluencia de turistas?
– Llegan especialmente de Rusia y Europa del Este. Hasta el momento hemos recibido más de 6.500 turistas rusos. Solo al aeropuerto de Porlamar, en la isla de Margarita, arriban 400 semanalmente.
En el último congreso del ALBA-TCP, todos los países miembros aprobaron un proyecto propuesto por Venezuela, que es el país con mayor biodiversidad del organismo continental. Un convenio de cooperación para promover destinos turísticos de Venezuela, destacando esta virtud. Tenemos excelentes relaciones con México, nuestra aerolínea nacional, CONVIASA, acaba de reabrir una ruta con Argentina. Los turistas argentinos y chilenos aman particularmente a Venezuela, especialmente visitan la isla de Margarita, que también es un destino preferido de los colombianos, para quienes es mucho más barato venir a nuestras playas que ir a las de Colombia, aunque lamentablemente no hay vuelos autorizados hacia nuestro país.
Existe la idea de que Venezuela es uno de los países más inseguros del mundo ¿Es así?
– ¿Sabes cuántos actos delictivos se han producido, por ejemplo, contra los 6.500 turistas rusos que llegaron a Venezuela? Cero. Sin embargo, podría haberles sucedido lo que le puede pasar a algún viajero en cualquier país del mundo, como por un descuido; pero si algo así hubiera sucedido en Venezuela, se habría convertido en un caso de trascendencia mediática. Sabemos que debemos tener mucho cuidado, incluso con nuestra policía turística, debido a la campaña hostil que mencioné anteriormente. Un turista que llega a Venezuela, se imagina encontrar una gran inestabilidad, ha escuchado que aquí hace cinco años que la gente no come y que anda esquelética por las calles. Luego se da cuenta de que todo es mentira, como le sucedió al millonario estadounidense que, luego de visitar una gran cantidad de países, dejó Venezuela como su último destino debido a estos rumores. Cuando se fue, colocó a nuestro país en el quinto lugar del mundo en atractivos turísticos. Escribió que nuestras playas no tienen nada que envidiar a las Maldivas y que no entiende por qué los venezolanos que viven en Estados Unidos hablan mal de su país. Esto sucedió hace cuatro meses. Los turistas turcos que llegan a Venezuela en gran número también han hecho las mismas observaciones. Igual ocurre con los numerosos visitantes que se acercan a nosotros durante los congresos internacionales y que reciben una gran acogida también por su apoyo político.
¿Cómo afecta al turismo la falta de combustible y la dificultad de transporte debido al bloqueo?
– Venimos de una situación muy compleja. Hace seis meses, solo tres aeropuertos estaban abiertos, hoy el 95% por ciento de todos los aeropuertos están operativos y las rutas se están incrementando, incluso a nivel internacional. Por ahora, solo con Turquía, Rusia y en parte con Portugal y España. El sector de la aviación ha sido uno de los más afectados a nivel internacional y la situación ahora se complica aún más por la variante ómicron. Por esta razón, por ejemplo, un nigeriano tarda 40 horas en llegar a Venezuela.
En Congresos internacionales que tienen al medio ambiente como tema, como el de los océanos, no se invita al gobierno bolivariano, pero se escucha a ONG financiadas por Estados Unidos que presentan un panorama desastroso a nivel ambiental. ¿Cómo responde a estas acusaciones?
– La protección del medio ambiente en Venezuela está garantizada por ley, siendo el eco-socialismo uno de nuestros principios estratégicos, contemplado en el Quinto Objetivo del Plan de la Patria. Por ello, no promovemos el turismo desarrollista, el de los grandes supermercados y las grandes cadenas hoteleras, sino el turismo sostenible que tiene como objetivo minimizar el impacto ambiental. Obviamente, la única forma de eliminar la agresión a la naturaleza es que no haya turistas. Por supuesto, hay algún daño ambiental, como en todos los países. Pero no se difunde lo que está sucediendo en Colombia, donde se están destruyendo montañas enteras para la explotación del carbón y el daño al medio ambiente es gigantesco. En contraste, cualquier episodio que ocurra en Venezuela se torna en una matriz de opinión, que impone una propaganda negativa que minimiza los datos positivos y exagera los problemas. Es parte del asedio contra Venezuela, del linchamiento internacional, de la guerra mediática que también tiene como objetivo socavar la autoestima de nuestro pueblo. Por el turismo derrumba mitos, porque todos los que vienen se dan cuenta de lo contrario, de las inmensas libertades que vive la Venezuela en revolución que construye un destino soberano.
¿Cuál es su balance de la Feria Internacional de Turismo en Venezuela (Fitven 2021)?
– Fue un gran éxito, tanto por el público que recibimos como por los proyectos, también reconocido por la prensa internacional. En estos tiempos de pandemia, solo Argentina y nosotros organizamos un evento similar, en el que estuvieron presentes 17 países, más de 75 delegados, seminarios y conferencias comerciales, y una gran exhibición de nuestra gastronomía, nuestra cultura, arte. Hemos expuesto y comparado nuestras rutas y nuestras propuestas en materia de turismo ecológico, agroturismo, turismo religioso. Terminamos el año con una tasa de ocupación en el sector turístico hotelero superior a la de los últimos cinco años. A pesar de la compleja situación, la economía está creciendo.
¿Qué puede aprender Venezuela de la experiencia de Cuba, un país hermano que desarrolló el turismo durante el período especial?
– Cuba ha demostrado que una situación de crisis se puede transformar en una oportunidad. Antes del período especial, de hecho, los cubanos no vivían del turismo, ni siquiera pensaban en él. Su economía dependía del apoyo de la Unión Soviética y del Consejo de Asistencia Económica Mutua con los países socialistas de Europa del Este, la economía se basaba principalmente en el níquel, el cobalto, la caña de azúcar y el sector primario. Tras la caída de la Unión Soviética y el fin del apoyo directo, aún sin contar con todas las infraestructuras necesarias, Cuba supo atesorar sus bellezas paisajísticas, preparó al pueblo y favoreció las inversiones extranjeras mediante el desarrollo de capital mixto bajo el control del Estado. Nosotros también estamos en un punto de inflexión, pero con una ventaja mayor que la que tenía Cuba entonces. El bloqueo, la crisis pandémica y también la de la curva del petróleo, nos han enfrentado a la necesidad de un cambio de paradigma. Estamos en un momento de transición de la economía rentista, monopodructora y dependiente, a otra economía, diversificada y productiva, en la que el turismo, a partir de las 5 líneas estratégicas trazadas, tiene un papel crucial.
Por: Geraldina Colotti y Verónica Díaz