Por: Gerardo Wilson
Un historiador que no sabe si regalar chocolates o un tratado nuclear
De Roma a Caracas: un viaje en el tiempo con Cupido
El 14 de febrero es como un rompecabezas histórico: mitad corazones, mitad batallas. Mientras hoy inundamos las redes de emojis tiernos, en el siglo III d.C., un sacerdote llamado Valentín desafiaba al Emperador Romano Claudio II, ¿Cómo así? Vamos a contextualizar. Claudio había prohibido los matrimonios para que los hombres jóvenes fueran mejores soldados. Nuestro querido Valentín, creyendo firmemente en el amor (o quizás solo en su derecho a llevar la contraria), decidió casar parejas en secreto. Fue arrestado y, como era de esperarse, ejecutado el 14 de febrero. Siendo honesto, si Valentín hubiera sabido que su martirio resultaría en ositos de peluche y cenas caras, probablemente habría preferido un destino menos… comercial, lo que le costó la cabeza… literalmente. ¿Ironía? Su ejecución se convirtió en símbolo del amor. ¡Nada como un mártir para inspirar tarjetas con glitter (escarcha, para los poco entendidos)!
Lupercales
Pero antes de San Valentín, los romanos celebraban las «Lupercales», festividades en honor al dios Pan y a la diosa Lucina. Estas fiestas paganas, relacionadas con la fecundidad y el nacimiento, se celebraban con látigos de piel de cabra y perro —sí, has leído bien— los hombres azotaban a sus mujeres para que fueran más fértiles, es decir, las “bendecían” a punta de latigazos. En el año 494, la iglesia, horrorizada, reemplazó el ritual con un santo que repartía cartitas firmadas “De tu Valentín”. Así nació el «marketing» religioso: de los golpes a los poemas.
Amor, cortes y revoluciones: cuando los poetas eran influencers
En la Edad Media, el poeta inglés Geoffrey Chaucer —el bloguero medieval, conocido por sus Cuentos de Canterbury que Pier Paolo Pasolini llevara al cine y por ser el primero en estar sepultado en el Rincón de los Poetas de la Abadía de Westminster — popularizó su poema: Parlamento de los pájaros, vinculándolo al cortejo.
Carlos de Orleans, prisionero en la Torre de Londres en 1416, escribió la primera carta de San Valentín conservada: “Mi muy dulce amada, estoy ya cansado de la prisión y de los franceses”. ¿Romántico o desesperado? Hoy, esto sería un DM (mensaje privado entre dos personas) en x.com (ex Twitter).
San Valentín en Venezuela
Mientras Europa se enamoraba con sonetos, en Venezuela el 14 de febrero de 1621 fundaban Guarenas, ciudad que hoy probablemente celebra con arepas y mariachis. Y en 1815, mientras algunos intercambiaban flores, otros libraban las Batallas de Soro y Güiria, porque ¿qué es el amor sin un poco de drama independentista?
Del teléfono a las armas nucleares: el 14 de febrero no es solo para cobardes
Este día también es un cóctel de inventos y paradojas. En 1876, Alexander Graham Bell y Elisha Gray corrieron como adolescentes para patentar el teléfono. ¿El premio? Una disputa histórica y millones de llamadas de “¿Ya llegaste?”
En 1967, mientras los enamorados mexicanos firmaban tarjetas, su gobierno rubricaba el «Tratado de Tlatelolco» para prohibir armas nucleares en Latinoamérica y el Caribe. Amor y paz, pero con documentos legales.
Y no olvidemos el 14 de febrero de 2005: tres ex empleados de PayPal crearon YouTube. El primer video fue “Yo en el zoológico”, un clip de 18 segundos que hoy compite con «unboxings» y tutoriales de maquillaje.
¿El amor moderno? Likes y suscriptores. Venezuela: entre santos, soldados y Karol G
Daniel Florencio O’Leary, irlandés de nacimiento y venezolano por convicción, nació el 14 de febrero de 1801. Amigo de Bolívar, su vida fue una mezcla de batallas y crónicas que hoy serían «threads» virales (Un thread es una aplicación de Instagram que permite compartir mensajes, fotos y videos con un grupo de amigos cercanos).
El 14 de febrero de 2003, los restos del bolivariano Cipriano Castro, lejos de los de su esposa Zoila Rosa Martínez, entraron al Panteón Nacional. ¿Qué mejor lugar para un prócer que un mausoleo? Al menos no necesita Tinder (aplicación para conocer gente nueva, hacer amigos o encontrar pareja).
Y hablando de íconos modernos: el 14 de febrero de 1991 nació la antioqueña Karol G, la reina del «reggaetón», la bichota que canta sobre desamores mientras nosotros compramos rosas de último minuto. ¿Coincidencia? El universo sabe que necesitamos banda sonora para llorar… o bailar.
Amor vs. Política: cuando los gobiernos se enredan en el romance
En Colombia, el 14 de febrero de 2025 se convirtió en una telenovela: el presidente Gustavo Petro convocó marchas para debatir reformas, mientras el Uribato lo acusa de “populismo”. ¿El amor en tiempos de reformas? Mejor un café con leche y un “hilo” explicativo en x.com.
México, por su parte, optó por el Día del Amor y la Amistad en los 60, promovido por empresas que venden peluches gigantes.
Y en Brasil, celebran el Día dos Namorados el 12 junio desde 1948, evitando competir con el Carnaval. Sabiduría popular: ¿para qué enamorarse en febrero si puedes bailar samba? Aunque hay que decir que la fecha brasileña coincide con la víspera del día de San Antonio, conocido como el santo casamentero.
Conclusión: ¿San Valentín o San Caos?
El 14 de febrero es un collage de contradicciones: mártires decapitados, tratados nucleares, batallas históricas e «influencers» cantando desamores. Mientras algunos juran amor eterno, otros recuerdan que el 14 de febrero de 1929, Al Capone masacró a una banda rival en Chicago.
¿Moraleja? El amor puede ser… explosivo
Así que, querido lector, si -el 14 F- recibes chocolates, una carta o un meme de gatitos, recuerda: detrás de cada corazón hay un emperador romano, un poeta medieval o un youtuber filmando en un zoológico. Y si todo falla, siempre queda consolarse con la sabiduría de San Valentín: “La vida es como una caja de bombones; nunca sabes cuál te tocará… o si tendrá gluten”.