Por: Roy Daza
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La gira del Presidente Nicolás Maduro responde a un estudio realista del momento político internacional y a un hecho incontrovertible: la multipolaridad se abre paso y la hegemonía imperialista de Estados Unidos declina progresivamente.
Los acuerdos a los que llegó en Turquía han dejado perplejos a muchos, y los alcanzados con el gobierno argelino, por su magnitud, permiten pronosticar un fuerte intercambio comercial.
La comunidad de intereses no pudo ser mayor con las más altas autoridades de Irán, la cooperación adquiere niveles muy altos, y su presencia en Kuwait y en Catar es un mensaje directo, en cuanto a la potencialidad de las naciones exportadoras de petróleo que han mantenido una línea de acción común.
Las consecuencias de la guerra en Ucrania y de las sanciones aplicadas a Rusia están quebrantando la estabilidad del sistema financiero internacional, disparó los precios en todas partes, se prevé una fuerte recesión, escasez de trigo y de fertilizantes, y los precios del barril de petróleo están por encima de los 110 dólares. Además, la reunión de Los Ángeles fue un “foul” de la diplomacia estadounidense.
La estratégica gira del Presidente Maduro coloca a Venezuela en el centro de los acontecimientos mundiales, con nuestra política de paz, de cooperación, y de solidaridad.
