Por: Beltrán Haddad
Venezuela sigue siendo víctima de las medidas coercitivas unilaterales que le aplica el Gobierno de Estados Unidos y, lo que es grave, hay personas (la oposición irracional) que no lo creen y hasta llegan a decir que esas medidas lesivas no repercuten sobre las necesidades básicas de los venezolanos, o sea, tienen una respuesta algo parecido a la sinestesia, en cuanto a figura retórica, como queriendo decir: ese daño bueno acaba con Maduro y extermina al chavismo. Y más grave aún, esas medidas fueron solicitadas por dirigentes opositores.
Pero lo cierto es que somos víctimas de una injerencia atroz de Estados Unidos en los asuntos de nuestro país, siendo una de sus acciones la aplicación unilateral de sanciones económicas y financieras para tumbar a Maduro o presionar al Estado venezolano a que subordine el ejercicio de su soberanía, o haga lo que se le ordene. A los que no creen en los efectos dañinos de esas medidas ilegales contra Venezuela hoy quiero recordarles el informe de enero de 2021 elaborado por la relatora especial de Derechos Humanos de la ONU, Alena Douhan, quien afirmó que las sanciones contra Venezuela han causado “un efecto devastador y catastrófico sobre la vida de los venezolanos”.
También dijo que desde el año 2019, tras el reconocimiento de EEUU al opositor Juan Guaidó, EEUU emprendió una arremetida de sanciones que afectó a Pdvsa y el Banco Central. De igual forma afirmó que se le dio a Guaidó control sobre los activos y bienes de Pdvsa, incluyendo a Citgo, y que en 2018 y 2019 las sanciones se dirigieron al oro, sector alimentario, criptomonedas y bancario. En fin, según la relatora Douhan, las sanciones han tenido un efecto devastador en el país, especialmente en los sectores de extrema pobreza, mujeres, niños, trabajadores de la salud, discapacitados, pacientes con enfermedades crónicas y la población indígena.
Todas esas medidas coercitivas unilaterales son ilegales y violatorias del derecho internacional y la Carta de la ONU. El Consejo de Seguridad es el órgano que tiene competencia para dictar medidas en el marco legal. Las dictadas unilateralmente tienen un impacto negativo en el goce y disfrute de los derechos humanos, entre ellos el derecho a la vida, a la alimentación y asistencia médica. Las aplicadas contra Venezuela —lo dijo la relatora Alena Douhan— son devastadoras y catastróficas. Es decir: arruinan y destruyen. Créanlo.