Adán Chávez Frías
@Adan_Coromoto
El XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCH), que se celebró entre los días 18 y 24 de octubre de este año, fue un acontecimiento trascendental no solo para el pueblo chino sino para todos los pueblos que luchan por su liberación nacional y su libre determinación; por la construcción de un mundo mejor y por el mantenimiento de la paz en el planeta.
Hoy agradecemos al PCCH por habernos convocado al Diálogo de Alto Nivel con Partidos Políticos del Mundo, que se está celebrando del 30 de noviembre al 3 de diciembre en la capital china, y en el que honrosamente nos ha correspondido en calidad de presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional Constituyente y Vicepresidente de Relaciones Internacionales del Partido Socialista Unido de Venezuela, representar al Gobierno y al pueblo venezolano.
La gran nación que hoy es la República Popular China, se enrumba en la actual coyuntura histórica “al logro del triunfo definitivo en la culminación de la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada” enarbolando la bandera de un socialismo de la nueva época con peculiaridades chinas.
China nos señala de esta manera, a todos los que consideramos que el Socialismo es la única vía para la emancipación del ser humano, que es necesario adaptar tesis y planteamientos universales a las complejas realidades de cada país para poder avanzar en el objetivo trazado.
Nos llama la atención la humildad con la que esta gran nación hermana asume su compromiso con la Humanidad: siendo hoy una potencia importante, cuya actuación es decisiva para el sistema de las relaciones internacionales, señala que en los próximos años “culminará la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada”; teniendo en cuenta que esto significa promover activamente el desarrollo económico, político, cultural y social, así como la construcción de una sociedad sostenible y armoniosa.
Para ello, el PCCH genera líneas estratégicas a fin de superar las principales contradicciones dentro de su proceso de edificación socialista manteniendo su crecimiento económico y su horizonte de lograr la felicidad de todo el pueblo.
El salto trascendente que ha dado el PCCH de orientar el rumbo hacia la consolidación del socialismo con peculiaridades chinas en la nueva época, reviste un gran significado tanto para la historia del desarrollo de la República Popular, como para la historia del desarrollo del socialismo mundial y de la sociedad humana. Eso es incuestionable. De la experiencia china se hablará en un futuro como un antes y un después en la historia civilizatoria de las nuevas generaciones que creen en el socialismo.
El nuevo plan de China para los próximos años es una contribución histórica al objetivo de “crear una comunidad de destino compartido con toda la Humanidad”.
Este diálogo de alto nivel promovido por el PCCH, nos ha permitido a militantes de partidos de un amplio espectro político que representamos a más de 400 organizaciones en todo el mundo, revitalizar e intercambiar conceptos y estrechar vínculos en una causa común: la lucha antiimperialista y anticapitalista. Fundamos de este modo, un espacio para el diálogo internacional por el socialismo.
Y sucede justo en momentos en que poderosos grupos económicos transnacionales han emprendido una ofensiva ideológica internacional para la restauración del neoliberalismo como modelo; en esta coyuntura, reiteramos que el socialismo es la opción real y viable para que los pueblos alcancen su desarrollo sin sacrificar el bienestar de las mayorías.
En Venezuela, nuestro proyecto bolivariano, socialista, chavista y antiimperialista, reconoce en los documentos del Congreso del PCCH puntos en común que ratifican la vigencia del socialismo como única alternativa viable para la construcción de un mundo mejor y de una sociedad que garantice la mayor suma de felicidad posible a nuestros pueblos.
En nuestro país transitamos actualmente una coyuntura histórica que nos demanda la máxima exigencia para avanzar en este camino de dignidad y soberanía que sigue siendo muy difícil, porque el enemigo, que no es otro que el imperialismo norteamericano, no cesa en su empeño de destruirnos.
Pero como ya lo hemos demostrado, la única garantía de paz y estabilidad para nuestros países, es el Socialismo, que no es otra cosa que el poder transferido a las manos del pueblo y las comunidades organizadas; que es la práctica real y verdadera de los valores de solidaridad, humanismo y bienestar colectivo.
Nos hermana hoy la lucha de continuar con nuestros propios métodos en la incorporación de nuestros particulares aportes para contribuir al avance de la consolidación del socialismo como única opción de la humanidad a una vida mejor en todos los aspectos: en lo económico, lo social, lo cultural, lo político, lo espiritual.
Por último, queremos reiterar que desde el Poder Constituyente apostamos por el diálogo como única herramienta posible para la solución de nuestros problemas de manera pacífica y democrática.
En ese sentido, saludamos la nueva victoria obtenida por la diplomacia de paz del Gobierno Bolivariano en esta primera jornada de trabajo en República Dominicana, al conseguir que la oposición venezolana participe en el establecimiento de un diálogo que garantice la tolerancia, la convivencia y el respeto.
Tras más de 300 invitaciones del presidente Nicolás Maduro, que fueron rechazadas por las imposiciones de sectores que buscaban conducirnos a un enfrentamiento fratricida, quienes ayer apostaban por la violencia fascista han reconocido frente a la comunidad internacional que el diálogo es la única vía para la solución de los problemas; esto es una heroica conquista de la Revolución y del pueblo venezolano.
¡Con Chávez Siempre!