Se espera que el volumen de negocios entre las naciones que conforman la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y China alcance los 500 mil millones de dólares en el año 2025, una meta que en la actualidad pareciera totalmente posible si se toma en cuenta que, según cálculos preliminares, en el año 2017 ese volumen se ubicó en 266 mil millones de dólares. El crecimiento exponencial del comercio entre la Celac y la nación asiática se entiende cuando las cifras indican que se ha incrementado en 22 veces entre los años 2000 y 2013.
Una guía para alcanzar las metas al año 2025 fue el resultado de la reciente cita denominada II Reunión Ministerial del Foro China-CELAC, que tuvo lugar en Santiago de Chile el pasado 22 de enero. La apuesta por el progreso equitativo de los pueblos quedó plasmada en tres documentos que guiarán el devenir de las relaciones entre ambas partes: la Declaración de Santiago y otra especial sobre la iniciativa china de la Franja y la Ruta, y el Plan de Acción Conjunta CELAC-China.
«Son una afirmación muy fuerte de buscar todas las vías para solucionar los problemas globales contemporáneos desde la perspectiva de la cooperación, el intercambio y la igualdad de posiciones entre los países», dijo el internacionalista cubano Luis Suárez, entrevistado por la agencia estatal china Xinhua.
«El compromiso relacionado con los Acuerdos de París del cambio climático, con la Agenda 2030, la ratificación de América Latina y el Caribe como zona de paz, la implementación de un comercio libre y justo, el concepto de trabajar por alcanzar el desarrollo común y beneficios mutuos, son algunos ejemplos», puntualizó Suárez para quien resulta clave la iniciativa de extender a la región la propuesta china de la Franja y la Ruta.
Como se sabe, la iniciativa Franja y Ruta se creó gracias a la inspiración de la antigua vía comercial que integró a China con los países de Occidente. Desde la creación de esta iniciativa en 2013, presentada por el presidente chino Xi Jinping, se contempla la formación de un mecanismo de interconexión económica entre países de Asia, África y Europa por las históricas rutas marítimas y terrestres de la seda. En la reunión Celac-China se acordó extender esta iniciativa hasta las naciones de América Latina.
«Hay una apuesta a una libertad de comercio equitativo, una propuesta de cooperación en áreas sensibles como desarrollo tecnológico, que se avance en la superación del esquema de mirar a América Latina como exportador de materias primas, planteando avanzar hacia un intercambio de productos de mayor valor agregado en ambas direcciones», señaló el analista.
Nuevo tipo de cooperación
«Para evitar que el sistema burgués oprima a los débiles debemos desarrollar un nuevo tipo de cooperación real y equitativa, en la cual los estados respondan a la necesidad de los pueblos y no a la de sus opresores», enfatizó el canciller venezolano Jorge Arreaza durante su intervención en la cita, que se llevó a cabo en Santiago de Chile.
Mencionó las secuelas de las agresiones imperialistas, las medidas unilaterales, los bloqueos financieros y comerciales contra las democracias de la región, y ratificó que el objetivo especial de este encuentro es potenciar la cooperación de nuestra región y China.
«En la etapa de desarrollo en que vivimos actualmente los países latinoamericanos y caribeños, el tipo de cooperación que requerimos es primordialmente la formación del talento humano, transferencia de conocimiento, de ciencia, de tecnología, con lo que cuenta China y que puede aportar a este proceso integrador», señaló Arreaza.
El titular de Relaciones Exteriores destacó la alianza estratégica entre China y Venezuela, que se ha potenciado en los últimos años porque es una relación de desarrollo mutuo y ganancias compartidas. «Ha sido una cooperación respetuosa, sin injerencias. Compartimos la necesidad de lograr desarrollos equitativos», sostuvo.
“Pero más allá de eso ha sido una relación que en el año 2014, una visita que hizo Xi Jinping a Caracas, fue elevada a una alianza estratégica integral y en realidad se aceleraron, se multiplicaron los proyectos. Son casi 500 proyectos que hemos firmado en las 15 comisiones inter-gubernamentales”. Destacó que China, dirigida por Xin Jinping, se esfuerza en diseñar mecanismos de integración económica con América Latina y el Caribe a través del planes como la Franja y la Ruta, un proyecto económico de China con Europa, Asía y África.
“Se trata de una relación que de verdad diferencia, estructuralmente, radicalmente, de cómo imperios en el pasado han tratado de mandar y de hacerse de los recursos naturales y no renovable de nuestra América Latina y caribeña. Se trata de un país, un gobierno, una revolución socialista de la República Popular de China que quiere paz en este mundo”, expuso el canciller, una visión compartida por el analista cubano Luis Suárez.
«Este foro en su contexto adquiere una trascendencia redoblada en todos los órdenes porque evidencia un contraste muy marcado entre la propuesta que reitera y amplía China en su relación con América Latina respecto a los despropósitos que están saliendo de las políticas de la actual Administración norteamericana», enfatizó.