Eduardo Piñate
Las declaraciones emitidas por el Secretario de Estado de los EE.UU antes de iniciar su gira por varios países de América Latina, confirma la profunda obsesión de las élites imperialistas, particularmente la estadounidense, con la Revolución Bolivariana. Con esas declaraciones, pretende amenazar y chantajear al gobierno revolucionario de Nicolás Maduro y al pueblo venezolano, además que intenta infructuosamente desviar a nuestra FANB de su rumbo institucional, democrático y revolucionario, incitándola a la consumación de un golpe de Estado.
Rex Tillerson ratifica la filosofía guerrerista-depredadora del imperialismo en este período de crisis estructural y global del capitalismo y de puesta en cuestión de la hegemonía estadounidense en la política y la economía mundial y también en nuestra región. El hecho de que perdieron la iniciativa política en el continente desde que el Comandante Chávez llegó a la Presidencia de la República y la Revolución Bolivariana se hizo gobierno y el interés en recuperar el dominio de nuestras riquezas naturales y destruir el ejemplo que emana de nuestro pueblo y nuestro liderazgo revolucionario para los pueblos del mundo, explica la obsesión de esa élite burguesa e imperialista con nuestra Patria.
Esa obsesión se torna en desesperación cuando el gobierno estadounidense y sus aliados en la Unión Europea, el Grupo de Lima y toda la derecha mundial, constatan que sus fuerzas políticas y sociales internas –es decir, sus partidos políticos y sus ONG’s- viven hoy un proceso creciente de descomposición, fractura y desmoralización, debido a las continuas derrotas y la incapacidad para detener la ofensiva del chavismo que se recuperó de la derrota del 2015, obtuvo trascendentes victorias políticas y electorales en el 2017 y se prepara para consolidarlas reeligiendo al camarada Nicolás Maduro como Presidente de la República en las elecciones que se celebrarán antes del 30 de abril de este año. Seguimos venciendo.