Jonny Hidalgo
La capa de ozono cubre al planeta entre los 10 y 50 mil metros de altura. En 1974, los científicos Mario Molina y Frank Sherwood Rowland afirmaron que esta capa se estaba “agotando” debido a los gases clorofluorocarbonos (CFC) que el Hombre utiliza especialmente en los sistemas de refrigeración. Según ellos, las radiaciones UV-B liberan el cloro contenido en las moléculas de los CFC, originándose un ciclo catalítico que destruye al ozono en la estratosfera. Pero, el cloro le da a los CFC un peso molecular casi cinco veces superior al del aire, así ¿cómo pueden elevarse a más de 20 mil metros de altura?, los expertos afirman que es a causa de los vientos ascendentes (sic).
El “agotamiento” de la capa de ozono permite una mayor penetración de los rayos UV-B, lo que impacta a todos los ecosistemas. Sin embargo, lo que más terror ha causado es el cáncer de piel en los seres humanos.
Así, en 1985, se aprueba la Convención de Viena para la protección de la capa de ozono. Ese mismo año, los científicos descubren el “hueco” que en dicha capa se observa durante los meses de septiembre y octubre sobre la Antártida, en el polo sur. Si este “hueco” es ocasionado por los CFC y la mayoría de la población mundial, 80% o más, vive en el hemisferio norte del planeta ¿por qué el aparece en el polo sur y no en el polo norte?
En 1987, surge el Protocolo de Montreal sobre las sustancias que dañan la capa de ozono. Con este, se acuerda un programa mundial de sustitución de los CFC por los gases HCFC, patentados por transnacionales como Dupont. Estas empresas asisten a las llamadas “Reuniones de las Partes” que se dan en el marco del mencionado protocolo. No obstante, los HCFC también contienen cloro, por lo que en el 2007 se aprobó un cronograma para la eliminación total de su uso, hacia el año 2040, reemplazándolos por los HFC. Estos gases no contienen cloro, por lo que no dañan la capa de ozono; pero además, no quedan dudas de que puedan elevarse a la estratosfera y contribuir al efecto invernadero.
El agotamiento de la capa de ozono, es quizás el primer problema ambiental planteado a escala global. Es curioso que las soluciones propuestas por los gobiernos, estén siempre asociadas a productos patentados por transnacionales y no por organismos intergubernamentales como Fondo Multilateral creado en el marco del Protocolo de Montreal. Definitivamente, nuestros países deberían estudiar estos temas con criterios propios, para fortalecer la independencia y soberanía nacional.