Los pedazos de oposición se pelean por atribuirse el mérito de la liberación de los presos de la guarimba
Salieron por nuestra presión internacional
Los gestores del bloqueo económico contra Venezuela, con Julio Borges y Antonio Ledezma a la cabeza, aseguran que «la dictadura» tuvo que ceder debido a sus heroicas gestiones ante otros gobiernos y organismos internacionales.
«No se llamen a engaño -dicen los aspirantes a perritos de alfombra-. Nuestro sacrificio, viajando por toda Europa, Estados Unidos y Latinoamérica está dando sus frutos. El tirano se ha visto obligado a recular, abriendo las mazmorras donde torturan a nuestros presos de conciencia. Está asustado porque sabe que ya falta poco para que nos traigan en el portaaviones. Él cree que dejando en libertad a los mártires, nuestros amigos gringos y europeos lo van a perdonar… Pero, que se olvide de eso», proclaman los cancilleres de la antipatria.
En el ala pirómana de la oposición, en cambio, opinan que los alegres viajeros han hecho por los privados de libertad lo mismo que con los dineros que aportan desde el imperio: chuleárselos, gozar la vida a costa de ellos.
Yo los liberé, gloria a Dios
El avispado pastor Javier Bertucci demostró por qué se ha hecho líder de una iglesia y de un partido, empresario multinacional y candidato presidencial. Es un verdadero vivaracho. Bertucci fue a Miraflores después de las elecciones, reconoció al presidente Maduro y asumió la bandera de los denominados «presos políticos».
Gracias a esa jugada bien pensada y ejecutada, puede decir que la decisión de Maduro fue producto de su verbo profético.
(En cambio, Henri Falcón perdió una vez más su oportunidad de convertirse en el líder del pedazo más decente de la oposición. Ante semejante falta de sagacidad política, hubiese exclamado el dicharachero Luis Herrera Campíns: “El que nace para triste, ni que le canten canciones”).
Bertucci ahora anda por ahí, muy ufano, diciendo que las almas cándidas del Helicoide fueron puestas en libertad gracias a sus buenos oficios. Y las huestes el pastor le contestan en disciplinado coro: «¡Gloria a Dios!»
“Laidy ADi” los puso en la calle
Acción Democrática también quiso quedarse con el mérito de que los tiernos angelitos de la guarimba anden de nuevo en las calles. Su argumento tiene nombre de mujer: Laidy Gómez, la dama fuerte de Táchira.
«Si ella no se presenta y le habla golpeao al tirano, como solo una gocha arrequintada puede hacer, no se hubiese logrado nada», dicen los adecos y adecoides.
Regionalmente hablando, la gobernadora hizo tremendo negocio político porque ahora está en la buena con los que votaron en las elecciones, mientras los guarimberos le deben una. Más que frente al gobierno, lady Laidy (o “Lady ADi”) le ganó la partida al jefe de los pirómanos, que viene siendo uno de sus rivales en el estado, al sacarlo de la cárcel. Genial.
Los otros tres gobernadores acciondemocratistas también aprovecharon para presentarse como gente seria que logra resultados, en lugar de hablar pendejadas. Bien por los cuatro. Solo falta saber qué harán cuando los querubines liberados, como suelen hacer los perros que comen manteca, vuelvan a meter la lengua en tapara.
Nos liberamos nosotros solos
Tal vez la postura más arrogante de todas sea la de los propios procesados que recibieron los beneficios. Luego de ser liberados, varios de ellos han montado la tesis de que las medidas de gracia fueron tomadas por el gobierno debido a las protestas que ellos mismos protagonizaron unos días antes.
“Fue por nuestra valiente lucha”, dicen muy convencidos, como si vinieran de hacer una larga huelga de hambre, aunque casi todos presentaban un aspecto tal que da la impresión de que allí adentro estaban comiendo mejor que muchos que están afuera.
La verdad es que la llamada protesta fue un enfrentamiento endógeno «entre malandros comunes y malandros políticos», según un reportero policial amigo. Y la otra verdad es que el acto colectivo más destacado que realizaron los procesados por la guarimba antes de ser liberados fue una fiesta de cumpleaños con piñata y todo. No me crean a mí…busquen en las redes y lo comprobarán.
Epílogo: ¿Entonces, quién los liberó?
Después de tanta disputa por el protagonismo, la historia objetiva dirá que -para bien o para mal- el responsable de la medida de liberar a estos personajes nefastos de 2017 es el jefe del Estado, Nicolás Maduro Moros.
Por su magnanimidad ha sido felicitado por muchos y cuestionado por otros. Este escribidor se cuenta entre los segundos. Ojalá esté equivocado.