No hubo enfrentamiento de hermano contra
hermano
Verónica Díaz
Amaneció de “golpe” el 30 de abril. A las 6 de la mañana la periodista Madelein García de Telesur recibió una llamada alertándole sobre una situación irregular en la autopista Francisco Fajardo, el autoproclamado presidente, Juan Guaido, y Leopoldo López, quien se había fugado de su casa donde pagada condena y gozaba de una medida especial de casa por cárcel, estaban con un grupo de militares que portaban una cinta azul que simulaba un brazalete. Se trataba de la “Operación Libertad”. López había colgado en su cuenta twitter que estaba en La Carlota. Madelein se dirigió a la base aérea militar, y al llegar había todo un despliegue, pero de los militares leales a la Constitución que defendían a capa y espada la base.
Su teléfono no tenía buena conexión de datos, no podía conectarse a Twitter, tampoco al Whatsapp, por lo que optó por comunicarse con la presidenta de Telesur, Patricia Villegas, vía telefónica. Quería informar que la habían recibido en la base militar las fuerzas leales al gobierno del presidente Nicolás Maduro. Allí pudo constatar que varios de los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que inicialmente habían participado en la asonada, al darse cuenta de lo que ocurría habían abandonado a los golpistas. “Fuimos engañados”, decían.
Relata que había un grupo de sargentos, tenientes, capitanes, que habían retornado a las fuerzas leales y Madelein tuvo esa exclusiva, revelándole al mundo a través del canal multiestatal Telesur cómo las supuestas tropas insurrectas habían sido convocadas bajo engaño. Ese fue el primer video que salió, demostrando que todo era un operación de bandera falsa, construida en base a lo que se denomina “fake News” (noticias falsas).
El militar engañado entrevistado por Madelein relata que a las 6 de la tarde del 29 de abril le dijeron que recibirían una condecoración que le cambiaría la vida, pero fue a las 3 de la madrugada cuando los buscaron y les dijeron que iban a ir a una operación secreta porque habían ingresado armas a Tocorón, pero nunca llegaron al penal, en cambio se encontraron en el distribuidor Altamira, en la llamada Operación Libertad dirigida por Leopoldo López y Juan Guaidó. Sospecharon entonces que algo extraño sucedía y se comunicaron con sus comandantes y a penas pudieron se unieron a las fuerzas leales que defendían la base aérea La Carlota. Eso fue lo que salió al aire, aproximadamente a las 7 de la mañana, gracias al trabajo reporteril de Madeleín García.
Fue difícil para la periodista mandar el video por Whatsapp debido a las fallas en las comunicaciones, con el que Telesur desmintió las mentiras que poblaban las redes sociales a esa hora en las que se afirmaba que La Carlota estaba bajo el control de los golpistas. Madelein tenía la exclusiva, ya que desde la base aérea observaba cómo los militares leales usaban perdigones y bombas lacrimógenas para repeler a los ataques. De pronto se escuchó una ráfaga de tiros que provenía del distribuidor Altamira.
“Estábamos todos en el terreno, y yo comienzo a buscar hacia dónde caían las balas. Veo como los militares se resguardan, yo también trato de ubicar un lugar seguro. Y nos dicen ¡cuidado, están disparando! Reina la confusión”.
Luego le llegaría un video que demuestra cómo el tiroteo buscaba generar el caos, porque todos los golpistas sacaron sus armas y las apuntaron hacia La Carlota.
“¿A quién le iban a disparar? ¿A sus propios compañeros? Eran militares contra militares, compañeros de armas aputándose. Era un desastre”.
Luego la periodista comprobaría que un grupo de civiles estaba desplegado en el estacionamiento del Centro Comercial Ciudad Tamanaco (CCCT) y el Cubo Negro, desde donde asediaban al recinto militar. Lanzaban piedras y bombas molotov.
Madelein relata que usaron a los civiles para tratar de derrumbar la cerca de La Carlota, mientras que desde adentro se les pedía que desistieran.
Su hipótesis es que solo buscaban la foto para acompañar su noticia, ya que sabían que poner un solo pie dentro de la base militar sin las debidas autorizaciones tendría severas consecuencias, no solo en Venezuela, ya que en cualquier parte del mundo es un delito grave.
Cuando tumbaron la cerca, hubo una ráfaga de tiros y fue cuando impactaron al coronel que sería herido de gravedad. La bala entró por su clavícula y le salió por el cuello.
Pero antes de que tumbaran la cerca Madelein y su equipo se ubicaron en una azotea desde donde tenían una excelente panorámica para transmitir. Desde allí podía describir el escenario de guerra. Su vista era privilegiada y le permitía mostrar todo el despliegue leal desde La Carlota, lo que hacía cada vez más difícil afirmar el control golpista de la instalación militar. Quizá por esta razón, Madelein se convirtió en un objetivo a a atacar. Eso ocurrió hacia las 10 de la mañana.
Fue cuando los civiles golpistas comenzaron a tirarle piedras desde el CCCT a la reportera quien fue protegida por un grupo de efectivos militares leales al presidente Maduro.
Pero Madelein, incluso a manera de chiste, comenta que los civiles tenían muy buena puntería y le dieron una pedrada en una pierna que le hizo un inmenso morado. Sabían que su objetivo era evitar que la transmisión desde la base desmintiera las falsedades que trataban de imponer al mundo como la verdad de lo que ocurría en Venezuela.
Luego hubo una mayor arremetida de piedras. Se acercaron los agresores a las puertas de la base y empezaron a tumbar la reja por las cercanías del Cubo Negro, hacia donde está la Comandancia del Ejército.
“Ellos querían violar el fuero militar que debe resguardar la base. Querían un muerto porque sabían que al ingresar el ejército actuaría”, reflexiona Madelein.
“Pero les salió el tiro por la culata, porque empezaron a dialogar. El comandante leal a Maduro, incluso, le dio la mano a los golpistas, ellos le pidieron que se uniera al grupo que obedecía a Guaidó, pero los militares leales les contestaron, ustedes allá y nosotros acá cumpliendo con nuestro deber”.
Luego de tumbar la reja, arreció la ráfaga de piedras y bombas molotov. Fue cuando se incendió el Comando del Ejército. Se quemó una moto y un carro. La situación estaba tensa. Si algún civil hubiese sido herido o muerto la información hubiese tenido de inmediato eco internacional. Madelein observó a un miembro del Foro Penal que estaba allí como a la espera de que lo peor ocurriera.
El sitio estaba repleto de reporteros de medios que apoyaban a los golpistas y la periodista de Telesur se percató de que la señal de datos para transmitir era perfecta, lo que no ocurría en el resto del lugar. Estaba todo listo para el nuevo golpe televisado y las agencias, junto a VIP y NTN24, aguardaban para la puesta en escena.
Cuando los militares leales lograron disolver a los guarimberos, encontraron dos camiones repletos de insumos para encender la violencia callejera.
Mientras se diluían las fuerzas de los golpistas, los militares fieles a Nicolás Maduro lograron tomar el control del distribuidor Altamira y los líderes de la asonada tuvieron que refugiarse en las embajadas de los países sumisos a los designios de Washington, luego de que las dos últimas tanquetas retornaran al control de las fuerzas leales a la Constitución. Sus conductores serían entrevistados por Madelein y ese video se tornaría viral reafirmando el engaño al que habían sido sometidos muchos de los que participaron en el fallido golpe de Guaidó y López.