Eduardo Piñate R.
Tenemos 20 años resistiendo, enfrentando y derrotando la agresión sistemática y permanente del imperialismo estadounidense y sus aliados de Europa y otras partes del mundo, con el apoyo desvergonzado de la élite social, económica y política que gobernó Venezuela desde 1958 hasta 1998, cuando la Revolución Bolivariana se hizo gobierno llevando al Comandante Chávez a la Presidencia de la República. Esta agresión se incrementó en todas las dimensiones de nuestra vida a partir de la desaparición física del Comandante Supremo de nuestra revolución.
El enemigo nos ha hecho una guerra multifactorial; en la que incluso ha utilizado variadas formas de terrorismo y hemos frustrado sus planes e intentos de magnicidio. Nos ha aplicado todos los manuales, todas las recetas, todas la fórmulas, que le funcionaron en otras latitudes y aquí no han podido. Se estrellaron siempre con nuestra moral, nuestra dignidad, nuestra conciencia y organización, con nuestra unidad y nuestra irreductible voluntad de ser libres.
Hoy, cuando el imperialismo intensifica el bloqueo y todas las formas de guerra económica -y otras formas de guerra también- estamos obligados a resistir en ofensiva, es decir, avanzando en todos los planos, pero sobre todo en el productivo, apoyarnos en nuestras propias fuerzas, desarrollar las fuerzas productivas. La clase obrera debe ponerse al frente de esta tarea. Seguimos venciendo.