Geraldina Colotti
«Alegría a veces, tristeza a veces … equilibrio». Durante la videoconferencia del presidente venezolano Nicolás Maduro con la Dirección Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), con la organización juvenil (JPSUV) y con los gobernadores; el vicepresidente de asuntos internacionales, Adán Chávez, para interpretar los sentimientos colectivos utilizó los versos del cantor Alí Primera. Versos que expresan la dura necesidad de encontrar un equilibrio para seguir adelante, entre una noticia triste y una que da alegría.
La noticia triste, que dejó un inmenso vacío en la militancia revolucionaria, fue la de la muerte por coronavirus del líder Darío Vivas. Una pérdida posterior a la de otro militante histórico, El Chino Khan, quien murió. «El mejor homenaje es continuar la lucha permanente por la construcción del socialismo, haga lo que haga el imperio norteamericano», dijo el hermano mayor del Comandante, subrayando la importancia de la solidaridad internacional, que sigue manifestándose desde Europa a Latinoamérica y también Estados Unidos. En Gran Bretaña se llevó a cabo una manifestación contra el robo del oro venezolano en los bancos británicos, perpetrada por la acción pirata de Trump vía Guaidó.
Maduro recordó la larga militancia compartida con Darío Vivas, desde la salida de Chávez de la cárcel de Yare en 1994. «Darío Vivas me enseñó a hacer política desde el pueblo, con el pueblo y para el pueblo», dijo. Característica distintiva de la «forma bolivariana de hacer política revolucionaria» establecida por Chávez como modo de acción, reflexión y consulta permanente de su propia base social.
Incluso la Primera Combatiente, Cilia Flores, abogada y dirigente política desde hace mucho tiempo, miembro de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), recordó la «labor incansable de Darío», el compromiso común en la elaboración de las múltiples leyes del poder popular. “En 2005 -recordó-, cuando la oposición se retiró de la competencia electoral, el pueblo llenó el Parlamento. Darío organizó todos los escenarios de la participación popular, creó el método del parlamentarismo social, del parlamentarismo de calle. Su ejemplo nos empuja a ser creativos también durante esta campaña y a redimir a la Asamblea Nacional a pesar de la pandemia”.
Dada su larga experiencia en las calles y el gobierno, se propuso que Darío fuese candidato a las elecciones del 6 de diciembre. Y ahora -anunció el mandatario- en su honor, el motor organizativo que llevará al PSUV a las parlamentarias se llamará Comando de campaña Unificado Darío Vivas. Un motor que tratará de multiplicar la fuerza y el mensaje del dirigente fallecido, quien durante mucho tiempo tuvo la tarea de organizar los eventos y movilizaciones del partido.
Al pasarle la palabra al presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, quien regresó a las trincheras luego de ganar la batalla contra el covid 19, Maduro le dio al país otra noticia: con el nuevo Parlamento, dijo, en diciembre también termina el trabajo de la Asamblea Nacional Constituyente, en cuyo balance y propuestas legislativas trabaja Diosdado.
El mandatario se burló de la campaña de la derecha que en un primer momento dio por muerto al capitán, y luego afirmaron que no era su voz con la que volvía a saludar al partido en los primeros días de su recuperación: «Le doy la palabra al doble de Diosdado”, bromeó el mandatario.
«Alegría a veces, tristeza a veces… equilibrio». La noticia alegre fue sin duda la recuperación de Diosdado, quien pronto retomará su tan seguida transmisión Con el Mazo Dando, advirtió a los imprudentes de los efectos devastadores que deja el virus; incluso en quienes logran sobrevivir.
Según una encuesta reciente, entre 11 y 16% en Venezuela niegan la existencia del virus. Esto significa que 3 ó 4 millones de personas andan sin mascarilla, sin protegerse ni proteger a los demás. Por ello, el PSUV ha activado más de 72.000 Brigadas Populares de Salud, que realizan visitas casa por casa, identifican a quienes cruzaron ilegalmente la frontera para tratarlos adecuadamente en caso de contagio.
A pesar de las enormes dificultades económicas, debido al bloqueo de Estados Unidos, a pesar del sabotaje interno e internacional, Venezuela tiene una de las tasas de mortalidad más bajas (menos de 300 muertes) gracias a la medicina de proximidad y al aporte de Cuba, quien envió un nuevo contingente de médicos al país.
Datos que desmienten la campaña sucia llevada a cabo por la derecha interna y colombiana, pero que son transmitidos por los grandes conglomerados mediáticos deseosos de demostrar el fracaso de un modelo alternativo al capitalismo, que resiste desde hace veinte años.
Al respecto, se destaca una entrevista al expresidente colombiano, Andrés Pastrana, en Ntn24, en la que recita un conjunto de informaciones falsas sobre el coronavirus en Venezuela. En Colombia, al 20 de agosto, las víctimas del coronavirus eran 15.979. Siguiendo la receta neoliberal, el gobierno de Duque, investigado por supuestos fondos ilícitos para su campaña por parte de oligarcas venezolanos, los Cisneros, favorece el gasto militar y ciertamente no a la inversión social.
A pesar de la propaganda internacional y los ríos de dinero –embolsillados- para hacer frente a la llamada «emergencia humanitaria» de los migrantes venezolanos, quienes son desalojados y reprimidos, incluso en medio de la pandemia, lo que explica los miles que regresan a su país donde la asistencia es gratuita. Pastrana, que arroja barro sobre la gestión sanitaria venezolana y renueva el estribillo según el cual el chavismo sería un «peligro» para toda la región, fue uno de los ex presidentes neoliberales presentes en las elecciones parlamentarias de 2015 en Venezuela.
En esa ocasión, los halcones al servicio de Estados Unidos tenían preparado un doble escenario. En caso de una victoria chavista, no reconocerían la elección, provocando una nueva ola de violencia. En caso de triunfo de la derecha, el guión era el que han impuesto en los últimos años por orden de Washington, haciendo de la Asamblea Nacional un lugar de permanente desestabilización.
Desde el aislamiento preventivo en el que se encuentra tras dar positivo por coronavirus, el Ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, recordó las etapas. Una larga estela de injerencias neocoloniales que, en medio de intentos de golpe y magnicidio en grado de frustración, intenta asfixiar al pueblo con «sanciones» para empujarlo a rebelarse contra el gobierno.
Ahora vienen nuevas amenazas del eje Washington-Bogotá que podrían materializarse en vísperas de las elecciones estadounidenses, y ante los escándalos que agobian a los gobernantes colombianos y que llevaron a la renuncia de Álvaro Uribe como senador. El Asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Robert O’Brien, el Almirante Craig Faller (jefe de Comando Sur) y el Consejero Especial de Trump para el Hemisferio Occidental (también candidato a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo), Mauricio Claver-Carone; se reunieron en Bogotá con Iván Duque y el embajador de Estados Unidos, Philip Goldberg.
En una ocasión anterior, Faller anunció la formación de una Fuerza de Tarea Conjunta Interinstitucional del Comando Sur, integrada por 22 países, con sede en Cayo Hueso, una isla de Florida a 140 Km. de Cuba. El pretexto era, como siempre, la lucha contra el narcotráfico en la que, según EE. UU. y a pesar de las cifras, Venezuela está involucrada.
Contra el país bolivariano se renueva la alianza del mayor productor de cocaína (Colombia) y el mayor consumidor, Estados Unidos. Según la denuncia del embajador venezolano ante la ONU, Samuel Moncada, la administración estadounidense busca pretextos para acusar al gobierno de Maduro de «terrorismo» y ha puesto en marcha «planes de invasión».
Mientras tanto, Estados Unidos y sus aliados están ejerciendo el terrorismo económico contra Venezuela, como también lo demostró Craig Faller en la videoconferencia del Atlantic Council, uno de los laboratorios de ideas de la OTAN, integrado por políticos, intelectuales y académicos que forman el aparato ideológico del complejo militar-industrial norteamericano. «La clave – dijo Faller – es aumentar la presión financiera y evitar el flujo de dinero». Para ello, agregó, es necesario «sancionar también a los asiáticos» que permiten a Venezuela eludir las medidas coercitivas de los Estados Unidos.
Un plan criminal que, denunció Maduro, implica un boicot mundial a las instituciones bolivarianas y las elecciones parlamentarias. Y así, mientras los halcones del Pentágono prometen eliminar a Maduro para diciembre, la Unión Europea, el Grupo de Lima y la OEA declaran que no «reconocerán» las elecciones.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, quisiera repetir el golpe de Estado que manejó en Bolivia, cuando Morales acordó volver a contar los votos tras denuncias de presunto fraude, y la OEA dio el pretexto para el golpe. Por ello, recientemente afirmó que en Venezuela los «cinco elementos básicos de una democracia representativa, establecidos por la Carta Democrática Interamericana» no existen y que los resultados deben ser «validados» precisamente por la OEA y Estados Unidos, reconocidos campeones de la democracia.
En cambio, los dirigentes chavistas señalaron que estas serán las parlamentarias que más garantías democráticas ofrecerán a todo el abanico de fuerzas concurrentes: 107 partidos políticos, el número de parlamentarias y parlamentarios a elegir se ha elevado a 277, a los que se sumarán 277 suplentes, los candidatos de los pueblos originarios serán elegidos de acuerdo a su funcionamiento ancestral. El acuerdo con los aliados del Gran Polo Patriótico ha alcanzado casi el 95% y se intenta llegar al 100%.
Pero, ¿cómo explicarle al mundo lo que realmente está pasando en Venezuela? ¿Cómo compartir los logros y desafíos que constituyen un patrimonio de resistencia al modelo capitalista? El mandatario pidió una «unión profunda, espiritual, ideológica, política y programática en defensa de Venezuela contra el imperialismo», e instó a «los creativos» del PSUV a ilustrar la estrategia de comunicación, dentro y fuera del país.
La Comisión de Agitación Propaganda y Comunicación del Partido, dirigida por Tania Díaz, tiene la tarea de construir una narrativa comprensible y eficaz. Tania, quien también es vicepresidenta de la ANC, dio cuenta de las propuestas llegadas de todas las instancias del PSUV para contarle al mundo la Venezuela que mira al futuro, que propone un plan de unidad nacional, pero también indica claramente la línea divisoria entre los programas, y cuál es el enemigo a derrotar con el voto.
«Para la campaña electoral, analizamos tres palabras clave – dijo el constituyente Francisco Ameliach – cambio, sufrimiento y felicidad: cambio de esta Asamblea Nacional que, desde 2015, ha tenido el objetivo de infligir sufrimiento al pueblo, de asfixiarlo para forzarlo a rebelarse contra el gobierno, mientras nuestro objetivo es lograr la mayor felicidad posible”.
Pero, ¿cómo conducir con éxito una campaña electoral en plena pandemia para un partido que siempre ha confiado en la movilización permanente de su base? La juventud, explica Robetxa Poleo, realizó una investigación sobre la preparación o celebración de elecciones durante la pandemia en otras partes del mundo, incluyendo los Estados Unidos, donde se celebraron las primarias demócratas previas a la elección presidencial del 3 de noviembre, y donde está previsto el voto por correspondencia. La organización territorial capilar del PSUV será fundamental.
El perfil de candidatos y candidatas representa todos los sujetos que el chavismo ha unificado y concienciado, comenzando por la clase trabajadora. El ministro del Trabajo, Eduardo Piñate, resumió los principales temas del programa, cuyo objetivo es «incrementar el protagonismo de los trabajadores y trabajadoras en la gestión directa y democrática del proceso social del trabajo y el desarrollo de las fuerzas productivas».
En los más de 2.790 Consejos Productivos de Trabajadores y Trabajadoras (CPT) es necesario encontrar soluciones para aumentar los ingresos y los salarios a pesar del bloqueo económico-financiero del imperialismo, reflexionar sobre las nuevas formas de trabajo producidas por la pandemia para que no se conviertan en precariedad y flexibilidad como ocurre en los países capitalistas. La unidad consciente y organizada de la clase trabajadora, dijo Piñate, es fundamental tanto para garantizar la victoria electoral como para mantener la dirección del proceso bolivariano.
“El futuro de la paz en Venezuela, el futuro de nuestra independencia y soberanía, el futuro de la revolución dependen de la elección del 6 de diciembre – dijo Maduro -. El 6 de diciembre nos jugamos todo”.