Entrevista exclusiva al abogado Alfred de Zayas
Sobre el secuestro y la extradición ilegal del diplomático Alex Saab, escuchamos la opinión del abogado cubano Alfred de Zayas. Experto en derechos humanos, de Zayas es también historiador y escritor y acaba de publicar su último libro, Building a Just World Order, Construyendo un orden mundial justo.
-¿Cuál es su análisis del caso Alex Saab?
-El caso Saab demuestra la corrupción de la administración de la justicia —no solo en los Estados Unidos— sino en los países que se pliegan al poder de los EE. UU.; con frecuencia los países débiles Africanos sujetos a amenazas y chantaje. Esto lo conocemos ya en tantos otros casos de presiones, como durante la pandemia del Ébola cuando se impusieron las llamadas «condiciones de cooperación política con los Estados Unidos» previas a la ayuda médica. Eso contrasta con la labor altruista de los médicos Cubanos que fueron a varios países de África a prestar asistencia médica a seres humanos. Sin embargo, esta corrupción del derecho, que también se conoce como «lawfare» socava la justicia no solo en África, sino en el Reino Unido, Suecia, y Ecuador, como lo ha demostrado el Relator de la ONU Nils Melzer, quien recientemente publicó un libro sobre el caso Julian Assange, el cual expone detalladamente las violaciones del estado de derecho en los cuatro países.
Un juez independiente en Cabo Verde pudo haber rechazado la petición de extradición por ser los cargos y el motivo claramente políticos, semejantemente al caso de Julian Assange o en el caso de la empresaria de Huawei, Meng Wangzou, quien fue injustamente detenida en Vancouver, Canadá. Afortunadamente para Meng Wangzou, China pudo intervenir en su favor y se organizó un «trueque » para liberarla, lo que no significa que hubiera validez alguna en su detención.
Lástima que ni Rusia ni China pudieron influir en la decisión sobre Alex Saab. Algún día acaso habrá un «whistleblower», un delator que nos revele cuanto pagaron los EE. UU. para que Cabo Verde participase en la deriva jurídica que fue esta aberrante extradición.
-¿Qué implica esta arbitrariedad a nivel del derecho internacional?
-El derecho internacional lo es por definición universal, y requiere que se aplique uniformemente; lo que no corresponde a la realidad cuando ciertos países poderosos dan órdenes e imponen su voluntad de manera extra-territorial a pesar de las convenciones vigentes y el principio de igualdad soberana de los estados. El caso Saab revela múltiples violaciones del derecho internacional, entre otras de la convención sobre la inmunidad diplomática. La desinformación y las «fake news» también jugaron su parte en confundir a la opinión pública. El exsecretario de Estado de los EE. UU. Mike Pompeo, recientemente publicó un tweet típico para este mentiroso y manipulador personaje: “Cape Verde has demonstrated again that it remains a real democracy and has an independent judiciary. Good for them and the region.” “Cabo Verde ha vuelto a demostrar que sigue siendo una verdadera democracia y tiene un poder judicial independiente. Bueno para ellos y la región”. Exactamente lo contrario es la triste realidad: Cabo Verde ha sacrificado su independencia, su soberanía, el estado de derecho – y la libertad de un señor que se atrevió a ignorar el sistema ilegal de sanciones de los EE. UU.
-¿Qué suerte le espera al diplomático venezolano en las cárceles de Miami?
-Un simulacro de juicio. No olvidemos las aberrantes condenas de cinco Cubano-estadounidenses que informaron al FBI de acciones terroristas de grupos radicales Cubano- estadounidenses, y en vez de procesar a los conspiradores de violencia y terrorismo, procesaron a los cinco «soplones». El caso conocido como “the Cuban Five” o “the Miami Five” es emblemático, puesto que demuestra cómo la justicia en la Florida está completamente politizada – y fue en 1998, durante la administración de Bill Clinton que Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Fernando González, y René González fueron detenidos, sometidos a malos tratos y a un llamado juicio. Los cinco habían denunciado las actividades subversivas de Alpha 66, F4 Commandos, la Cuban American National Foundation, y Brothers to the Rescue.
-¿Qué formas legales pueden intentar sus abogados para preservar su seguridad y ponerlo en libertad?
-Los abogados harán todo lo posible, pero con una campaña mediática en los EE. UU. llena de odio y mentiras, no será nada fácil. Como antiguo miembro del Florida Bar Association y del New York Bar Association (colegio de abogados) y habiendo ejercido como abogado en ambas jurisdicciones, no tengo grandes esperanzas.
En todo caso se deben denunciar los abusos a la Comisión Inter-Americana de los Derechos Humanos, y a los procedimientos especiales del Consejo de DD. HH. de Naciones Unidas, entre otros el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria, el Relator sobre la Tortura, Profesor Nils Melzer, y el Relator sobre la independencia de la magistratura, García Sayán.
-Como experto independiente de la ONU, ¿qué iniciativas podría usted emprender?
-Yo hablaré personalmente con varios relatores amigos y trataré de hablar con la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, a quien le di en Septiembre de 2021, apenas hace 4 semanas mi nuevo libro «Building a Just World Order». Si la comunidad internacional respetase los 25 Principios del Orden Internacional que yo formulo en el capitulo 2 del libro, no tendríamos que lidiar con estos problemas, que reflejan la triste condición del mundo, donde los políticos hablan elocuentemente de los derechos humanos, pero los traicionan diariamente. Lo que hace falta es honestidad intelectual, y un compromiso con la filosofía de la igualdad de los pueblos como está suscrito en la Carta de las Naciones Unidas.