EE.UU. relaja sanciones en materia petrolera
Juan González, director de Asuntos Hemisféricos del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, anunció durante un foro realizado al Sur de la Florida que el gobierno de Joe Biden estaba considerando el relajamiento de algunas sanciones, lo que permitiría otorgar licencias en el sector petrolero para que empresas estadounidenses pudieran operar en Venezuela.
El mismo día la agencia norteamericana AP emitió un despacho informativo citando una fuente anónima del Departamento de Estado, quien confirmaba que se relajarían algunas de las sanciones impuestas a Venezuela.
El alto funcionario de EE.UU., quien pidió el anonimato, dijo a los periodistas que el gobierno de Joe Biden autorizaría a la compañía petrolera estadounidense Chevron iniciar negociaciones con la estatal venezolana PDVSA.
En 2017 el gobierno de Donald Trump emitió medidas coercitivas unilaterales que incluían la prohibición de comercializar bonos del Tesoro venezolano en mercados financieros estadounidenses o hacer negocios con PDVSA. También fueron sancionados funcionarios venezolanos.
Por su parte, Chevron había solicitado al gobierno de Biden que mejorara las condiciones para operar en Venezuela.
“Es un juego retórico en el que está atrapado Estados Unidos, quien no quiere reconocer que su plan de cambio de régimen ha fracasado, debido a que las sanciones no han logrado su objetivo político, a pesar de haber desbastado la economía venezolana”, reflexiona William Castillo, viceministro de Política Antibloqueo.
Venezuela inició un proceso de diálogo en el año 2020 en un nuevo intento del gobierno de Nicolás Maduro por lograr una aproximación con sectores de la oposición, iniciativa que fracasó por la oposición de James Story, representante de Estados Unidos para Venezuela. Las tensiones entre ambos países alcanzaron un clímax con la extradición del diplomático venezolano, Alex Saab, a los Estados Unidos; ello pese a que éste era uno de los integrantes de esta instancia como representante del gobierno de Nicolás Maduro.
“Es obvio que Estados Unidos jugó a apoyar un proceso que luego terminó saboteando. Pero es público y notorio que hace unos días se abrió una línea de comunicación directa entre el gobierno de los Estados Unidos y Venezuela, a raíz de la crisis que ya se está viviendo en el mundo y en los Estados Unidos ante la crisis de combustible e inflación, producto de las consecuencias económicas del mal manejo que ha hecho la OTAN y Estados Unidos del conflicto militar entre Rusia y Ucrania”, reflexionó el viceministro Castillo.
Las sanciones contra Rusia han generado un impacto mundial, crisis alimentaria y energética, además de problemas en las cadenas de suministro que van a tener efectos negativos en las economías del globo.
Explica que Estados Unidos, defendiendo sus intereses estratégicos, a pesar de haber impuesto 502 medidas sancionatorias, coercitivas contra Venezuela, tuvo que tocarle la puerta al presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, quien ratificó su voluntad de abrir un espacio para el diálogo.
“Esto significa que las políticas coercitivas, unilaterales e ilegales contra Venezuela, han fracasado en su intento de torcerle el brazo, poner de rodillas y rendir por hambre al pueblo venezolano”.
Venezuela, pese a las sanciones, se ha recuperado con músculo propio y alianzas especiales con algunas naciones del mundo. El país petrolero ha pasado de un piso de 340 mil barriles diarios a unos 800 mil barriles, con perspectivas de seguir incrementándose la producción.
Desde el 2013 la economía venezolano no había crecido, y el año pasado hubo un saldo positivo y se espera que crezca 5% más este año, ubicándose como el primer país de América Latina y el Caribe que más ha crecido, exceptuando a Guyana; la cual posee condiciones especiales por el tamaño de su economía y las inversiones que está realizando la petrolera ExxonMobil.
“Venezuela solicita que Estados Unidos deje de perseguir a todos nuestros diplomáticos, y en particular solicita la reincorporación del diplomático Alex Saab a la mesa de negociaciones. Pedimos respeto a la soberanía, reconocimiento mutuo, normalización diplomática”, solicitó el viceministro Castillo.
Aclara que el diálogo no es una rendición, es una negociación, es buscar acuerdos, es volver al derecho internacional”.
Aunque ha habido un ataque multiforme, sin duda Venezuela debe seguir avanzando.
“Se demuestra que el programa de estabilización económicas que ha aplicado la Revolución Bolivariana desde el 2018, aunado a las políticas de atracción de inversiones, a la Ley Antibloqueo y al diálogo con el sector privado, han rendido frutos al sustentar logros y revertir los efectos negativos causados a las familias venezolanas, a los trabajadores, a los servicios públicos y de alguna manera devolver al pueblo lo que le fue arrebatado”.
Venezuela pide la devolución de los 7 mil millones de dólares que tiene congelados en el extranjero.
Efecto Boomerang
El analista internacional Walter Ortíz considera que el alivio de las sanciones sucede para permitir que un grupo de compañías petroleras, fundamentalmente estadounidenses y algunas europeas, puedan operar en Venezuela. Pero falta ver el contexto real de las medidas, su detalle en lo concreto.
La génesis de la medida sucede debido al conflicto que acontece en Europa del Este, ya que las sanciones impuestas por Estados Unidos y Europa al petróleo ruso han generado un Efecto Boomerang, afectando negativamente las economías de los países que aplicaron el castigo.
Norteamérica es altamente dependiente de la importación de energía (petróleo) para suplir sus altos niveles de consumo.
Ortiz recuerda que por decisión de la Casa Blanca, en el 2019 su país dejó de comprar crudo a Venezuela, suspendiendo su demanda de 400 mil barriles diarios, como una medida para generar un quiebre institucional y lograr un “cambio de régimen” a favor de sus intereses. Hasta entonces la mayor reserva de crudo del planeta había sido “un proveedor seguro y confiable de los Estados Unidos”.
En la coyuntura actual Estados Unidos necesita a su antiguo proveedor para sustituir el petróleo ruso.
Por esta razón ha aplicado un levantamiento “quirúrgico” de algunas sanciones, básicamente en materia petrolera.
El experto considera que habrá otras medidas derivadas como el relajamiento de las restricciones a los vuelos hacia el país caribeño, que podrían suceder en una segunda fase.
Son medidas coercitivas, unilaterales, con consecuencias catastróficas, tal como lo calificó Alena Douhan, relatora Especial de las Naciones Unidas, en su informe sobre Venezuela durante su visita al país en 2021.
Explica que sobre el país petrolero caribeño pesan más de 500 medidas coercitivas unilaterales de manera directa o indirecta, con terribles impactos sobre la economía, limitando la capacidad del Estado para cumplir con sus responsabilidades. Peor aún, imposibilitando el pueblo venezolano para lograr su desarrollo social y humano.
“Ha sucedido un alivio de las sanciones, no un levantamiento total, que sigue siendo la exigencia del gobierno de Nicolás Maduro y de todo el pueblo venezolano”, aclara el experto.
Ortiz destaca que el gobierno estadounidense no puede negar la absoluta ineficacia de las sanciones contra Venezuela.
“Ha sucedido una derrota para el imperio estadounidense y sus aliados en su política de agresión contra Venezuela. Ojalá este gesto se materialice en el levantamiento absoluto de las medidas coercitivas contra el pueblo venezolano y quede clara la soberanía e independencia del gobierno de Nicolás Maduro, de manera de proseguir internamente el proceso de pacificación nacional establecido desde 2018”.
Washington ha tratado de imponer la narrativa según la cual, el levantamiento de sanciones petroleras sucede para promover el diálogo y elecciones libres, buscando ocultar que se trata de decisiones en respuesta a un problema geopolítico energético que impacta severamente a su sociedad.
Pese a que el escalamiento de las medidas no genera ningún beneficio para el pueblo estadounidense, la coyuntura actual no ha alterado sus planes de cambio de régimen.
“Aunque estamos ante una victoria contra los enemigos de la paz en Venezuela, esperamos que se convierta en un gesto de rectificación de la política de imposición de sanciones contra los pueblos. Es un primer paso fruto de una resistencia victoriosa del pueblo de Venezuela y de las instituciones democráticas”, concluye Ortiz.
Jugada favorable
Para el economista Juan Carlos Valdez, el gobierno de Estados Unidos necesita el petróleo venezolano para compensar los 600 mil barriles diarios que han dejado de comprar a los rusos (un 3% de los requerimientos de petróleo de la nación del norte), y además se aliviarían las tensiones que han disparado el precio del crudo en el mercado internacional (al cierre de esta edición se ubicaba en 112$).
Pero la flexibilización de las medidas no es para que Venezuela contrate a empresas chinas o rusas, su objetivo es permitir que empresas estadounidenses, como Chevron, operen con mayor comodidad en el país. Valdez explica que el cambio de estrategia es parte de la geopolítica de la Casa Blanca, que esta vez usa a un adversario para atacar a Rusia, pese a que el gobierno de Vladímir Putin y Caracas tienen excelentes relaciones.
No obstante, considera que en este ajedrez la jugada favorece a Venezuela, que contará con el capital estadounidense para incrementar su menguada producción petrolera y además se le permitirá colocar su petróleo en los mercados internacionales.
Supone, por tanto, un mayor ingreso en divisas producto del incremento de la producción petrolera. Venezuela ya está produciendo entre 800 y 700 mil barriles diarios. Obviamente, no está planteado que venda todo su petróleo a Estados Unidos, porque el país caribeño tiene compromisos con China, India y otros clientes internacionales.
Para algunos expertos petroleros, con el relajamiento de las medidas Venezuela podría en un año incrementar su producción en 1 millón de barriles diarios, alcanzando la meta de 2 millones de barriles. Otros analistas, no obstante, son más pesimistas y consideran que es un escenario poco probable. “Yo me pregunto: ¿Cuál es la intención de Estados Unidos al suavizar su agresión en materia energética, si ello no contribuye a incrementar la producción? Quizás busca decirle al mundo que Venezuela entra en su juego geopolítico, pero no cabe duda que este nuevo escenario nos beneficia”, reflexiona Juan Carlos Valdez.
El economista aclara que no ha habido un desmontaje de las medidas contra Venezuela, su estrategia solo obedece a un pragmatismo geopolítico, porque sigue la espada de Damocles amenazando con radicalizar el bloqueo en un escenario más favorable a los intereses del gobierno de Joe Biden.
Valdez aclara que aunque Venezuela venda su petróleo a Estados Unidos, ella sigue siendo un aliado importante en la región para China y Rusia.