1. La Primera República está en crisis. El realista, Domingo Monteverde, avanza hacia Caracas. Los esclavos se sublevan contra los mantuanos en Barlovento y en el Litoral Central. Son los mantuanos los que abrazan la causa de independencia pero también son una élite que explota y subyuga a su pueblo. Sus dirigentes en la Cámara de Representantes del Estado Soberano de Caracas decreta, el 21 de junio de 1.812, ”… se procede a la conscripción de mil esclavos que comprará el Estado, pagándolos cuando fuese posible y que estos mil esclavos se destinen inmediatamente al ejército ofreciéndoles en tiempo oportuno que al cabo de cuatro años se les dará la libertad o antes si se distinguen en la campaña a satisfacción de sus jefes”. La Primera República cae irremediablemente. Los mantuanos pretendían desplazar a los realistas perpetuando la exclusión y opresión que sufren los indígenas, esclavos y los mestizos. Solamente los proyectos que realmente encarnan intereses populares cuentan con el apoyo decidido de las clases subalternas.
2. Luego de la heroica Campaña Admirable de 1813 y la resistencia emancipadora del Ejército de Oriente, la República afronta una insurrección popular encabezada por Boves. Los patriotas no logran el apoyo de las mayorías. La Segunda República fenece ante los sectores populares. Bolívar, en su Manifiesto de Carúpano de 7 de septiembre de 1.814, expresa: “Así parece que el cielo, para nuestra humillación y nuestra gloria, ha permitido que nuestros vencedores sean nuestros hermanos y que nuestros hermanos únicamente triunfen de nosotros”. Los pueblos hacen la historia. Olvidar esa máxima puede llevar una Revolución a la derrota.
3. Cuando aún el territorio de la Nueva Granada y Venezuela, estaban bajo control de los realistas comandados por Pablo Morillo; el General Manuel Piar logra vencer en San Félix para culminar con éxito la Campaña de Guayana. Su proeza no se puede explicar sin la participación de los indígenas y demás sectores explotados en el Ejército Libertador de Oriente. Piar nunca se divorció del sueño de alcanzar una sociedad más igualitaria. El 17 de febrero de 1817, desde Upata, en su «Proclama a los indios de Tupapuy y de las demás misiones” señaló: «…vosotros que sois sus hijos primitivos (de la Patria) debéis ser los primeros que gocéis de su Libertad, privilegios y derechos». «Lo que trabajéis será para vosotros: los servicios que hagáis se pagarán, y seréis premiados por ellos, con todos los honores que os hagáis acreedores»… Aún en las mayores adversidades la opción de un revolucionario siempre debe ser tomar partido por los explotados y oprimidos.
4. Bolívar, influenciado por el Protector Alejandro Petión, comprendió la importancia de la emancipación de los esclavos para alcanzar la independencia. La promesa asumida por Bolívar en Haití, la urgencia de la política y el clamor de las clases explotadas se concreta en el Decreto de Carúpano, de 2 de Junio de 1816, para liberar a los esclavos. En efecto, está decisión será una premonición libertaria. En 1819, cuando la Batalla del Pantano de Vargas está casi perdida, el negro Juan José Rondón a la cabeza de los lanceros, entre ellos el negro Leonardo Infante, salvará a Colombia luego que el Libertador exclamó «Coronel Rondón, Salve Usted la Patria». Los proyectos revolucionarios en crisis solamente los salvan los pueblos.
5. Luego de las victorias en las batallas de Pantano de Vargas y Boyacá, Simón Bolívar vuelve victorioso a Angostura. El Libertador decide reemplazar a Francisco Zea como Vicepresidente de Colombia y lo designa «Agente Extraordinario de la República ante el Gobierno de Washington y el Gobierno de Francia» para negociar nuevos apoyos a la causa de la independencia de Colombia. Sin embargo Zea, de forma inconsulta, le propone al imperio español un «Plan de reconciliación entre España y la América«, que permita una Confederación Iberoamericana. Simón Bolívar rechaza tal despropósito y reafirma su decisión irrevocable de lograr la independencia. Su determinación lo llevará a nuevos triunfos en los campos de batalla. Bolívar nos enseñó que no hay negociación posible con un imperio; y que la victoria la obtienen solamente los que luchan hasta las últimas consecuencias.
6. La Revolución Bolivariana enfrenta grandes desafíos. En nuestra historia están las claves para salir airosos ante las dificultades. El antiimperialismo, el anhelo de la igualdad social, los sueños de una emancipación plena de la Patria, el compromiso decidido con los más humildes, y una coherencia real entre lo que se dice y lo que se hace; son las claves que llevaron a la generación libertadora a lograr la independencia.