No hay duda de que el futuro le impone a la Revolución Bolivariana la necesidad de construir un período de progreso y bienestar; saliendo de la etapa de resistencia hacia una de consolidación de un modelo social, económico y político fuerte, sustentable, soberano e independiente, capaz de hacer valer en lo concreto la victoria política de una década de lucha contra la imposición neocolonial, contra la agresión del occidente hegemónico encabezado por las élites de poder de EEUU y Europa Occidental y, especialmente, promoviendo la defensa de la paz como elemento sustancial para poder encaminar al país hacia un proceso real y duradero de desarrollo; en consonancia con los anhelos del pueblo venezolano.
Esto implica dar pasos estratégicos, momentos bisagra, puntos de inflexión que vayan en el sentido del objetivo ineludible del Proyecto Histórico Bolivariano, y que ha encontrado ahora un ejemplo claro y un mensaje geopolítico concreto.
La visita de Estado del presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, a la República Popular China; no puede llegar en otro momento que en donde se junta la determinación estratégica de Venezuela, de ser parte del bloque multipolar que ha irrumpido con fuerza y ha logrado mayor expansión en estos últimos años, especialmente luego de la pandemia de la COVID 19 y la guerra de Ucrania, así como ratifica la voluntad de ese bloque, con el gigante asiático como su principal exponente; de darnos la bienvenida con todos los atributos que eso puede contener y que dependerá de esfuerzos futuros y no sólo de expresiones de voluntad.
Por supuesto, esta determinación no viene de la nada, más bien afianzando una línea de continuidad dada por el Comandante Hugo Chávez, quien desde su llegada al poder, el 2 de febrero de 1999, se empeñó en extender con fuerza los brazos de una Nación hacia unas relaciones con el mundo más allá de las esferas del hemisferio occidental.
Su visión al respecto es de vigente y obligada consulta; cuestión que debemos valorar a partir de su intervención del 8 de abril de 2009, en el marco de su visita oficial a China, para hacer avanzar un conjunto de acuerdos:
«Fíjate, yo lo primero que quiero decir y expresar para que los venezolanos, venezolanas tengamos conciencia de la importancia de esta visita, es que aquí donde estamos, en Pekín, estamos, valga la redundancia, en el centro de gravedad del nuevo mundo, no tengo la menor duda, es decir, China es la superpotencia del siglo XXI, y como ahora le decía, despidiéndonos, al presidente; una frase que hemos repetido en distintas ocasiones. China está demostrando y demostrará que para ser grande no hace falta ser un imperio sino un país solidario. Como el presidente lo decía allí, aquí estamos sentados en pie de igualdad, me dijo, Venezuela y China en pie de igualdad, sin imposiciones de ningún tipo, con respeto, con afecto; eso es muy importante.
Y es muy importante lo que hemos logrado en 10 años, yo vine aquí por primera vez en 1999, fue uno de los primeros países que visité fuera del Continente Americano, consciente de la necesidad de buscar estos caminos; podemos decirlo hoy, gracias a Dios que lo hemos logrado, gracias a la comprensión de China, de su liderazgo, de su presidente, el anterior Jiang Zemin, el actual somos buenos amigos, Hu Jintao, y de todo el alto mando político de China.
(…) hay que mirar la estrategia ¿no? como dice un dicho no debemos perder la visión del bosque, que por estar mirando el árbol no perdamos la visión del bosque, la gran estrategia venezolana se está cumpliendo, hace diez años éramos, estábamos sometidos a un mundo unipolar y Venezuela no tenía relaciones con… ¡sólidas pues! con casi ningún otro centro de poder del mundo sino con Estados y además en qué condiciones de subordinación, de vasallaje, de coloniaje”.
Esta indudable línea de continuidad en afianzar dicha relación estratégica, ha dado ahora un salto cualitativo con el encuentro entre los Presidentes Nicolás Maduro y Xi Jinping; donde suscribieron hasta 31 Acuerdos en el marco de la 17ª Reunión de la Comisión Mixta de Alto Nivel China – Venezuela, abordando un mapa integral de relacionamiento que lo ha determinado el propio mandatario chino al darle la bienvenida a su par venezolano:
«Me complace anunciar junto con usted la elevación de las relaciones entre China y Venezuela, a una asociación estratégica a toda prueba y a todo tiempo».
Vale la pena destacar que la asociación estratégica es uno de los niveles más importantes que la diplomacia China da en sus relaciones bilaterales, evidencia del buen estado de la establecida con Venezuela; y ahora el compromiso y reto es convertir estos acuerdos en realidades concretas a partir del esfuerzo conjunto; ya que lo sucedido en la semana anterior no es un punto de llegada sino un punto de partida.
Aquí visualizamos dos aspectos claramente definidos en el análisis, y necesarios de encauzar a la hora de dar valoración a este encuentro.
En primer término los temas propios de lo acordado, que incluso han sido explicados por el jefe de Estado Venezolano de manera rigurosa, y que tienen visión de corto, mediano y largo plazo, y un accionar sin dilaciones.
Ejemplifiquemos tres elementos:
- La centralidad que se le da a la construcción de un período de bienestar que promueva la erradicación de la pobreza y la disminución de la desigualdad como bases esenciales a partir de la contribución sólida de una experiencia exitosa en China para culminar el proceso de eliminación de la pobreza, de la que logró sacar en la última década y con programas específicos, en espacios territoriales determinados, a más de 100 millones de seres humanos; complementando la labor total de erradicación de más de 800 millones de chinos y chinas. De hecho el Presidente Maduro ha anunciado la creación próxima de una nueva misión que aborde estos temas de la mano con la experiencia del caso del gigante asiático.
- El hermanamiento de experiencias exitosas en materia de Zonas Económicas Especiales, como las de Shenzen, Shangai y Shandong con la Gran Caracas, Carabobo, Anzoátegui y Monagas en el contexto de desarrollar las potencialidades de estos espacios dentro de un importante mapa de inversiones y la posibilidad de hacer ingresar a Venezuela en el circuito exportador hacia el gigante asiático y su expansión geopolítica a nuevos mercados.
- La construcción de una hoja de ruta en cuanto a los acuerdos que van hacia el fortalecimiento de aspectos estructurales que de suyo son vitales para consolidar un período de bienestar y desarrollo económico y social en la República Bolivariana de Venezuela en áreas neurálgicas como el petróleo, la industria, la agricultura, la pesca, la minería, el oro, la electricidad y las telecomunicaciones.
En segundo lugar, este encuentro significó la elevación de las relaciones hacia un nuevo nivel; para confirmar no sólo la voluntad de Venezuela de ser parte de la arquitectura multipolar en fase de consolidación y expansión, como sucede con el caso del grupo BRICS+ así como el Banco de Desarrollo de esta instancia; sino además la fortaleza geopolítica que dan nuestros aliados, como China, a la posible presencia de nuestra patria en dichos espacios, lo cual abre la expectativa hacia lo que pueda suceder en la Cumbre de Kazán de 2024.
Acá mostramos algunos de estos acuerdos suscritos entre China y Venezuela:
- 1.- Memorando de Entendimiento para la cooperación en desarrollo económico.
Actividades de capacitación en políticas, tecnologías y experiencias de China sobre macroeconomía, desarrollo industrial, construcción de infraestructura, desarrollo verde y sostenible, economía digital.
- 2.- Memorando de Entendimiento sobre la cooperación en economía digital.
Está orientado al fortalecimiento del acoplamiento de políticas de transformación y desarrollo digital, cooperar en la construcción de la infraestructura digital y mejorar inclusión de la economía digital.
- 3.- Memorando de Entendimiento con la Agencia China de Cooperación para el Desarrollo Internacional.
Intercambio en el desarrollo de los recursos humanos en áreas vinculadas a educación, salud, economía y comercio, administración pública, medio ambiente, agricultura y PYME.
- 4.- Memorando de Entendimiento entre el Servicio Geológico de China y el Instituto Nacional de Geología y Minería de Venezuela.
Para el desarrollo de proyectos de cooperación geológica, que aportará a la cuantificación y certificación de las reservas minerales del país.
- 5.- Memorando de Entendimiento con empresa China Meheco para el fortalecimiento del Sistema Público Nacional de Salud.
Transferencia tecnológica para el mantenimiento de equipos médicos; recuperación de hospitales; dotación de material médico, medicamentos, reactivos y equipos.
- 6.- Memorando de Entendimiento con la empresa China Meheco para la construcción de viviendas. Que también estipula la cooperación en la producción de medicinas.
- 7.- Acuerdo Marco de Cooperación en materia de desarrollo minero entre el Ministerio del Poder Popular de Desarrollo Minero Ecológico y la empresa Fullgain Industrial y Trading.
Equipos de minería, transferencia tecnológica, exploración/explotación y comercio de minerales.
- 8.- Acuerdo Marco de Cooperación para la actualización del Sistema Eléctrico Nacional.
- 9.- Memorando de Entendimiento entre CANTV y la empresa Huawei.
- 10.- Memorando de Entendimiento entre Movilnet y la empresa Huawei.
Finalmente, es importante precisar lo siguiente: la diplomacia bolivariana de paz emprendida por la República Bolivariana de Venezuela, siempre, en todo momento, ha procurado privilegiar el acuerdo, el diálogo, el entendimiento en un clima necesario de respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos. Desde hace al menos dos años, esto se ha expresado en el intento de hacerle comprender al gobierno de EEUU la inutilidad de promover chantajes, amenazas y tutelajes a una Nación libre y soberana que siempre ha estado dispuesta a mantener unas relaciones de respeto mutuo y cooperación.
De hecho, Venezuela y EEUU tienen una relación histórica de intercambio en materia petrolera que sólo ha sido rota de manera unilateral, casi cien años después, por la aventurera pretensión de Washington en crear instituciones paralelas en 2019, lo cual provocó el ejercicio de una genocida «máxima presión», que hizo recordar aquella infame frase de «hacer chillar» la economía de Chile, lo que produjo la caída de Salvador Allende hace ya 50 años.
Esto lo afirmamos porque la suscripción de acuerdos y el entendimiento con China no va en contra de nadie, de hecho el Presidente Maduro así lo ha afirmado, sino que procura el desarrollo entre ambas naciones de acuerdo a los objetivos trazados en este nuevo nivel de relacionamiento.
Sin embargo expresa claramente que en la determinación de Venezuela de hacer florecer una nueva etapa de progreso, no serán las dilaciones innecesarias ni los chantajes inútiles de la élite de poder de EEUU quienes detengan la mirada y acción de nuestra diplomacia a los espacios en cuyo seno se encuentran respuestas concretas para salir al paso a una década de injustificables y bárbaros ataques a nuestra patria.
Esta poderosa gira también es un mensaje a Washington para que se ponga serio, respete y cumpla los acuerdos y avance en las rectificaciones fundamentales de su fracasada política hacia Venezuela en específico; y hacia América Latina en general.
Mientras tanto, avanzamos con China en un nuevo nivel que dota de esperanza a la lucha actual de la nación venezolana.