Por: Soc. Francys Mujica
Venezuela es un país lleno de bondades, de gente trabajadora, de ciudadanos y ciudadanas que aman la cultura nacional y que al escuchar el ¨Gloria al Bravo Pueblo¨ se llenan de patriotismo; es un país con garantías constitucionales y leyes que resguardan los derechos de todas y todos, principalmente de aquellos que son considerados grupos sociales con mayor vulnerabilidad. Ciertamente es un país que está en construcción de la igualdad, la justicia y de generar las condiciones para el acceso a una vida cada vez más digna; proceso nada fácil en medio las coyunturas y convulsiones políticas generadas en periodos recientes por operadores nacionales e internacionales que carecen de sentimiento patrio.
Pero Venezuela es fundamentalmente un país biodiverso, lleno flora y fauna de gran importancia para el continente y el planeta entero; nuestro territorio Esequibo es una notable muestra de ello y de allí, sin duda alguna, una de las tantas razones por las que debemos sentirnos orgullosos, defenderlo desde la diplomacia y en especial con nuestros idearios ambientalistas.
En este hecho es seguro que surge la duda ¿Por qué el Gobierno de Guyana le está dando una patada a las relaciones diplomáticas y al acuerdo de Ginebra? Si lo analizamos, no es casual que en medio de una crisis climática mundial, las grandes potencias, que además carecen de bondades naturales como las que posee nuestra patria toda, pongan su mirada en nuestro Esequibo. Territorio en el que es bien sabido existen cantidades significativas y estratégicas de riquezas minerales, naturales e hídricas, además de importantes yacimientos petrolíferos.
Y si te preguntas por qué decimos que el Esequibo es un patrimonio biodiverso, te menciono alguna de las razones; primero su historia geológica refleja consideraciones importantes que datan del precámbrico, es decir, uno de los territorios más antiguos de la tierra, a su vez, aunque no existen datos precisos, se presume que la extracción de diamantes y oro se practica desde los años 80 y 90. En cuanto a la riqueza natural, es un territorio de climas diversos, llanura, selva que sumado a la extensión del río Esequibo cuenta con las condiciones idóneas para garantizar la vida, reproducción y equilibrio de diversas especies animales y vegetales.
Por ello la defensa del Esequibo es una causa justa para todas y todos los venezolanos, se trata no sólo de un territorio para la vida humana, sino, de un reservorio natural y de fauna; por ello es necesario lograr una solución favorable a Venezuela, sustentada en nuestras históricas razones que dan cuenta del derecho a que se nos reconozca internacionalmente como parte del territorio nacional y ser declarado una zona bajo régimen de administración especial por sus mencionadas características, los bienes naturales de la nación se protegen, se preservan, se defienden y no se negocian . Puesto que, si a nuestro país se le despoja de este territorio, no solo estaríamos ante la pérdida de un espacio geográfico; el continente y el mundo perderían una porción importante de biodiversidad, toda vez que, las multinacionales que progresiva e ilegalmente han sido ubicadas en este espacio, solo tienen como objetivo la explotación de los recursos naturales para complacer las demandas energéticas de potencias en decadencia.