Un grupo de familiares y allegados de los migrantes venezolanos secuestrados en Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) llegaron a El Salvador para exigir «pruebas de vida» y conocer el estado de salud de los detenidos.
La comitiva, integrada por dos mujeres y el presidente de una fundación llegaron a la nación centroamericana con el planteamiento de interceder, ante el régimen de Bukele, por el grupo de venezolanos que fueron enviados a ese país con señalamientos de pertenecer a la banda criminal Tren de Aragua.
Refieren agencias de noticias, que esta comitiva independiente, representa a cuatro familias de igual número de deportados a El Salvador originarios del estado Táchira, sin embargo, señalaron que hablan por todas las familias de los 238 venezolanos que guardan prisión en ese país desde el pasado 15 de marzo. Todos ellos son señalados de pertenecer al «Tren de Aragua», aunque las mismas autoridades estadounidenses, investigaciones de organismos de defensa de derechos humanos y periodísticas han confirmado que muchos son simplemente migrantes indocumentados.
Dicho documento se presentó ante la Dirección General de Centros Penales, en San Salvador, con una serie de peticiones en la que destaca comprobar que sus familiares están con vida, verificar su estado de salud, entender su situación jurídica y exigir su libertad inmediata.
Walter Márquez, un ex diputado venezolano (1999-2004) y defensor de derechos humanos, encabezó la comitiva expresó, tras consignar el documento ante la instancia penitenciaria, “queremos exigir al presidente Bukele el derecho a la visita. Oficialmente no se sabe si están ahí o no porque el gobierno ha declarado esa información secreta”, dijo Márquez en una llamada telefónica con EL PAÍS. “Hemos pedido ayuda a la Cruz Roja Internacional para que nos ayude a verificar el estado de salud de ellos”.
Hasta la noche de este martes, ninguna autoridad salvadoreña se ha pronunciado sobre la llegada de los venezolanos, sino que en las últimas semanas el Gobierno de Bukele ha embestido a las organizaciones de derechos humanos y ha capturado a varios de sus líderes.
Fuente: El País/ Agencias