Un artículo reciente del periódico chino en inglés Global Times pareciera establecer un “rayado de cancha” de la dinámica internacional actual, sobre todo en lo que atañe a la actuación de las potencias y la mirada que Beijing tiene al respecto. Debe recordarse que Global Times es un medio perteneciente al Diario del Pueblo de China, órgano oficial del Partido Comunista de China, por lo cual sus páginas reflejan una voz oficiosa del gobierno de ese país.
En el escrito se dibuja el escenario de una probable confrontación en la que Estados Unidos se enfrentaría a China y Rusia. Al respecto, la publicación es tajante al afirmar que tal eventualidad sería expresión de la desesperación estadounidense y está condenada al fracaso.
A continuación señala que la administración Biden está haciendo grandes esfuerzos por poner a la sociedad estadounidense y a Occidente en contra de China dividiendo al mundo al crear “focos de confrontación y enfrentamientos estratégicos”. Esta contingencia respondería a la esperanza de Washington de crear -por vía de la imposición- un sistema internacional bajo tutela de Occidente, excluyendo a China y Rusia a fin de mantener la hegemonía de Estados Unidos, lo cual —según el rotativo chino— no tiene ninguna posibilidad de éxito.
El principal argumento para refrendar tan contundente afirmación viene dado por la evidencia de que el poder concertado de China y Rusia supera en mucho al que poseía el antiguo bloque soviético, a lo cual habría que sumarle la fuerza económica, militar, científica y tecnológica de ambos países, lo cual incrementa mucho más la capacidad que podría llegar a tener una virtual alianza de las dos grandes potencias. Este contexto conllevaría a que una confrontación contra ellas, conduzca inexorablemente a una coalición ruso-china que conformaría una realidad difícil de manejar por el enemigo.
Así mismo, el artículo señala que en la actualidad tampoco es posible desvincularse de China como si fuera un actor internacional posible de ser excluido. El consejo que el periódico hace a terceros países es que apunten al equilibrio en sus relaciones con Washington, Beijing y Moscú sin alejarse demasiado de ninguna de las potencias pero, sin acercarse demasiado, de manera tal que no sea percibido como una actitud agresiva con las otras.
Vale decir que el artículo recuerda que China y Rusia se han comprometido a actuar bajo el ordenamiento jurídico internacional que establece la Carta de las Naciones Unidas y en un orden internacional basado en el Derecho, pero si cualquier otra fuerza se ve estimulada por Estados Unidos a agredir a alguno de los dos países, fatalmente ese hecho devendrá en un desastre para el atacante, sobre todo porque Estados Unidos no está preparado para una guerra simultánea contra las dos potencias (asiática una y euroasiática la otra) y tampoco tiene capacidad de acudir en apoyo de un tercero que se convierta en agresor.
No obstante, se deja claramente establecido que ni Rusia ni China se han propuesto construir una alianza militar. Esta eventualidad solo será transformada en real, si Occidente insiste en fortalecer su conglomerado militar para hacerlo más frontal contra Moscú y Beijing, dando —de esa manera— fuerza a la creación de una alianza estratégica en defensa de la integridad territorial de una o de las dos. Global Times finaliza sentenciando que: «La unidad estratégica China-Rusia tendrá como primer objetivo la lucha contra la hegemonía estadounidense».
Por: Sergio Rodríguez Gelfenstein