En las Jornadas Venezolanas de Pensamiento Crítico Latinoamericano en materia de Salud y Soberanía Sanitaria, se cuestionó el paradigma educativo que nos ha sido impuesto desde el norte global.
“Vamos a debatir el modelo de formación médica en toda Venezuela, no solamente en las universidades donde se forman los médicos integrales comunitarios; sino también en las universidades autónomas. El modelo flexneriano, impuesto por el norte global por más de cien años, tiene que ser revisado porque los egresados de esas universidades van al sistema nacional de salud, muchos no de muy buena gana, pero van y deben adaptarse a las exigencias reales de los tiempos que vivimos y de nuestro pueblo”, expresó Ricardo León, médico internista, miembro del Observatorio de Salud, Medio Ambiente e Impacto Social, al hacer un resumen de los temas debatidos durante las Jornadas Venezolanas de Pensamiento Crítico Latinoamericano en materia de Salud y Soberanía Sanitaria.
Se trata del capítulo venezolano de unas jornadas que vienen realizándose en varios países de Latinoamérica, cuya finalidad es avanzar en el pensamiento crítico respecto a la salud en toda la región. Es una corriente académica que viene trabajando mediante un Grupo de Trabajo de Salud y Soberanía Sanitaria con el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso).
En el país contaron con el impulso del Ministerio del Poder Popular para la Ciencia y la Tecnología.
“En Venezuela ya tenemos 23 años empeñados en construir un modelo integral de cuidados de la salud y por eso hay mucho que decir en el debate que recorre Latinoamérica en torno a la necesidad de refundar los sistemas de salud”, destacó León.
Según el entrevistado, en el plano académico, el modelo de formación flexneriano (el que inspiró el docente estadounidense Abraham Flexner y marcó la educación médica de su país y, por influencia imperial, en el resto de América) lleva cien años y no ha dado resultados en el planeta. “Los médicos cada día están más aislados de los procesos reales de salud”· —aseveró—. “Eso explica que en el mundo aumenten, por ejemplo, las tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, que son prevenibles y que, sin embargo, cobran la vida de más de 17 millones de personas anualmente. Las enfermedades infecciosas, que todas son prevenibles, como la tuberculosis o las patologías diarreicas, matan a millones de niños y adultos en el mundo, lo que sólo puede entenderse como un fracaso del modelo predominante”.
Por esa razón, entre las conclusiones de las Jornadas, se resolvió proponer a las universidades que dictan la carrera de Medicina que diseñen un cambio de malla curricular para adaptarlo a los nuevos tiempos y alejar la formación de ese modelo fallido, creado en el norte global. “Necesitamos un modelo pensado en nuestro sur, para nuestras realidades, sería lo más adecuado para saldar toda esa deuda histórica que seguimos arrastrando porque, lamentablemente, en tiempos de Revolución también hemos reproducido esos esquemas”, enfatizó León.
Concretamente, de las mesas de trabajo surgió la propuesta de reformar la Ley Orgánica de Salud para hacer cambios y ajustes que la sociedad viene reclamando hace décadas. También plantearon discutir una Ley de Ejercicio de la Medicina Ancestral, que abarque los saberes indígenas y afrodescendientes. “Hay muchísimo de prácticas milenarias que podrían ser normadas y protegidas mediante una legislación”, explicó el médico.
Igualmente se propuso la creación de la Sociedad Venezolana de Médicos Integrales Comunitarios, pues ya Venezuela tiene veinte años formando este tipo de profesionales y es justo y necesario que se cree esta sociedad alternativa, que defienda a los médicos integrales comunitarios de los constantes ataques que sufren, incluso desde otros países, como está ocurriendo actualmente en Colombia.
“Es imposible pensar la descolonialidad sin independencia. Nosotros, desde el pensamiento crítico en salud y soberanía sanitaria, creemos que esta no debe pensarse sólo desde el Estado-nación, sino avanzar en forma conjunta para enfrentar una política que nos ha abarcado a todos nuestros países. La Organización Panamericana de la Salud impuso una política de seguridad sanitaria que se basa en el dominio militar de Estados Unidos. Y eso es así desde el origen, porque la OPS surgió de la Marina estadounidense. A esa doctrina que llamamos panamericanismo en salud debemos confrontarla con sistemas de salud independiente, basados en nuestro saber originario y en nuestras capacidades epistemológicas y tecnológicas, que no se han desarrollado precisamente por la dependencia que nos impusieron y que nuestros gobernantes han aceptado. Estamos planteando un nuevo arquetipo organizacional para tener nuestra propia tecnología, insumos médicos y maquinaria”, dijo.
Respecto a lo que pasará ahora, luego de las reflexiones realizadas, León indicó que “lo que viene es que nos vayamos a los territorios a debatir y a comprometernos con las ideas que se aprobaron. Vamos a discutir estos temas con la dirección colectiva de los hospitales, en las áreas de salud integral comunitaria, en las poblaciones indígenas y afrodescendientes. Vamos a debatir el modelo de formación médica en toda Venezuela, no solamente en las universidades donde se forman los médicos integrales comunitarios, sino también en las universidades autónomas. Es un momento propicio y bonito para iniciar un debate profundo en nuestra territorialidad y para tomar acciones concretas al respecto”.
León opinó que es necesario rescatar las experiencias iniciales de la Revolución, los avances de los años del comandante Hugo Chávez.
“Aclaro que no pretendo decir que todos los males actuales de nuestro sector salud hayan sido causado por las medidas coercitivas unilaterales y el bloqueo, pero sí es cierto que han sido factores con mucha incidencia en que ese modelo que veníamos desarrollando se haya frenado —argumentó—. Recordemos que habíamos alcanzado la tasa de mortalidad materno-infantil más baja en toda nuestra historia desde que se llevan estadísticas epidemiológicas, es decir, por lo menos en cien años. Ese indicador, que es superficial pero muy apropiado para medir modelos de gestión, en la época del comandante Chávez alcanzó su mínimo. Y en ese tiempo también se logró la rehabilitación de toda la línea de atención y prevención, que es Barrio Adentro, como base fundamental para la transformación de todo el sistema público de salud”.