“Presidente Joe Biden, nos dirigimos a usted con la finalidad de solicitar una acción humanitaria urgente que contenga la liberación del diplomático venezolano, Alex Saab”. Así comienza el llamamiento, dirigido al presidente de los Estados Unidos por una larga lista de organizaciones internacionales. Sobre el caso de Alex Saab, secuestrado el 12 de junio de 2020 en la isla de Cabo Verde cuando regresaba de una misión humanitaria y posteriormente deportado a Miami, hemos hablado con Roigar López. Geólogo, analista de medios y comunicador popular, Roigar forma parte del Movimiento Free Alex Saab, en el que se ocupa de campañas digitales y redes sociales. Lo encontramos en Bruselas, durante la Cumbre de los Pueblos, Junto a Fravia Márquez; Roigar mantuvo varios debates sobre el caso, y nos concedió esta entrevista.
—Como analista de medios digitales, ¿qué opina de la campaña en las redes sociales contra el diplomático Alex Saab y cuáles han sido las contramedidas del movimiento?
—Hemos visto cómo, especialmente en las redes sociales, se ha intentado imponer una narrativa proimperialista y antivenezolana; utilizando el caso de Alex Saab. Nuestro compromiso, como Movimiento Free Alex Saab, ha sido desmontar pieza por pieza esta falsa campaña. Mostramos cómo el lawfare desatado contra una persona, un diplomático que representa al gobierno de Maduro, era parte de otra agresión contra Venezuela. A medida que desmontábamos estas falsedades, vimos emerger la estatura de nuestro diplomático, que no se rindió, como esperaba el gobierno norteamericano, que no traicionó, y por eso se convirtió en un símbolo contra el imperialismo, y sigue comunicando un mensaje de resistencia al mundo con la publicación de un libro; a través de las pocas entrevistas que logró difundir; y luego a través de un conmovedor mensaje, grabado por su esposa, Camilla Fabri, durante una llamada telefónica desde la prisión. Una resistencia que multiplica nuestra voluntad de luchar por su liberación. También hay que decir que el tema Saab produce muchas visualizaciones, y por ello es utilizado por todo aquel que quiere hacerse ver en la red, mezclándolo con todo tipo de falsedades que se retroalimentan y crecen, aunque no tengan base; como el Movimiento lo demuestra constantemente.
—¿Cómo influyó esta campaña en los asuntos judiciales del diplomático?
—El de Alex es un juicio ilegal, fruto de una detención ilegal que hay que calificar como secuestro. Una de las primeras victorias de su defensa, tras su segundo secuestro por el que el Gobierno de los Estados Unidos lo llevó a juicio en Miami, fue haber desmantelado 7 de los 8 cargos construidos sobre la base de esa campaña de mentiras, para la cual se fundamentaron, por ejemplo, en una compra con tarjeta de crédito; diciendo que eso era lavado de dinero. Hemos leído el expediente de la acusación de Miami, todo basado en cuentas anónimas de Twitter y capturas de pantalla; y noticias falseadas imposibles de sustentar. La justicia gringa ha tratado de aplicar el mismo método de presión que funcionó con otros empresarios venezolanos: armar una campaña de fuertes acusaciones para que traicionen. Excepto que no funcionó con Alex, y la operación se les está convirtiendo en un bumerán.
—Contra la italiana Camilla Fabri, esposa del diplomático; se utilizó el estereotipo de género para demoler su credibilidad. ¿Cuál fue la muestra de este ataque en las redes sociales?
—Los ataques contra Camilla fueron xenófobos por un lado, y machistas por el otro. Querían denigrar a la mujer como tal; porque en un momento de su adolescencia ella había tenido el deseo de ser modelo. Más grave aún, los medios de comunicación difundieron fotos tomadas de su perfil cuando era menor de edad y que ella puso como cualquier adolescente. Un comportamiento inaceptable de esos medios.
—Dos eventos importantes se han centrado en la liberación de Saab: el Foro Internacional: Lawfare contra Venezuela, y el discurso de la abogada Laila Tajeldine en Naciones Unidas en Ginebra. ¿Qué resultados ha traído el Movimiento y cuáles serán los próximos pasos?
—El Foro Internacional: Lawfare contra Venezuela, ocurrido en Caracas a tres años del primer secuestro de Alex Saab, contó con la presencia de más de 50 invitados internacionales de todos los continentes. Muchos compañeros de varios países se oponen al uso creciente del poder judicial con fines políticos contra los movimientos sociales, personas, instituciones. Usted misma habló de Italia; de cómo la criminalización de los movimientos de oposición radical, y luego la reducción de los problemas sociales a problemas de orden público; ha sido la punta de lanza de un proceso de judicialización de la política que se ha generalizado, y que así la política le ha dado un cheque en blanco al poder judicial. El Foro fue un momento importante de discusión y también el comienzo de la construcción de una red más grande. Un otro evento muy importante tuvo lugar en Ginebra, sede de la Oficina de las Naciones Unidas, que permitió la difusión de nuestro mensaje en presencia de los medios de comunicación, misiones internacionales de los distintos países, instancias políticas. Los abogados de Alex Saab pudieron ilustrar la posición de Venezuela y brindar una explicación clara y concreta del caso a nivel legal y político. Lamentablemente, no hay fechas determinadas desde el punto de vista procesal. El 23 de diciembre de 2022, en Nochebuena, la corte estadounidense formalizó una decisión política ya tomada al momento del secuestro. Inventaron que, dado que el entonces autoproclamado “presidente interino” de Venezuela, Juan Guaidó no designó como embajador a Alex Saab, entonces EE.UU. no le reconoce estatus diplomático, lo que implicaría su liberación inmediata. Por eso siguen inventando dilaciones y pretextos inexistentes. Incluso los periodistas de derecha que cubrieron el caso lo admiten. Todavía no hay fecha fijada para el proceso de apelación, porque claramente es un caso político en el que Estados Unidos está tratando de presionar a nuestro compañero hasta el último minuto.
—¿Y cómo está de salud Alex Saab?
—Desde marzo, cuando se quejó de que vomitaba sangre y que eso podía significar la reaparición del cáncer de estómago que padecía, no ha tenido derecho a un tratamiento médico adecuado. Seguimos exigiendo a las autoridades estadounidenses que permitan la visita de su médico de confianza y la atención médica que necesita un paciente con cáncer como Alex.